El ex comisario jefe de los Tedax Juan Jesús Sánchez Manzano.EFE
"El que fuera máximo responsable de los TEDAX durante los atentados
del 11M, los artificieros de la Policía Nacional, Juan Jesús Sánchez
Manzano, ha escrito un libro en el que, por primera vez, cuenta su
versión completa de lo sucedido y el trabajo desempeñado por su unidad. Desmiente las declaraciones de Aznar cuando próximamente se van a cumplir 10 años de la masacre.
A través de las páginas de 'Las bombas del 11-M. Relato de los hechos
en primera persona', el comisario desgrana los aspectos claves de la
investigación y el tratamiento político e informativo de aquellos días
para establecer una idea fundamental: Los Tedax descartaron el uso de
Titadyne la misma mañana de los atentados, al día siguiente ya estaban
convencidos de la vía islamista y, por tanto, si alguien confundió al Gobierno sobre la autoría, no fueron los artificieros de la Policía.
En este libro, Sánchez Manzano explica que "toda la polémica sobre la
autoría de los atentados giraba en torno a los explosivos" y, en ese
sentido, afirma que el mismo día de las explosiones "los desactivadores
de las bombas localizadas en El Pozo y en Atocha, con base a su
experiencia, descartaron, esa misma mañana, la explosión de dinamita
Titadyne", que era el explosivo utilizado habitualmente por ETA.
Así se detalló en una nota elaborada en la mañana del día 12 por los
propios desactivadores: "la masa explosiva era de color blanco marfil.
La del Titadyne es rojiza". Para entonces, los Tedax ya tenían
conocimiento de otros indicios a partir de los cuales "en esa mañana del día 12 desaparecían las pocas dudas que pudieran seguir existiendo sobre la autoría".
Sánchez Manzano admite que "no fue factible determinar por
procedimientos científicos la marca comercial de la dinamita empleada en
las bombas de los trenes, al no haber quedado sustancia entera en los
focos. Sin embargo, por los diversos indicios obtenidos en la
investigación había un convencimiento firme de que se trataba de GOMA 2
ECO".
Esos indicios firmes a los que hace referencia consisten en primer
lugar al explosivo hallado en la furgoneta Renault Kangoo, que apareció
en torno a las 14.30 horas del 11 de marzo junto a la estación de
Alcalá de Henares. En su interior fue hallada una bolsa con "siete
detonadores" y "pequeños restos de una sustancia blanquecina que resultó
ser un extremo de cartucho de explosivo Goma 2 ECO".
"Los
técnicos de los TEDAX explicaron a los presentes (entre ellos el
entonces comisario general de Información de la Policía Nacional, Jesús
De la Morena) que ni los detonadores ni la GOMA 2 ECO eran materiales utilizados por ETA", señala al tiempo que recuerda que en el vehículo apareció una cinta con grabaciones de cánticos o versos en árabe.
Mientras eso sucedía, "el entonces presidente del Gobierno el mismo
día de los atentados, en torno al mediodía, inició una ronda de llamadas
telefónicas a los directores de todos los medios de comunicación para
comunicarles que la autora de los atentados había sido la banda
terrorista ETA". "Si alguien confundió al Gobierno, no fui yo ni los
Tedax", zanja Sánchez Manzano en otro capítulo del libro en el que
defiende que nadie de su unidad afirmó nunca que el explosivo empleado
fuese Titadyne.
Del segundo
indicio relevante tuvo conocimiento la madrugada del 11 al 12 de marzo:
"habían encontrado una bolsa de deporte en la comisaría de Puente de
Vallecas. Me vestí y salí hacía allí. La mochila la habían encontrado
varios policías mientras inventariaban pertenencias de víctimas de El
Pozo". En la bolsa había otra bomba que no llegó a explosionar, fue
desactivada y "se recuperaron todos y cada uno de sus componentes".
Ese mismo día, los Tedax remitieron "una nueva muestra
correspondiente al explosivo del artefacto desactivado en Puente de
Vallecas a Policía Científica, que emitió un informe que establecía que
ese material era de idénticas características a los de la furgoneta, y
confirmaba por tanto la Policía Científica que se trataba de dinamita de
la marca GOMA 2 ECO".
"Los resultados se reflejaron en una nota informativa el 12 de marzo, de indudable interés para la investigación. En ella, a
las 24 horas de los atentados ya se establecían las similitudes
observadas por los Tedax en los artefactos de Atocha y de El Pozo, con
el desactivado en Vallecas", indica.
Sánchez Manzano se
hace eco de las reflexiones del entonces presidente José María Aznar en
su libro de memorias titulado 'El compromiso del poder' donde dice que "el CNI le reconoció que no sabía nada sobre la autoría del atentado, ni antes ni después de que se produjera".
Ante esto el comisario responde: "la pregunta que surge después de leer
estas confesiones es si Aznar o Dezcallar (entonces responsable del
CNI) llegaron a disponer de los informes que elaboraron los Tedax
durante los dos días siguientes al atentado".
"Si no los conocían, ¿quien decidió no proporcionárselos? Si los
conocían ¿por qué valoraron más las conclusiones de otros servicios
nacionales y extranjeros, que además no disponían de los indicios
obtenidos en el escenario de los atentados?", se pregunta al tiempo que
asegura que los servicios de información
"como quedó demostrado, tenían en su poder indicios suficientes para
informar de lo que ya se revelaba como la posibilidad más probable: han
sido los islamistas radicales".
Esta tesis sobre el
explosivo empleado se reforzó días después tras la inmolación de los
autores materiales del atentado en el piso de Leganés. "Una vez
asegurado el edificio, varios equipos de desactivación de explosivos
comenzaron la búsqueda de restos relacionados con el artefacto que había
estallado. Además de cargas con detonador recuperaron dinamita GOMA 2
ECO".
El libro desvela episodios hasta ahora desconocidos para la mayoría
como el hecho de que en fechas posteriores a los atentados, antes de que
se iniciara la Comisión de Investigación en el Congreso de los
Diputados, fue convocado por "varias instancias del Ministerio del
Interior para solucionar 'el problema o el error del Titadyne'".
"La hipótesis que se me planteó era sencilla. Si el error partió de
los Tedax, como son los técnicos, la equivocación de esferas superiores
estaba justificada. Esta salida sería incuestionable y fácilmente
disculpable para todos los actores sociales y políticos. También, en
general, sería aceptada por el ciudadano", relata Sánchez Manzano quien
afirma que su contestación a esta propuesta fue siempre la misma: "Sabéis que en nosotros no está el error. A mi nadie me habló de Titadyne".
El ahora comisario principal en Móstoles (Madrid) carga contra lo que considera "teorías conspiranoicas" de algunos políticos y medios de comunicación
y relata el desamparo que sufrieron por parte de Interior: "Solicitamos
desmentidos a las desinformaciones y difamaciones que mancharon nuestro
nombre. Sin embargo, el Ministerio del Interior no atendió nuestras
propuestas argumentando que no merecía la pena, por lo que tuvimos que
seguir aguantando sin poder abrir la boca".
Por ello se decidió a escribir este libro, cuya recaudación irá
destinada a la Fundación de Huérfanos de la Policía Nacional. "Diez años
después, cuando ya todo empieza a ser parte de la historia, ha llegado
el momento de explicar a la sociedad española que los TEDAX-NRBQ, y yo
como su comisario jefe, cumplimos en todo momento con la regulación
profesional. No quiero morir sin haber contado lo que vi, que no fue
otra cosa que parte de la historia de Españ, la verdadera. El ciudadano debe conocer la verdad que años atrás le robaron", argumenta." (Público, 21/01/2914)
No hay comentarios:
Publicar un comentario