"Telefónica ha dado el paso esperado con una oferta definitiva para
controlar Digital Plus que solo podría abortar el regulador, aunque no
parece probable a estas alturas del partido.
La operación supone que
Telefónica asume el liderazgo de la televisión de pago con una base de
clientes de 2,5 millones (1,7 de Digital y 0,6 de Imagenio) atendidos
por distintos procedimientos (cable, satélite…) y necesitados de
contenidos que vendrán de distintos proveedores. Aparece un nuevo
competidor en el panorama televisivo frente al duopolio Atres y
Mediaset, aunque sea en otra franja del negocio.
El futuro está en la
televisión a demanda, a la carta, aunque las generalistas también
tendrán su parte, aunque sea a la baja. Se abren múltiples oportunidades
y otra forma de enfocar un negocio que va a más, aunque sea con no
pocas incertidumbres. (...)
La compra de Digital Plus por parte de Telefónica abre en canal al
Grupo Prisa cuyo balance se verá reducido. Una vez culminada la
operación, así como las otras ventas materializadas y en curso, a la
mitad.
El resultado final de la aventura televisiva es desolador, los
recursos utilizados para ese viaje si se hubieran destinado a robustecer
los negocios centrales hubieran evitado el endeudamiento desmedido y la
consiguiente pérdida de independencia y de carácter. Ha sido un viaje a
ninguna parte. Algo semejante ha ocurrido en los demás grandes grupos
que han fracasado en la televisión consumiendo demasiados recursos para
nada.
El problema para PRISA es que con las desinversiones
realizadas y en curso y la salida definitiva del sector de la televisión
(quedan pendientes pleitos por los derechos del fútbol y la venta del
paquete restante en Mediaset España) puede aspirar a reducir la deuda a
la mitad, a 1.500 millones de euros que sigue siendo una cifra excesiva.
El negocio no da para tanto. La salida más limpia pasa por una quita y
el correspondiente concurso de acreedores, que no parece figurar en la
hoja de ruta de sus actuales gestores, expertos en la combustión del
capital ajeno.
Los otros grandes grupos de comunicación no son
ajenos al fenómeno de ajuste que se aprecia en PRISA. Tanto Vocento como
Grupo Z y Unidad Editorial tendrán que tomar decisiones estructurales
para recomponer sus balances y sus cuentas de explotación que es
condición necesaria para sobrevivir con posibilidades y poder trasformar
sus modelos de negocio.
La ronda de renovación y consolidación,
como en otros muchos sectores, ha entrado en su fase decisiva, ya no hay
retorno. La intromisión del Gobierno con la atenta vigilancia de la
“vicetodo” de la Moncloa y la forzosa complicidad de las grandes
empresas (bancos y anunciantes) completan un cuadro clínico de alto
riesgo y muy incierto desenlace." (Medios: empieza la ronda de consolidación, de Fernando González Urbaneja en República de las ideas, en Caffe Reggio, 08/05/2014)
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