“el control económico que ejerce la Xunta sobre muchos medios de comunicación, al haber asumido como útil el perverso modelo instaurado por el ex conselleiro Jesús Pérez Varela, sin parangón en el mundo occidental democrático. Los gallegos tienen derecho a saber que una parte sustancial de sus impuestos no se dedica a hacer más guarderías sino a mantener el alto nivel de vida de algunos empresarios de prensa. Los trasvases de recursos de la Xunta a ciertas empresas de comunicación mueven ya cifras de escándalo, cada vez más difíciles de maquillar, lo cual imposibilita que Galicia, lejos de tener unos medios de comunicación independientes, refuerce el papel de la prensa oficialista, al servicio del poder.
Los líderes del PP centran en público sus críticas a la Televisión de Galicia, al asociar sus informativos con una terminal del PSOE, pero cuando se expresan en los reservados también reconocen sufrir en los medios privados las peores consecuencias del sistema de ayudas ideado por sus compañeros, y que para nos situemos siguen comprendiendo, entre otras cosas, ayudas directas, publicidad institucional, convenios de colaboración, contratos de la Xunta y de sus empresas y organismos autónomos, pignoraciones, concesiones de licencias, encargos al sector privado desde la TVG y "sugerencias" -¿se dice así?- a ciertas empresas y entidades financieras para que "colaboren" -¿se dice también así?- con algunos editores de periódicos. En resumen, una vergüenza para la democracia.” (JOSÉ LUIS GÓMEZ: Touriño coincide con Quintana. El País, ed. Galicia, Galicia, 03/09/2008, p. 4)
3 comentarios:
Pues sí, sr. Presidente, desde mi anterior comentario sobre el mismo tema, he cambiado totalmente mi forma de leer prensa
Me he digitalizado con los servicios gratuitos que ofrece la cuenta de Google. La información “a la carta”.
Utilizo las “alertas” de Google para recibir noticias sobre un personaje determinado. Así llegan diariamente a mi correo electrónico las habituales apariciones en prensa del sr. Carod Rovira (entre otros muchos). Leo, y borro lo que no uso en mis blogs.
El apellido ayuda. Si “alertase” sobre López Rodríguez, me inundarían miles de noticias sobre “lópeces”.
Otros las utilizan para seguir a sus artistas preferidos.
Con “Google Noticias” busco conceptos más complejos, por ejemplo, “circuitos cortos de comercialización”. Cada poco, se cuelga en mi página de “noticias” algo sobre ese tema. Que leo una vez a la semana.
Si buscase “guerras”, pasaría lo mismo que con los “lópeces”, la saturación invalidaría la búsqueda.
Otros rastrean novedades sobre las enfermedades que padecen.
En el “buscador de blogs de Google” escribo, por ejemplo, “hipotecas subprime”, después le doy a la pestaña “última hora” (o “últimas 12 horas”), y me hago una rápida idea de por dónde cree la blogosfera que va la crisis.
¡No hay color!
Y sigo mirando las portadas de todos los periódicos del país en la página Kiosko para ver cómo, en ciertas zonas, a los “poceros” se les llama ahora inversores (en gruesos titulares).
Y sigo con El País, porque es el único que aporta calidad, a pesar de que en él continúen escribiendo las mismas vaguedades de siempre Javier Pradera y Josep Ramoneda. Antes, durante y después de la crisis. En fin… penitencias de la letra impresa.
Un saludo a todos
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