Mostrando entradas con la etiqueta e. Comisarios políticos. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta e. Comisarios políticos. Mostrar todas las entradas

19/4/24

Revelaciones de un documento secreto interno del New York Times... la directiva del Times indica a sus periodistas que sus informes deben «evitar» utilizar la frase «territorio ocupado» al describir la tierra palestina... ni deben utilizar la palabra Palestina «salvo en casos muy excepcionales»... ni utilizara la expresión «campos de refugiados» para describir determinadas zonas de Gaza... La cobertura del Times desde Gaza ha sido asombrosamente deshonesta, llegando incluso a culpar a los palestinos que esperaban comida de sus propias muertes cuando fueron atacados por las fuerzas israelíes

  "La sorprendente revelación de la ofensiva guía de estilo interna del New York Times sobre el lenguaje que no permitirá en sus reportajes sobre Palestina debería dar lugar a un amplio examen de la tradicional parcialidad del periódico.

Felicitaciones a los empleados anónimos del New York Times que filtraron la ofensiva guía interna del periódico sobre el lenguaje que no autoriza en sus informes sobre Israel/Palestina, y más felicitaciones a The Intercept por publicarla. La impactante revelación debería dar lugar a un examen aún más amplio del lenguaje tendencioso que durante mucho tiempo ha sido rutina en el Times y en todos los medios de comunicación estadounidenses (y de otros países).

Empecemos con la primicia de The Intercept. Podría decirse que el peor ejemplo de parcialidad es la directiva del Times de que sus informes deben «evitar» utilizar la frase «territorio ocupado» al describir la tierra palestina. He seguido de cerca la cobertura sesgada del periódico durante más de una década, y admito que esto me ha dejado atónito. Dejemos de lado Gaza por el momento, aunque los expertos jurídicos internacionales explican que el bloqueo aéreo, marítimo y terrestre de Israel constituía una «ocupación» incluso antes del 7 de octubre.

¿Pero qué ocurre con la Cisjordania palestina? ¿Cómo puede el New York Times pretender que la permanencia del ejército israelí en Cisjordania desde 1967 no constituye una “ocupación”? Los puestos de control militares y policiales de Israel y el hecho de que el territorio se rija por la ley militar israelí, ¿qué es sino una “ocupación”?

Igual de ofensiva es la circular interna del Times según la cual los periodistas no deben utilizar la palabra Palestina «salvo en casos muy excepcionales». Esto es otro despropósito. Varios millones de personas se autodenominan «palestinos», y Palestina está representada en las Naciones Unidas. Estados Unidos afirma que sigue estando a favor de una solución de dos Estados; ¿cómo se puede describir el segundo Estado sin decir «Palestina»?

El Times también pidió a su personal que no utilizara la expresión «campos de refugiados» para describir determinadas zonas de Gaza. El periódico justifica esta censura lingüística argumentando: «Aunque se denominan campos de refugiados, los centros de refugiados de Gaza son barrios desarrollados y densamente poblados que datan de la guerra de 1948». En resumen, dice el documento, antes del 7 de octubre los gazatíes ya no vivían en ciudades de tiendas de campaña (como lo hacen de nuevo en Rafah y en otros lugares del territorio desde que Israel destruyó barrios enteros) por lo que no se puede decir «campos». Pero esta no es la cuestión. Los palestinos tanto de Gaza como de Cisjordania sí se consideran refugiados; muchas familias aún tienen las llaves de las casas de las que ellos o sus antepasados fueron expulsados en 1948. Un periódico honesto informaría de esto de vez en cuando en lugar de cerrar el debate dictando el vocabulario.

Este bombazo de The Intercept llega tras meses de crecientes críticas al New York Times por su cobertura de Gaza y Palestina en general. Una reportera del New York Times ha sido apartada del periódico después de que saliera a la luz su parcialidad antipalestina tras protagonizar uno de los escándalos informativos más flagrantes* del periódico desde el 7 de octubre. La cobertura del Times desde Gaza ha sido asombrosamente deshonesta, llegando incluso a culpar a los palestinos que esperaban comida de sus propias muertes cuando fueron atacados por las fuerzas israelíes. Esta mala praxis no se ha limitado a Gaza, ya que el periódico también ha fracasado en su cobertura de Cisjordania.

Las revelaciones del Intercept son extremadamente valiosas. Pero algunos sesgos de la prensa dominante estadounidense son tan amplios y se han prolongado durante tanto tiempo que siguen pasando desapercibidos. Tomemos el hecho de que a los 670.000 israelíes judíos que se han trasladado permanentemente a la Palestina ocupada de Cisjordania desde 1967 se les llama universalmente “settlers” en lugar de «colonos»**, y a los lugares donde viven ahora se les llama «asentamientos», en lugar de “colonias”. La nota del Times ni siquiera tenía que ordenar este uso, ya se produce automáticamente.

Quienquiera que eligiera por primera vez la palabra «colonos» (settlers) allá por la década de 1970 merece una medalla de oro al eufemismo deshonesto. «Colonos» da la impresión de pioneros resistentes que se adentran en una tierra casi vacía, una versión más actual de la expresión sionista original: «un pueblo sin tierra para una tierra sin pueblo». La verdad es, por supuesto, diferente; la Palestina de Cisjordania se caracteriza por puestos de control militares israelíes, carreteras segregadas sólo para judíos y, en los últimos meses, pogromos asesinos llevados a cabo por los colonizadores con la complicidad del ejército israelí. Se leen con regularidad relatos de personas que dicen que una sola visita a la Cisjordania ocupada fue tan impactante que tuvieron que revisar sus opiniones anteriores.

George Orwell no sólo explicó que el lenguaje deshonesto y eufemístico puede ocultar verdades importantes. Fue más allá: argumentó convincentemente que lo que él llamaba «neolengua» podía incluso  impedir pensar con precisión. Imagínense cómo cambiarían las opiniones de los estadounidenses sobre Israel/Palestina si se nombrara a los «colonos» israelíes con precisión, aunque sólo fuera de vez en cuando.

N. del T.:

*La periodista, Anat Schwartz, difundió en el periódico violaciones masivas cuando Hamás atacó territorio israelí el 7 de octubre, basándose en acusaciones no confirmadas de las que nunca se presentó prueba alguna, ni denuncias ante los tribunales israelíes.

** En inglés existen el término “settler”, de “settlement” (asentamiento) y el término “colonist”. Ambos se traducen en castellano como “colono”, pero el primero describe a quien se “asienta” en una tierra vacía (normalmente adjudicada por el Estado con el fin de repoblar) y el segundo a quien se establece en una “colonia” donde antes habitaba población autóctona."             (James North , Rebelión, 19/04/2024)

 

 "La cobertura del New York Times sobre la matanza israelí en Gaza, al igual que la de otros principales medios estadounidenses, es una vergüenza para el periodismo.

Esta afirmación no debería sorprender a nadie. Los medios estadounidenses no se guían por los hechos ni por la moralidad, sino por agendas, cálculos y hambre de poder.

La humanidad de 120 palestinos muertos y heridos a causa del genocidio israelí en Gaza simplemente no forma parte de esa agenda.

En un informe –basado en un memorando filtrado de The New York Times – El intercepto descubierto que el llamado periódico estadounidense de referencia ha estado alimentando a sus periodistas con “directrices” frecuentemente actualizadas sobre qué palabras usar, o no, al describir la horrible matanza masiva israelí en la Franja de Gaza, que comenzó el 7 de octubre.

De hecho, la mayoría de las palabras utilizadas en el párrafo anterior no serían aptas para imprimir en el The New York Times, según sus “directrices”.

Sorprendentemente, términos y frases internacionalmente reconocidos como “genocidio”, “territorio ocupado”, “limpieza étnica” e incluso “campos de refugiados” estaban en la lista de rechazo del periódico.

Se vuelve aún más cruel. “Palabras como 'masacre', 'masacre' y 'carnicería' a menudo transmiten más emoción que información. Piénselo bien antes de usarlos con nuestra propia voz”, según el memorando, filtrado y verificado por El intercepto y otros medios independientes.

Aunque ese control lingüístico es, según el The New York Times, cuyo objetivo era la justicia para “todas las partes”, su aplicación fue casi totalmente unilateral.

Por ejemplo, una anterior Interceptar reporte mostró que el periódico estadounidense, entre el 7 de octubre y el 14 de noviembre, mencionó la palabra “masacre” 53 veces cuando se refería a israelíes asesinados por palestinos y sólo una vez en referencia a palestinos asesinados por Israel.

Para esa fecha, miles de palestinos habían perecido, la gran mayoría de los cuales eran mujeres y niños, y la mayoría de ellos fueron asesinados dentro de sus propios hogares, en hospitales, escuelas o refugios de las Naciones Unidas.

Juego de números de peaje de muertes

Aunque el número de muertos palestinos fue a menudo cuestionado por el gobierno y los medios de comunicación estadounidenses, más tarde fue generalmente aceptado como exacto, pero con una salvedad: atribuir la fuente de la cifra palestina al “Ministerio de Salud dirigido por Hamás en Gaza”. Esa frase es, por supuesto, suficiente para socavar la precisión de las estadísticas compiladas por los profesionales de la salud, que tuvieron la desgracia de producir tales recuentos muchas veces en el pasado.

[Ver también: El verdadero número de muertos en Gaza]

Las cifras israelíes rara vez fueron cuestionadas, o nunca, aunque los propios medios de comunicación israelíes revelaron más tarde que muchos israelíes que supuestamente fueron asesinados por Hamás murieron en “fuego amigo”, como a manos del ejército israelí.

Y aunque un gran porcentaje de los israelíes muertos durante la Operación Inundación de Al-Aqsa el 7 de octubre estaban activos, fuera de servicio o en reserva militar, todavía se utilizaban en abundancia términos como “masacre” y “masacre”. Se hizo poca mención del hecho de que aquellos “masacrados” por Hamás estaban, de hecho, directamente involucrados en el asedio israelí y en masacres anteriores en Gaza.

Hablando de “matanza”, el término, según el Interceptar, se utilizó para describir a los presuntamente asesinados por combatientes palestinos frente a los asesinados por Israel en una proporción de 22 a 1.

Escribo “supuestamente”, ya que el ejército y el gobierno israelíes, a diferencia del Ministerio de Salud palestino, aún no han permitir para una verificación independiente de los números que produjeron, alteraron y reprodujeron, una vez más.

Las cifras palestinas ahora son aceptadas incluso por el gobierno estadounidense. Cuando se le preguntó, el 29 de febrero, cuántas mujeres y niños habían sido asesinados en Gaza, el secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, dijo: “Son más de 25,000”, superando incluso la cifra proporcionada por el Ministerio de Salud palestino en ese momento.

Sin embargo, incluso si las cifras israelíes fueran examinadas y corroboradas plenamente por fuentes verdaderamente independientes, la cobertura de The New York Times de la guerra de Gaza sigue señalando la inexistente credibilidad de los principales medios de comunicación estadounidenses, independientemente de sus agendas e ideologías. Esta generalización puede justificarse sobre la base de que la The New York Times es, por extraño que parezca, todavía relativamente más justo que otros.

Según este doble rasero, los palestinos ocupados, oprimidos y rutinariamente masacrados son retratados con un lenguaje apropiado para Israel; mientras que una entidad racista, apartheid y asesina como Israel es tratada como una víctima y, a pesar del genocidio de Gaza, de alguna manera todavía se encuentra en un estado de “autodefensa”.

The New York Times descarada y constantemente hace sonar su propia bocina como un oasis de credibilidad, equilibrio, precisión, objetividad y profesionalismo. Sin embargo, para ellos, los palestinos ocupados siguen siendo los villanos: el partido que realiza la gran mayoría de las matanzas y masacres.

La misma lógica sesgada se aplica al gobierno de Estados Unidos, cuyo discurso político diario sobre democracia, derechos humanos, justicia y paz continúa cruzándose con su descarado apoyo al asesinato de palestinos, a través de bombas tontas, destructores de búnkeres y miles de millones de dólares en otros armas y municiones.

El intercepto informar sobre este tema es muy importante. Aparte de los memorandos filtrados, la deshonestidad del lenguaje utilizado por The New York Times –compasivo hacia Israel e indiferente al sufrimiento palestino– no deja dudas de que el The New York Times, al igual que otros medios de comunicación estadounidenses, sigue estando firmemente del lado de Tel Aviv.

Mientras Gaza continúa resistiendo la injusticia de la ocupación militar y la guerra israelíes, el resto de nosotros, preocupados por la verdad, la precisión en la información y la justicia para todos, también deberíamos desafiar este modelo de periodismo pobre y sesgado.

Lo hacemos cuando creamos nuestras propias fuentes de información profesionales y alternativas, donde utilizamos un lenguaje adecuado que expresa la dolorosa realidad de una Gaza devastada por la guerra.

De hecho, lo que está ocurriendo en Gaza es genocidio, una horrible matanza y masacres diarias contra pueblos inocentes, cuyo único crimen es resistir una violenta ocupación militar y un vil régimen de apartheid.

Y, si sucede que estos hechos indiscutibles generan una respuesta “emocional”, entonces es algo bueno; tal vez a esto le seguiría una acción real para poner fin a la matanza israelí de palestinos. La pregunta sigue siendo: ¿por qué The New York Times ¿Los editores consideran esto objetable? "

(Ramzy Baroud es periodista y editor del periódico Crónica de palestina. Consortium News, 20/04/24)

24/3/24

Todas las amenazas de Miguel Ángel Rodríguez a los periodistas... La purga de Telemadrid... Así financia Ayuso a la bulosfera y castiga a los medios “no afines”

 "No me sorprende nada. Ha hecho esto cada vez que ha tenido un problema”, señala un exdirigente del PP, refiriéndose a las amenazas y coacciones a periodistas de Miguel Ángel Rodríguez (Valladolid, 60 años), conocido como MAR, con un sueldo público de 94.324,20 euros como jefe de gabinete de la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso. Y añade: “Ha enviado mensajes mucho peores a miembros del partido: ‘Eres un mierda’, ‘Te voy a arruinar la vida’, cosas de ese tipo... Pierde las formas rápidamente. En su caso, es un patrón: amenaza y desvía el foco vendiendo mercancía averiada a medios dispuestos a comprarla. Monta un escándalo para tapar otro. Lo hizo con Casado y el espionaje a Ayuso para tapar lo de su hermano, y lo está haciendo ahora. Se está hablando más de él que del defraudador fiscal y ese era uno de los objetivos. No le importa ponerse él por delante porque lo que le gusta es ejercer ese personaje. Pagaría por hacer lo que hace porque a lo único a lo que tiene pánico Miguel Ángel Rodríguez es a irse a su casa y dejar de ser relevante”.

Los jefes de gabinete y de prensa y los políticos en general tratan de condicionar a los periodistas para que sus informaciones beneficien o no perjudiquen a sus intereses. Sortear esas presiones son gajes del oficio. Pero, como señalan todas las fuentes entrevistadas para elaborar este texto —dirigentes y exdirigentes de distintos partidos y periodistas de diferentes medios—, Rodríguez, la mano derecha de Ayuso, ha ido mucho más allá: hasta la amenaza, los insultos y la difusión de bulos sobre los profesionales que no se someten a sus manipulaciones y que investigan al novio de la presidenta, Alberto González Amador, imputado por fraude fiscal y falsedad documental. El último ejemplo ha sido señalar, con fotografía, nombre y apellidos, a dos periodistas de EL PAÍS acusándolos de algo totalmente falso —acosar a menores en las inmediaciones de la residencia de la presidenta madrileña— y a reporteros de Eldiario de asaltar, “encapuchados”, la vivienda.

El penúltimo fue asegurar que la Fiscalía había ofrecido un acuerdo al novio de Ayuso unas horas después de conocerse la presentación de la denuncia contra él, y que lo había retirado después por “órdenes de arriba”. Lo cierto es que fue González Amador, a través de su abogado, quien había ofrecido el pacto y admitido ya los delitos cometidos contra Hacienda —que, pese a todo, la presidenta madrileña negó en público—. El modus operandi de Rodríguez vulnera el artículo 20 de la Constitución, que recoge el derecho a comunicar y recibir información veraz. Es una estrategia engrasada a lo largo de décadas, al menos, desde que, en 1996, José María Aznar lo nombró secretario de Estado de Comunicación y portavoz de su primer Gobierno. Y es una estrategia hasta ahora impune que ha precisado de cooperadores necesarios, los medios “dispuestos a comprar mercancía averiada”, como asegura un miembro del mismo partido de la presidenta para la que trabaja Rodríguez: el PP.

“Si esto que ha hecho ahora”, añade un miembro de Vox, “lo llega a hacer el jefe de gabinete de [Carles] Puigdemont o de [Alberto Núñez] Feijóo, habría acabado con la carrera de los dos, pero aquí no pasa nada porque Miguel Ángel lleva 30 años en esto, conoce a mucha gente en los medios y cuando no le obedecen, va a por ellos, le da igual a la derecha que a la izquierda. Se dedica a inventarse cosas y amenazar, sobre todo a ciertas horas ”. Fuentes de este partido, con el que el PP gobierna en cinco comunidades autónomas, relatan un episodio de amenazas a Iván Espinosa de los Monteros y Rocío Monasterio —“Hasta vuestros hijos se van a arrepentir”— motivado por el apoyo de Vox a la comisión de investigación parlamentaria sobre el aval de 400.000 euros a una empresa participada por el padre de Ayuso. “En esa época estaban muy nerviosos. La amenaza fue verbal, a través de un diputado del PP en la Asamblea que ahora es diputado nacional. No podemos saber si lo enviaba Rodríguez, que es quien controla todo, pero su patrón de conducta ha sido siempre ese: amenazar y manejar a los medios, igual que el de Ayuso es decir que le tienen manía cada vez que se la investiga por algo. Les ha funcionado las dos primeras veces, con el padre y con el hermano. Veremos qué pasa en la tercera”.

Que Rodríguez amenazara a una periodista de Eldiario por escrito —“Os vamos a triturar, vais a tener que cerrar”—, muestra, a juicio de este miembro de Vox, que “se cree intocable”. La mano derecha de Ayuso borró numerosos tuits de su cuenta antes de que fuera nombrado oficialmente jefe de gabinete de la presidenta madrileña, como el que definía a Inés Arrimadas, de Ciudadanos, como “físicamente atractiva como hembra joven. Políticamente inconsistente” o el que respondía a Iván Espinosa de los Monteros, de Vox: “Jódete, imbécil: Avalmadrid. Así os empuren. Idiotas”. Otros tuits que permanecen visibles al público sugieren hasta dónde podía escalar Rodríguez en el ámbito privado, como este del 8 de septiembre de 2019: “El director general y el de Informativos de Telemadrid forman parte de una trama de contratos irregulares que arrancó cuando presidía el tránsfuga [Ángel] Garrido. Se les ponen difíciles las cosas. A los tres”.

La purga de Telemadrid

En febrero de 2020, en una entrevista a El Mundo, Ayuso declaró: “Podría decir que soy la única presidenta autonómica y del Gobierno de España que tiene una televisión que le es crítica. Y yo en eso no tengo ninguna objeción”. Pero alguna debía tener porque tras dos años de sequía legislativa, la primera ley de la dirigente popular tras su victoria electoral en mayo de 2021 fue sobre Telemadrid, para controlarla. Cambió la norma que regulaba al medio —celebrada por la propia Ayuso en 2015— para destituir a su director general, José Pablo López, y poner, en su lugar, a José Antonio Sánchez, presidente de RTVE en la época de los famosos viernes negros —cuando los empleados se vestían de luto para denunciar la manipulación informativa—, cuyo nombre aparece en los papeles de Bárcenas y que en 2017, en comisión parlamentaria, se había jactado de votar a los populares. “Es de agradecer que el PP me busque un puestecito”, dijo. Al frente de Onda Madrid, la radio pública autonómica, colocaron a Alfonso Nasarre, estrecho colaborador de Rodríguez en la Secretaría de Estado de Comunicación durante el Gobierno de Aznar. El Tribunal Supremo ha dado la razón a varios de los trabajadores de la televisión pública que denunciaron al Gobierno madrileño por despido improcedente tras la purga, como Jon Ariztimuño, director de informativos de Telemadrid. “Dirigí unas palabras de despedida al equipo y cuando volví al despacho, ya no me funcionaban las claves del ordenador”, recuerda. “Y ni siquiera me pagaron la última semana de trabajo”.

La lista de purgados es larga. “Había”, recuerda uno de ellos, “una presión, digamos, normal, que hace cualquier gobierno con cada televisión pública, y luego estaban las miguelangeladas, cuando se volvía loco porque no le hacías caso”: “No toleraba que tuviéramos autonomía. Y yo no puedo demostrar que la campaña de intoxicación contra nosotros en algunos medios de comunicación era cosa suya, pero cuando no llegábamos a un acuerdo sobre lo que fuera, después aparecían los ataques en confidenciales y pseudomedios varios. Nuestro despido se fraguó en una reunión en Sol [sede del Gobierno madrileño] convocada por Miguel Ángel Rodríguez”.

La clac mediática

Esdiario es un medio digital dirigido por Antonio Martín Beaumont, exdiputado autonómico de Castilla y León con AP (primera marca del PP). En sus artículos se ha referido a Rodríguez en estos términos: “genial maniobra”; “nadie discute la brillantez de MAR”; y a la presidenta madrileña en estos otros: “Da una lección a la izquierda española”; “Vapulea a [Pedro] Sánchez”; “deja KO a [Juan] Lobato”; “desvela los colosales datos económicos”... El 1 de enero de 2020, publicó: “El director de Telemadrid se mete con Ayuso para no explicar sus cuentas opacas”. El 10 de ese mismo mes: “Caos de Telemadrid: así maniobra su director para cuadrar su ruinosa gestión“. El 14 de marzo, otro titular decía: “Telemadrid corta en directo a Ayuso y [José Luis Martínez] Almeida para emitir a Sánchez enlatado”. Este último texto afirmaba que el director general “incumplió de manera clamorosa su obligación como servicio público, al que se había comprometido sólo un día antes en una conversación con el Gobierno autonómico”. Esdiario es uno de los medios que difundieron el bulo de los periodistas encapuchados y acosadores de menores en las inmediaciones de la vivienda de Ayuso. Escribe Martín Beaumont: ”La figura de la presidenta de Madrid se deshumaniza con tal saña que se la convierte meramente en ‘enemiga’ a liquidar. Tal salto cualitativo en el debate público pone en riesgo su propia integridad física. Y no exagero”.

También difundieron el bulo del acoso a la vivienda de Ayuso, así como el de las supuestas “órdenes de arriba” de la Fiscalía sobre el novio de la presidenta madrileña (ambos obra de Rodríguez), entre otros, El debate, Libertad digital, Vozpópuli y un periodista de The Objective —este último, lo borró posteriormente—. Un exdirigente del PP asegura que ha visto a periodistas “cambiar informaciones después de recibir una llamada de Miguel Ángel, que conoce muy bien, por un lado, la actividad de la prensa, y por otro, la volatilidad de la opinión pública”: “Puede colocar lo que quiera. Ha convertido a algunos periódicos en la extensión del PP de Madrid porque para él es mucho más importante eso; tener relevancia nacional con lo que sea, que terminar una obra a tiempo”.

La periodista de TVE Silvia Intxaurrondo recuerda que cuando Eldiario.es publicó la primera información sobre el fraude del novio de Ayuso, llamaron a la Comunidad de Madrid “para contrastar”. “Una hora después, el PP tuiteó desde su cuenta oficial: ‘Esta mañana, el programa de Silvia Intxaurrondo pidió reacciones al PP acerca de una información sobre la pareja de Isabel Díaz Ayuso. No nos las pidieron sobre las informaciones que afectan a la mujer de Pedro Sánchez, ni nos consta que se las pidieran al PSOE”. “Esa fue”, opina la presentadora, “la luz verde del PP para que comenzara una estrategia disuasoria hacia la prensa: quien publique esta información, será señalado”: “Después, lo que hace Miguel Ángel Rodríguez es acusarme en un tuit de cobrar en b. Es decir, no solo te señalan con nombre y apellido, crean bulos para intentar disuadirnos”. Para Intxaurrondo, quienes difunden esas informaciones falsas “no pueden llamarse medios de comunicación”: “Son medios de extorsión y chantaje, que nunca llaman para contrastar lo que publican y que cada vez hacen más ruido”.

La cena del cuchillo

Ni la táctica de Rodríguez ni la reacción cuando se destapa es nueva. Mayo de 1997. El entonces presidente de Antena 3, Antonio Asensio, comparece en el Congreso de los Diputados. Denuncia que el entonces secretario de Estado de Comunicación y portavoz del Gobierno de Aznar le amenazó para que rompiera un acuerdo con el grupo PRISA, editor de EL PAÍS, sobre los derechos televisivos de los clubes de fútbol. Asensio aportó notas escritas por varios directivos de la cadena —Manuel Campo Vidal, José Oneto y Jesús Hermida— que fueron receptores de amenazas contra él: “Asensio no sabe lo que ha hecho firmando con [Jesús de] Polanco y le va a costar muy caro”; “Dile a tu jefe que terminará en la cárcel como Mario Conde, que vamos a ir a por él”; “No le van a servir de nada sus guardaespaldas porque el Gobierno tiene muchos más”... Rodríguez se justificó entonces: “Si lo dije, no lo hice con la intención de que mañana iba a hacer algo, sino dentro de la confianza que existía entre nosotros”. Cuando EL PAÍS le preguntó, la semana pasada por las amenazas a una periodista de Eldiario.es, respondió en la misma línea: “Hablo de esa manera con gente con la que tengo confianza. Es un modo bronco de decir que estaban inventando un caso donde no había”.

Campo Vidal, entonces vicepresidente de Antena 3, recuerda hoy: “Cuando firmamos el pacto con Polanco, en la nochebuena de 1996, el Gobierno de Aznar se lo toma como una traición. Luego hubo una cena de Miguel Ángel Rodríguez y Jesús Hermida con sus respectivas parejas. Según contó Hermida, en un momento de la cena, Rodríguez se puso de pie y escenificó la traición simulando que le estaban clavando un cuchillo. Pocos días después, además, se presentó una denuncia anónima contra Asensio en la Fiscalía Anticorrupción [fue archivada en 1998]”. En la carta que Campo Vidal redactó para Asensio y que este, a su vez, entregó en la comisión parlamentaria del Congreso, se añade: “28 de diciembre de 1996. A petición mía celebré un encuentro con Pedro J. Ramírez, director de El Mundo, en el hotel Villamagna, a las 20.00 horas. Pedro J., sin perder la compostura y en tono correcto, me indicó que lo mejor sería que te llamara a California [Estados Unidos] y que volvieras para deshacer el pacto del 24 de diciembre. Al manifestarle nuestro desacuerdo con esa propuesta, Pedro J. me dijo: ‘Entonces lo único que falta por saber aquí es si el Gobierno se atreverá a hacer de Antonio Asensio su caso Rumasa o su caso Banesto, procediendo a la intervención”.

El 10 de julio de 1998, al final de las preguntas en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, Miguel Ángel Rodríguez informó de su propio cese como portavoz del Gobierno de Aznar, asegurando que había sido “una decisión personal”. Para entonces, dirigentes del PP, varios ministros y sus socios parlamentarios de CiU habían pedido su destitución. Años después, Aznar recurrió de nuevo a sus servicios. En 2005, primer aniversario del atentado yihadista del 11-M, Rodríguez preparó un vídeo para su fundación, FAES, que acusaba a los terroristas de realizar los atentados “para cambiar el Gobierno de España” y a la izquierda de mentir para “aprovecharse políticamente del drama”, es decir, justo lo que había hecho el PP. La grabación está repleta de alusiones a ETA. Hace unos días, en el 20 aniversario de la masacre, FAES recuperó esa tesis: el bulo sobre el bulo. Como cada vez que hay un problema."               (Natalia Junquera , El País, 24/03/24)


 "Así financia Ayuso a la bulosfera y castiga a los medios “no afines”.

Desde que Esperanza Aguirre llegó en 2003 al poder de la Comunidad de Madrid (CM) vía Tamayazo, el alegre reparto anual de millones de euros de publicidad institucional ha sido la seña de identidad de los gobiernos regionales y locales del PP. Con el tiempo, ese riego incesante de dinero público ha favorecido la eclosión de una galaxia de medios, submedios y pseudomedios digitales: lo que antes se conocía como el sindicato del crimen, ahora se llama la fachosfera. Un denominador común es que estos medios son sumisos al poder que los financia y utiliza: ninguno repara en dedicar un trato exquisito a los presidentes y alcaldes del Partido Popular, aunque ello suponga a veces publicar bulos, hipérboles o infundios. 

Con los años, la sensación de que los medios ultras de Madrid marcan la agenda informativa del país entero se ha ido haciendo cada vez más palpable. Una parte de esa impresión se debe quizá a la aparición de esa pléyade de medios y seudomedios, muchos nacidos al calor del clientelismo del PP con la intención de utilizar las ayudas públicas para mentir, desinformar e intoxicar, lo que ha condicionado y ensuciado cada vez más el espacio público. 

Isabel Díaz Ayuso y sus medios afines llevan años acusando a Pedro Sánchez de ser un dictador, le llaman hijodefruta, felón y cosas peores, pero la realidad es que es la presidenta de la Comunidad de Madrid y su jabalí de confianza, Miguel Ángel Rodríguez, quienes han creado un autocrático sistema mediático / propagandístico, financiado generosamente, y cuyo objetivo máximo no es informar ni analizar la realidad, sino proteger y rendir pleitesía a la presidenta. 

Tras ayudarle a ganar su batalla contra Pablo Casado en 48 horas, e impulsarla hacia la mayoría absoluta en 2023, los comunicadores de cabecera de Ayuso se dedican estos días a defenderla 24/7 de sus dos grandes problemas: a) el protocolo de la muerte que acabó de forma cruel con la vida de 7.291 ancianos en las residencias, y b) el súbito enriquecimiento que su entorno Maserati (novio, madre, hermano, exnovio…) ha vivido desde que ella es presidenta. 

La Acorazada Mediática de Ayuso está formada por una treintena larga de medios: los hay grandes, medianos, pequeños e invisibles. Algunos publican todavía ediciones en papel, pero la mayoría son nativos digitales. La propaganda se difunde por tierra mar y aire, a través de webs, blogs, chiringuitos, tertulias, radios, algunas televisiones privadas y los dos estandartes públicos: Telemadrid y Onda Madrid.  

Ese entramado se financia en buena parte con dinero público. En 2022, Isabel Díaz Ayuso gastó al menos 13.234.287,50 euros* en campañas publicitarias, según ha podido confirmar CTXT a partir de los datos publicados en el Portal de Transparencia de la Comunidad y del ente Canal de Isabel II. 

El contrato principal, dividido en dos lotes, uno offline y otro online, y que se gestiona desde la Consejería de Presidencia, supuso un gasto en 2022 de al menos 11.481.777,15 euros. Pero los medios elegidos por el Gobierno Ayuso (que son los mismos desde hace dos años) obtienen además campañas y fondos adicionales del Canal de Isabel II y del Metro de Madrid. La inversión declarada por el Canal en su propio portal de Transparencia fue de 1.752.510,35 en 2022, para un total de 13,2 millones. 

Entrando en el detalle de las campañas, lo primero que llama la atención es que Ayuso repartió la inmensa mayoría del dinero entre cabeceras o bien ideológicamente afines, o neutras, o casi desconocidas, obviando en numerosas ocasiones los criterios objetivos que marca la Ley de Publicidad Institucional 13/2005, que en su preámbulo afirma: “La realización de las campañas institucionales de publicidad y de comunicación debe responder a los principios de eficacia, transparencia, austeridad y eficiencia”. Y que añade: "El propósito de la Ley es que toda la información llegue a todos los ciudadanos. Para ello, se ordena la utilización de medios, soportes o formatos que, por un lado, aseguren el acceso a la información de las personas con discapacidad y, por otro, atendiendo a criterios objetivos, garanticen mejor la difusión de los mensajes". 

Criterios subjetivos para blindar los bulos y proteger a la cloaca

La Comunidad justifica, sin el menor rubor, en su propio Portal de Transparencia, que reparte las campañas de prensa atendiendo a los habituales criterios "objetivos legales" pero añade otros dos que son, cuando menos, subjetivos y alegales: “La afinidad y la notoriedad”. 

La afinidad deja las manos libres a Ayuso para primar de forma arbitraria a los medios que le gusten sobre los que no, y la notoriedad supone un paso igual de peligroso, porque parece un ataque a la libertad de prensa sancionada en la Constitución (el derecho de la ciudadanía a recibir información plural, veraz y contrastada).

Desde hace cuatro años, en Madrid, si un medio emite mentiras, bulos, difamaciones y falacias, pero alcanza notoriedad con ello, o muestra afinidad con el gobierno, se le premia con fondos públicos. 

“La ley exige informar sobre los criterios de reparto por medios de comunicación, siendo los que se aplican criterios objetivos y técnicos como la audiencia, cobertura, frecuencia, notoriedad y afinidad”, dice la CM en su web oficial. “Estos criterios son medibles y la medición es realizada por empresas independientes a nuestra institución”. Ya saben: la notoriedad y la afinidad son criterios objetivos, técnicos y medibles por empresas independientes. 

Ese párrafo copia una respuesta oficial que el Gobierno de la Comunidad de Madrid dio en julio de 2022 a una pregunta parlamentaria de la exdiputada Alejandra Jacinto sobre el reparto de la publicidad del Canal de Isabel II.

Quizá por eso, el jefe de gabinete de Ayuso, Miguel Ángel Rodríguez, se ha sentido capaz de amenazar estos días a una periodista de elDiario.es con “triturar y cerrar” su medio, y ello pese a la notoriedad alcanzada por las informaciones sobre los pelotazos y los delitos fiscales admitidos por la ya imputada pareja de Ayuso. Por suerte para el digital de Ignacio Escolar, su exitoso modelo empresarial apenas notará la posible pérdida de los 130.000 euros que Ayuso tuvo a bien concederle en 2022. 

Las cifras del reparto

El análisis de las campañas distribuidas ese año muestra cómo funciona el modelo sectario del Gobierno Ayuso. Al menos 9,1 millones de euros gastados en inserciones publicitarias directas se destinaron a medios generalistas (supuestamente) informativos. El resto se repartió entre revistas especializadas (música, turismo…) y plataformas como Google, Instagram, Facebook o Tik Tok. 

De los 9.109.258,79 millones destinados a medios, al menos 6,21 millones fueron para la prensa escrita y 2,89 millones para medios audiovisuales. Si detallamos el reparto entre medios afines (o neutros) y no afines, la desproporción hacia los primeros es patente: 7,42 millones fueron para cabeceras y grupos amigos o neutros, frente a los 1,67 millones entregados a los enemigos

En la prensa escrita, el reparto global de cantidades más o menos relevantes fue el siguiente (subrayados en rojo los medios no afines, y en beige los conservadores, neutros y/o afines). 

La inversión de 6,21 millones en medios offline se repartió entre 46 medios, y se troceó en 1.165 campañas publicitarias, de las cuales casi el 90% (978 campañas) fueron a parar a medios afines o alejados de la información autonómica, como La Vanguardia. En dinero contante, los buenos también ganaron por goleada (5 a 1) a los malos: los primeros (34 medios en total) se repartieron 5,2 millones; los 12 medios “no afines” compartieron menos de un millón, 997.609,32 euros. 

Veamos las cantidades distribuidas entre los medios conservadores y ultraconservadores. El Mundo lidera la tabla con 56 campañas y 699.436 euros, seguido del gratuito 20 Minutos (Grupo Henneo) y del ABC, ambos por encima del medio millón de euros. La Razón, del Grupo Planeta, quizá uno de los menos leídos del pelotón, se llevó 69 campañas y más de 423.000 euros, con lo que superó a OkDiario, el portal de las cloacas. La web de Inda recibió 24 campañas y se embolsó más de 372.000 euros. Por su parte, La Vanguardia se tuvo que conformar con 123.000 euros. 

En la tabla destaca la partida Prensa Local y de Distrito, que recibió 789.000 euros: son los periódicos gratuitos de barrios y pueblos que se pueden recoger por los portales de las casas. Propaganda de cercanía. 

Nótese también la equilibrada generosidad de Ayuso al financiar a la abigarrada galaxia de medianos, pequeños, diminutos e irrelevantes chiringuitos de la fachosfera y la bulosfera. 

El reparto entre los medios no afines al Gobierno Ayuso confirma el sesgo de arbitrariedad. elDiario.es es el segundo que más dinero recibe, tras El País (el líder de la prensa nacional es solo el segundo que más campañas y dinero obtuvo, por detrás de El Mundo). De la misma forma, elDiario.es tuvo menos ayuda que, por ejemplo, Libertad Digital (el medio escrito de Jiménez Losantos) o Vozpópuli (fundado por Jesús Cacho). Mientras, ABC o La Razón duplicaron los ingresos de La Vanguardia y recibieron cerca del 80% de lo que recibió El País

[Sorprendentemente, en la lista aparece esta revista, a la que la CM llama Contexto, con una aportación de 1.049,99 euros. Debemos aclarar que CTXT nunca recibió ese dinero, ni ha recibido un euro de ninguna institución madrileña desde 2020. Desde ese año no supimos nada de la agencia de medios que reparte las campañas de la CM, Irismedia. Cuando en 2023 publicamos que cinco medios estábamos estudiando denunciar el veto de Ayuso y Almeida, la agencia nos hizo una oferta que declinamos: un anuncio de un mes de duración, a cambio de 363 euros. Irismedia es la agencia de confianza de la CM desde hace años; repartió las campañas de 2022 y 2023, y en septiembre de 2023 obtuvo la prórroga del Acuerdo Marco, que durará hasta el 26 de diciembre de 2024]

Como se puede deducir de la tabla anterior, el veto de Ayuso a la mayoría de los medios digitales progresistas y de izquierdas siguió vigente durante 2023 y seguirá vigente durante 2024. Cabeceras consolidadas, con millones de lectores anuales (no de pinchazos), y que trabajan con altos estándares profesionales y éticos como Infolibre, CTXT, El Salto o La Marea no recibirán, un año más, ni un euro de los impuestos de los madrileños y madrileñas.  

Veamos para acabar el pastel de los medios de radio y televisión. Aquí la desproporción entre lo que recibieron los medios amigos y los críticos es igualmente palpable. Entre la COPE (Conferencia Episcopal), el Grupo Planeta (Onda Cero), y Telemadrid y Onda Madrid (Ayuso) se llevaron casi toda la inversión. De un total de 2,89 millones gastados, 2,2 millones fueron destinados a diez medios afines y apenas quedaron 681.000 euros para los no afines.

EdATV, un chiringuito fascista, recibió 26.500 euros. Jiménez Losantos (Esradio) cobró 242.415,35 euros. Sumados a los 213.170,05 euros que recibió como medio escrito en Libertad Digital, el ardoroso líder de opinión del ayusismo se embolsó 475.585,40 euros en 2022. 

A modo de resumen: de los al menos 9,1 millones de euros de dinero público destinados en 2022 por la CM a inserciones publicitarias en medios, Ayuso entregó 7,42 millones a diarios afines o neutros y 1,67 millones a medios más críticos, dejando fuera del todo a los medios más progresistas. Es una desproporción brutal, de 7 a 1, que coarta el derecho legal de toda la ciudadanía madrileña a conocer la información institucional de la CM, y que excluye y castiga a muchos medios y lectores que prefieren un periodismo distinto. 

Al incorporar la afinidad y la notoriedad como criterios para el reparto, el Gobierno regional (y el ayuntamiento) protegen además a numerosos medios basura, irrelevantes o intoxicadores, que no tienen un solo suscriptor y a veces ni siquiera plantilla, y ponen en peligro la supervivencia de cabeceras que defienden un periodismo ético, no partidista y de servicio público.

En 2023 y 2024 (los datos no se conocen todavía), pueden estar seguras, todo lo que hemos contado aquí habrá sido (y será) bastante peor. "               (Miguel Mora, CTXT, 23/03/24)

18/3/24

Los que no tienen miedo a Miguel Ángel Rodríguez... La soberbia y el descaro son el pasaporte del impune. Isabel Díaz Ayuso es como es porque Miguel Ángel Rodríguez le ha enseñado que el poder preautoritario que tienen en la Comunidad de Madrid se ejerce sin pedir perdón y sin dar un paso atrás... Su chulería y comportamiento de artes mafiosas quedan reflejados en la literalidad de su mensaje: “Os vamos a triturar, vais a tener que cerrar. Que os den. Idiotas”... Solo se atreve a hablar así, de forma abierta, dejándolo por escrito, quien está acostumbrado a levantar un teléfono para dictar a qué periodista quitar de una mesa o de una redacción cuando considera que el mensaje no es el propicio para sus intereses. Escribir en Madrid contra Isabel Díaz Ayuso es la manera más rápida de poner en peligro tu trabajo si eres periodista... Miguel Ángel Rodríguez es el mayor peligro que hay en este país para la libertad de prensa, pero la servidumbre que una parte importante de la prensa de este país le proclama defiende su proceder porque es el que les garantiza la viabilidad empresarial...El temor a sus arrebatos de ira está en los medios en los que puede cortar el suministro de fondos... En Madrid hay miedo a MAR. Miedo a Miguel Ángel Rodríguez, porque saben que Ayuso es la clave de bóveda que sustenta el ingente trasvase de dinero público a las cuentas de resultados de gran parte de la prensa madrileña (Antonio Maestre)

"La soberbia y el descaro son el pasaporte del impune. Isabel Díaz Ayuso es como es porque Miguel Ángel Rodríguez le ha enseñado que el poder preautoritario que tienen en la Comunidad de Madrid se ejerce sin pedir perdón y sin dar un paso atrás. Con soberbia, crueldad y altanería. Solo bajo ese prisma de autopercepción es comprensible que el jefe de gabinete de la lideresa amenazara a este diario tras la publicación de las informaciones sobre la pareja de Ayuso dejándolo por escrito. Su chulería y comportamiento de artes mafiosas quedan reflejados en la literalidad de su mensaje: “Os vamos a triturar, vais a tener que cerrar. Que os den. Idiotas”.

Solo se atreve a hablar así, de forma abierta, dejándolo por escrito, quien está acostumbrado a levantar un teléfono para dictar a qué periodista quitar de una mesa o de una redacción cuando considera que el mensaje no es el propicio para sus intereses. Escribir en Madrid contra Isabel Díaz Ayuso es la manera más rápida de poner en peligro tu trabajo si eres periodista. Puede que otros busquen el mayor riesgo para el ejercicio de la prensa libre entre los que tienen apuntados en su lista de fobias, pero el que de verdad se atreve a perseguirte para acabar con tu carrera está hoy a sueldo de Isabel Díaz Ayuso.

Miguel Ángel Rodríguez es el mayor peligro que hay en este país para la libertad de prensa, pero la servidumbre que una parte importante de la prensa de este país le proclama defiende su proceder porque es el que les garantiza la viabilidad empresarial. Publicar informaciones en contra de Isabel Díaz Ayuso tiene un coste laboral inmediato en todos aquellos lugares donde el jefe de gabinete tiene fuerza para imponer su voluntad. Telemadrid y Mediaset me echaron por publicar informaciones ciertas sobre la gestión de Isabel Díaz Ayuso porque Miguel Ángel Rodríguez tiene que dejar claro ante todo el mundo que cuenta con la capacidad para perjudicar laboralmente. Yo ya lo sé, lo viví, pero además tiene el efecto de influir al resto porque enseña cabezas de periodistas como aviso a navegantes para quien ose perturbar el poder de su señora.

El temor a sus arrebatos de ira está en los medios en los que puede cortar el suministro de fondos. El plan de medios es su arma principal. En Madrid no hay playa, pero la derecha mediática y política tiene talasofobia. Miedo a MAR. Miedo a Miguel Ángel Rodríguez. La talasofobia se siente en los balbuceos de Jorge Bustos cuando le piden que opine sobre el caso del novio de Ayuso, porque entiende que una palabra mal medida le va a propiciar un mensaje furibundo de Miguel Ángel Rodríguez, recordándole quién pone ahí tanto dinero de publicidad institucional y quién tiene la capacidad para acabar con una carrera cuando se sirve a la derecha. Si se atreve a amenazar a una periodista de elDiario.es cómo no va a levantar un teléfono para dar consignas a quien trabajó con él junto a Ayuso y ahora dirige la comunicación de uno de los grupos televisivos de este país.

Pero el miedo también llega a Sol. El periodismo libre les hace daño y las informaciones sobre su pareja la tienen noqueada. Los nervios de Isabel Díaz Ayuso y su jefe de gabinete quedan en evidencia porque conducen a los medios a los que nutren de dinero público en forma de patrocinios y publicidad institucional hacia la pérdida del decoro con la publicación de noticias falsas tan escandalosas que no duran ni un día en ser desmentidas de manera clamorosa. El funcionamiento de la mentira y la posverdad se entienden perfectamente con la noticia de la filtración de los correos de los acuerdos de la pareja de Ayuso para reconocer ante la Fiscalía los delitos que había cometido.

El servilismo del diario El Mundo a Ayuso y las órdenes de su jefe de gabinete es absoluto. Miguel Ángel Rodríguez filtró a Esteban Urreiztieta, subdirector del diario El Mundo, un correo de la Fiscalía. La noticia fue la siguiente: “La Fiscalía ofrece a la pareja de Ayuso un pacto para que admita dos delitos fiscales. El Mundo revela el mail enviado a su defensa apenas dos horas después de estallar el caso”. La noticia era mentira. No sabemos si Urreiztieta sabía que era falsa y simplemente cumplía órdenes de Miguel Ángel Rodriguez o si el jefe de gabinete de Ayuso le engañó. Viendo la reacción posterior del periódico tras modificar la noticia sin disculparse se puede inferir lo que ocurrió de manera muy sencilla.

La realidad es que el abogado de la pareja de Isabel Díaz Ayuso mandó un correo a la Fiscalía pidiendo un acuerdo, reconociendo los delitos fiscales y asumiendo que tendría que pagar la multa con recargo para evitar una pena de prisión. Lo normal en este caso sería replegar velas, callarse y esconderse en una cueva. Pero eso solo es posible si Miguel Ángel Rodríguez te deja hacerlo, y a El Mundo lo va a seguir usando siempre que sea posible. La estrategia para ocultar la mentira es acusar a la Fiscalía de haber filtrado una petición de acuerdo de un abogado cuando lo que hizo es desmentir una información falsa facilitada por una de las partes. Los medios como El Mundo, que quisieron mentirnos para salvar a Ayuso, y el propio Miguel Ángel Rodríguez, señalan a la Fiscalía, con la participación del resto de medios conservadores y el Colegio de Abogados de Madrid, por haberles dejado con el culo al aire al no tolerar que se difundiera una mentira que echaba por tierra el trabajo de la Fiscalía.

Las noticias sobre los delitos de la pareja de Isabel Díaz Ayuso están tensando a la reacción porque ve en peligro cierto a quien proporciona grandes réditos y beneficios al negocio. La misma situación se dio en las primeras semanas de la pandemia, cuando los medios de comunicación sometidos a las directrices del gabinete de Ayuso consideraron que era el momento para derrocar al gobierno de la nación y aupar a la que es su apuesta. La defenderán por encima de cualquier consideración ética, deontológica y moral porque saben que Ayuso es la clave de bóveda que sustenta el ingente trasvase de dinero público a las cuentas de resultados de gran parte de la prensa madrileña.

Las amenazas de Miguel Ángel Rodríguez contra elDiario.es por las investigaciones que se están realizando sobre los delitos fiscales de la pareja de Ayuso y el patrimonio que la presidenta disfruta se deben a la impotencia de saber que no puede actuar contra sus periodistas porque están fuera del alcance de su ira. Miguel Ángel Rodríguez no calculó bien su ansia de venganza, cuando consigue que nos echen de los trabajos donde tiene poder deja de dar miedo y ya no tiene nada con lo que amenazar. Aquí escriben los que no te tienen miedo."                           (Antonio Maestre, eldiario.es, 16/03/24)

19/10/23

Dado que los países del bloque de la alianza estadounidense son todos democracias liberales, el problema de controlar la opinión pública es central. Así comenzó una batalla fundamental por las almas de las poblaciones occidentales, y esta batalla tiene su epicentro no en Estados Unidos, sino en Europa... En este contexto, el control de los flujos de opinión pública es crucial... el tiovivo de modificaciones y correcciones de páginas de Wikipedia con contenido incómodo ha comenzado de nuevo, como en el caso de Ucrania... la UE ha pedido a META que elimine de sus plataformas todos los contenidos considerados «desinformación», so pena de multas de hasta el 6% de la facturación global... El método ya no es el de la censura sistemática, sino el de la manipulación y la censura cualificada... podemos tomar el ejemplo de la «noticia» de hace cuatro días sobre los 40 recién nacidos decapitados por Hamás. La noticia se difundió basándose en rumores y al día siguiente fue la noticia principal en más o menos todos los periódicos del mundo. Ayer, la periodista de CNN Sarah Snider, que inicialmente hizo viral la «noticia», se disculpó porque la noticia no fue confirmada posteriormente... la asimetría entre las noticias sensacionalistas que aparecen en primera plana en todo el mundo y las dudas que posteriormente se filtran aquí y allá entre líneas equivalen a nivel político a haber dirigido a la mayoría de la opinión pública en una dirección definida (desdén ataque emocional contra los asesinos), aunque dentro de unos meses o años se admitiera tranquilamente que la noticia carecía de fundamento... En el mundo contemporáneo no hay necesidad de intentar la compleja pero inútil tarea de bloquear el 100% de la información verdadera. Basta manipular, censurar, filtrar selectivamente para las masas públicas y durante el tiempo suficiente para crear un cierto daño irreversible

 "La fase histórica que estamos viviendo está marcada por una crisis profunda, quizás terminal, del imperio estadounidense. Con el reflujo de la globalización económica y el declive del control estadounidense sobre el mundo, los procesos de intervención, chantaje y desestabilización estratégica promovidos por los centros de poder estadounidenses se han acelerado.

Dado que los países del bloque de la alianza estadounidense son todos democracias liberales, el problema de controlar la opinión pública es central. Así comenzó una batalla fundamental por las almas de las poblaciones occidentales, y esta batalla tiene su epicentro no en Estados Unidos, sino en Europa, donde la tradición de una cultura crítica y plural era mucho más vigorosa que en Estados Unidos.

El primer paso en esta dirección fue el sometimiento de la Unión Europea a la cadena de mando estadounidense, un sometimiento puesto a prueba por el acontecimiento pandémico, y ahora completo. Pocos recuerdan que el proyecto europeo nació con el auspicio de representar un contrapeso al poder estadounidense, un tercer polo organizado que evitaba no sólo el modelo soviético, sino también el de los aliados estadounidenses.

Este papel autónomo, inspirado en la experiencia de los Estados de bienestar europeos de posguerra, entró en crisis con la transformación de la Comunidad Europea en Unión Europea, con el giro neoliberal del Tratado de Maastricht, y hoy es sólo un recuerdo lejano.

Para comprender los extremos de la actual batalla por las almas, echemos un vistazo, a modo de muestra, a algunos acontecimientos recientes relacionados con el conflicto palestino-israelí.

En los últimos días, la UE ha pedido a META que elimine de sus plataformas todos los contenidos considerados «desinformación», so pena de multas de hasta el 6% de la facturación global.

El comisario europeo Thierry Breton intervino oficialmente ante Elon Musk para solicitar intervenciones de control y censura sobre la «desinformación» en Twitter con motivo del conflicto palestino-israelí.

La Ley de Servicios Digitales aprobada por la Unión Europea en 2022 es la primera intervención legislativa que institucionaliza la censura en las plataformas de medios europeas. Por supuesto, lo que recibe el estigma de «desinformación» y «noticias falsas» son siempre sólo las tesis que perturban la narrativa actual, y el control sobre las agencias de «verificadores de datos independientes» garantiza que continuamente se levantan las bolas adecuadas para aplastar por las autoridades.

Mientras tanto, el tiovivo de modificaciones y correcciones de páginas de Wikipedia con contenido incómodo ha comenzado de nuevo, en la misma línea que se ha visto en el caso de Covid y Ucrania.

En Italia, el aparato de porras mediáticas permanentes que pueblan la televisión y los periódicos ha activado las ya habituales expediciones punitivas contra los disidentes con un perfil público significativo. Así, Alessandro Orsini y Elena Basile se han convertido en objeto insistente de burlas, emboscadas mediáticas y fatwas.

 El pobre Patrick Zaki, como ídolo mainstream, cayó instantáneamente en desgracia al disputar candidaturas europeas y diversos beneficios por haber dicho ingenuamente lo que pensaba sobre Israel y Palestina. Moni Ovadia, para quien los medios de comunicación no pueden recurrir a la habitual ecuación antisionista = antisemita, ha sido instado a dejar su puesto de director del teatro municipal de Ferrara.

A nivel internacional, cualquier periodista que no se limite a copiar sistemáticamente los documentos del aparato estadounidense corre el riesgo de ser alcanzado accidentalmente por una ametralladora. Esto es lo que les pasó ayer a los periodistas de Reuters y Al Jazeera, pero la lista de periodistas asesinados por el ejército israelí en los últimos años es larga.

Menos mal que hay periodistas como los nuestros, que se sientan en el comedor romano haciendo girar banderas y practicando ventriloquia para su amigo americano; de lo contrario no sabríamos dónde transmitir beneficios y reconocimientos.

En esta fase, el interés estadounidense se dirige enteramente a la multiplicación de los focos de conflicto porque esto le permite aprovechar sus dos últimas fortalezas residuales: la continua preeminencia en armamento convencional y la ubicación geográfica aislada, que hace a Estados Unidos inmune a los ataques. consecuencias inmediatas de los conflictos que reaviva.

 Desde esta perspectiva entendemos lo que se reveló ayer al leer correos electrónicos internos (Huffington Post), a saber, que el Departamento de Estado de los EE.UU. ha desalentado a los diplomáticos que trabajan en cuestiones de Oriente Medio a hacer declaraciones públicas que contengan palabras como «desescalada», «alto el fuego», «fin de la violencia», «derramamiento de sangre», «restablecimiento de la calma». Las órdenes del equipo son echar más leña al fuego.

En este contexto, el control de los flujos de opinión pública es crucial.

El método –es importante comprenderlo– ya no es el de la censura sistemática que exigían los autócratas de hace un siglo, sino el de la manipulación y la censura cualificada.

A este respecto, podemos tomar el ejemplo de la «noticia» de hace cuatro días sobre los 40 recién nacidos decapitados por Hamás. La noticia se difundió basándose en rumores y al día siguiente fue la noticia principal en más o menos todos los periódicos del mundo. Ayer, la periodista de CNN Sarah Snider, que inicialmente hizo viral la «noticia», se disculpó porque la noticia no fue confirmada posteriormente. Sky News dijo hoy que la noticia «aún» no ha sido confirmada (después de cuatro días, ¿en qué se fían?, ¿en los expertos en efectos especiales?)

Ahora bien, hay quienes dirán ingenuamente que esta admisión de CNN es una señal de que existe libertad de prensa en Occidente. Pero, naturalmente, la asimetría entre las noticias sensacionalistas que aparecen en primera plana en todo el mundo y las dudas que posteriormente se filtran aquí y allá entre líneas equivalen a nivel político a haber dirigido a la mayoría de la opinión pública en una dirección definida (desdén ataque emocional contra los asesinos), aunque dentro de unos meses o años se admitiera tranquilamente que la noticia carecía de fundamento.

Es lo que podríamos llamar el “método Colin Powell”, o el método de “los indios buenos son los indios muertos”.

Primero, se crea un caso suficiente para demonizar a una de las partes y se hace con suficiente vigor para producir una operación de exterminio.

Tras lo cual, una vez concluida la operación, admite caballerosamente que en realidad las cosas no fueron exactamente así, al tiempo que alardea de su honestidad y transparencia.

Primero se agitan frascos de supuestas armas químicas ante la ONU, un Estado soberano, se arrasan mujeres, niños, perros y hámsters, luego, años más tarde – entre un whisky y otro – se admite con una sonrisa distraída que, bueno, fue un estratagema, qué queremos hacer, quienquiera que hubiera tenido.

Primero se extermina a la población nativa de indios pieles rojas, pintándolos como monstruos sedientos de sangre blanca, luego, cuando ahora se los reduce a atracciones folclóricas, se inicia una cinematografía llena de buenos indios y colonos concienzudos.

En el mundo contemporáneo no hay necesidad de intentar la compleja pero inútil tarea de bloquear el 100% de la información verdadera. Basta manipular, censurar, filtrar selectivamente para las masas públicas y durante el tiempo suficiente para crear un cierto daño irreversible.

Pero el cínico se engañaría si pensara que hoy este juego destructivo tiene sólo unos pocos millones de «peones palestinos prescindibles» en su centro. Si la situación no se congela y calma inmediatamente, los pueblos europeos están y estarán, ante todo, en el centro de la actual gran operación de demolición.

Es Europa la que ya sufre y sufrirá el impacto de la devastación de las relaciones hacia el Este con la guerra en Ucrania.

Y es Europa la que sufrirá el impacto de una desestabilización duradera en Oriente Medio, donde un conflicto que involucra a Israel, Siria, Líbano, Irán y quizás también Irak, Egipto, Jordania, etc. representaría una bomba social y económica indefinida para Europa, sin mencionar los riesgos de una participación directa en una guerra.

Y curiosamente, el único denominador común de estos conflictos reside en el papel de EE.UU., que es también la fuerza que mayores beneficios saca de ellos y la que tiene mayor capacidad de influencia en los medios internacionales.

Pero no hace falta decir que cualquiera que conecte los puntos es un teórico de la conspiración."

(ANDREA SHOK. PROFESOR DE FILOSOFIA MORAL DE LA UNIVERSIDAD DE MILÁN, Observatorio de la crisis, 18/10/23)

7/10/22

La UE faculta a los gigantes de internet para censurar información en crisis como la guerra de Ucrania

 "El Reglamento Europeo de Servicios Digitales (DSA, por sus siglas en inglés) ha finalizado su tramitación con una redacción mucho más moderada que el texto inicial, aunque con una 'sorpresa': la introducción de un artículo (27 a), que describe un "protocolo de crisis" con el que la Comisión Europea —el Ejecutivo comunitario— puede exigir a uno o varios grandes proveedores de servicios de internet en casos de crisis grave que apliquen inmediatamente medidas "específicas, efectivas y proporcionadas" para prevenir, eliminar o limitar cualquier contribución —o sea, contenidos— a "amenazas graves".

Se trata de una medida de excepción que afecta al derecho fundamental a la libertad de expresión, pero para cuya aplicación, según esta nueva norma, no parece necesario establecer control judicial alguno.

La resolución ha sido introducida a raíz de la invasión de Ucrania por Rusia y la "manipulación de la información online", según afirma abiertamente la propia Comisión en su nota informativa. Y la idea es establecer un sistema de bloqueo de información rápido —de "moderación"— en casos "excepcionales" o como respuesta a una crisis.

Para que el Ejecutivo comunitario pueda adoptar estas medidas tiene que darse una crisis grave con "circunstancias extraordinarias que dan lugar a una amenaza grave para la seguridad o la salud pública en la Unión o en partes significativas de ella": casos como "conflictos armados o actos de terrorismo, conflictos emergentes, desastres naturales como terremotos y huracanes, así como pandemias y otras amenazas transfronterizas graves para la salud pública".

Cabe recordar que el Reglamento ya aprobado, como tal, será de aplicación directa en todo el territorio comunitario cuando entre en vigor y sin que sea necesaria su trasposición en cada país.

¿Y la separación de poderes?

Esta medida, que ya fue discutida el pasado mes de abril pero que ahora queda fijada en el texto del Reglamento, da cobertura legal a decisiones dudosas como la que anunciaron en febrero la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el alto representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, de bloquear la difusión de los medios público rusos Russia Today (RT) y Sputnik, considerados "la maquinaria mediática del Kremlin", y sus filiales. Esa inédita decisión fue respaldada por un decreto europeo de urgencia publicado el 1 de marzo, días después de su anuncio.

Varios grupos europeos alertaron en abril de este año de que "el mecanismo propuesto es un empoderamiento demasiado amplio de la Comisión Europea para declarar unilateralmente un estado de emergencia en toda la UE", dado que "las decisiones que afectan la libertad de expresión y el acceso a la información, en particular en tiempos de crisis, no pueden ser tomadas legítimamente a través del poder Ejecutivo únicamente".

El abogado especializado en tecnología y director jurídico de la Plataforma para la Defensa de la Libertad de Información (PLI) Carlos Sánchez Almeida comenta a Público que "la pregunta que tenemos que hacernos es cómo encaja todo esto en el artículo 20 de la Constitución Española, que proscribe la censura previa y exige que todo secuestro de publicaciones tenga autorización judicial". Es decir, ¿cómo puede garantizar Bruselas la separación de poderes, que es clave para que exista una democracia real, con esta normativa?

"La solución a esto podría ser similar a la que tuvo que adoptar la llamada Ley Sinde: hay que regular la intervención de un magistrado de lo contencioso-administrativo para que autorice las medidas", dice Almeida, que añade ironía: "Un magistrado que tendría que ser del Tribunal Supremo [en el caso de España], como el que controla el CNI, si la medida es acordada por un Consejo de Ministros erigido en Inquisición Mayor del Reino".

Las plataformas vigilarán, juzgarán y bloquearán

En virtud de la DSA, Bruselas podrá pedir a grandes o muy grandes proveedores de servicios (como Google, Apple, Meta, Twitter, etc.), ya sean grandes plataformas o grandes buscadores, que evalúen en primer lugar en qué medida el funcionamiento y uso de su servicios contribuyen (o "puedan contribuir") significativamente a un grave amenaza. Tras ello, estas compañías tendrán que "identificar y aplicar medidas específicas, eficaces y proporcionadas" para "prevenir, eliminar o limitar tal contribución a la amenaza grave identificada". Es decir, que se deja en manos de estas plataformas la decisión y responsabilidad de censurar contenidos eventualmente.

Por último, deberán informar a la Comisión en una fecha determinada —o a intervalos regulares— "del contenido exacto, implementación e impacto cualitativo y cuantitativo de las medidas específicas tomadas".

Para ello, los proveedores de servicios "tendrán debidamente en cuenta la gravedad de la amenaza", la "urgencia de las medidas" y "los efectos reales o potenciales implicaciones para los derechos e intereses legítimos de todas las partes involucradas, incluido el posible incumplimiento de las medidas para respetar los derechos fundamentales". Dicho de otro modo, las plataformas serán las que decidan qué censurar en primer lugar.

Tal y como prevé Almeida, con este Reglamento "Bruselas va a poder hacer en toda la EU lo que los diferentes Ejecutivos nacionales, como el español, tienen prohibido por ser inconstitucional".

"Lo han regulado exhaustivamente", comenta a Público el catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad de València Lorenzo Cotino, que admite que "puede ser inquietante, pero no hay que excluir que cuente con garantías que puedan ser suficientes, pues para situaciones extraordinarias es de interés contar con regulación".

Según este experto, "las actuaciones que se adopten en todo caso deben poder ser sujetas a los mecanismos de garantías oportunas" y para ello "es esencial que sean conocidas para demandar transparencia respecto de las mismas y, en su caso, recurrirlas ante las autoridades oportunas (judiciales, independientes, etc.)".

Estas medidas excepcionales, que deberán anunciarse públicamente, no podrán durar más de tres meses (prorrogables otros tres meses), según establece el artículo. Además, la propia Comisión puede revocar su decisión en cualquier momento, especialmente "cuando no existan motivos para aplicarlas.

Una "primicia mundial" 

Para la Comisión Europea, esta regulación (la DSA) es toda una "primicia mundial en el campo de la regulación digital", ambiciosa en cuanto a la regulación de las plataformas y los proveedores de servicios de internet, y que "a la vez preserva los principios básicos del mercado interior".

Asimismo, esta norma está "diseñada de manera asimétrica, lo que significa que los servicios intermediarios más grandes con un impacto social significativo (grandes plataformas y grandes buscadores) están sujetos a reglas más estrictas" que las compañías más pequeñas.

La norma será de aplicación directa en todo el territorio UE pasados 15 meses desde su publicación en el Diario Oficial de la Unión Europea, que aún no tiene fecha."              (Pablo Romero, Público, 05/10/22)

18/10/21

El artista de comics ‘Puño’ narra un caso de censura que sufrió en la época de Ana Botella al frente del Ayuntamiento de Madrid por culpa de Florentino Pérez

 "David Cortés Ruiz, ‘Davín’, era el nombre del ya fallecido dibujante de cómics al que invitó ‘Puño’ a exponer en un conocido ciclo de exposiciones de la capital en los años en los que gobernó la polémica Ana Botella, del Partido Popular, entre 2011 y 2015.

‘Davín’, un obstinado dibujante de relatos relacionados con ciudades, decidió llevar al evento una obra donde llamaba “Florentino” a la urbe en la que ocurrían los acontecimientos que quería contar. “Hizo un cómic sobre un Madrid (aún más) apocalíptico que se fagocitaba a sí mismo (aún más) y que cambiaba su nombre por FLORENTINO”, cuenta ‘Puño’ en su timeline.

Se imprimieron las hojas en tamaño de dos metros, como era habitual, sin embargo, los organizadores de la exposición decidieron que el cómic de ‘Davín’ no podía salir. “Cuando llegué a la inauguración, los responsables del lugar estaban alarmados. ESTO NO PUEDE SALIR ASÍ, me dijeron. PÍDELE AL AUTOR QUE LO CAMBIE. Cada página expuesta medía dos metros, eran enormes, y habían tapado el nombre de Florentino con esparadrapo blanco”.

 ‘Puño’, en ejercicio de sus funciones, puso en conocimiento del autor de Florentino de los acontecimientos. “Si no podía decir que la ciudad pertenecía a Florentino PORQUE la ciudad pertenece a Florentino, pues prefería que esa censura con esparadrapo fuera evidente”, contestó para, posteriormente, rellenar a mano en cada fanzine repartido los huecos en blanco con el nombre de su ciudad.

“Sí, sí que existe la censura en España. Sigue existiendo”, concluye ‘Puño. “Cada vez que alguien lo niega me acuerdo del Florentino tapado con esparadrapo”.      (Alba González, LHU, 23/07/21)

Reapareció Pablo Iglesias tras meses de silencio en redes, desmintiendo el último bulo difundido en la tele, y explicó como operan en connivencia, los medios y la ultraderecha. Fue la 5ª mentira del mismo medio sobre el falso cambio de vivienda

Julián Macías Tovar @JulianMaciasT

 Reapareció @PabloIglesias tras meses de silencio en redes desmintiendo el último bulo difundido en la tele y explicó como opera en connivencia los medios y la ultraderecha. Fue la 5ª mentira del mismo medio sobre el falso cambio de vivienda. ABRO HILO

Como dice Pablo Iglesias, un diario fake lanza un bulo que replica la ultraderecha y medios más grandes como teles. Galiacho, lanzó en directo 7 bulos: ¿Pablo va esporádicamente a la universidad de Perú y a asesorar al presidente? ¿Sabes algo de la casa?: "Bueno, estamos en ello"

Julián Macías Tovar @JulianMaciasT

 Peruanos protestando frente a un hotel en Lima, pensando que está Pablo Iglesias. La falta de ética profesional de los medios le da alas hasta niveles surrealistas a la estrategia de la mentira y el odio de la ultraderecha internacional con la ayuda de Atlas Network y El Yunque.

Todo empezó... oh casualidad! por una de las homilías de Losantos en la que mezcla como nadie mentiras y odio con una velocidad endiablada. Beto Ortíz de Willax (La FOX News peruana) con el mismo estilo que Losantos y misma frecuencia de mentira por palabra replica la mentira

Algunos medios de Perú ampliaron la noticia, el resto callaron, y casi ninguno hizo su trabajo. El recomendable programa #LaEncerrona de Marcos Sifuentes (@ocram) fue el único que paró el bulo y puso en su sitio a los dos contaminadores informativos.

Todo parece planificado con un guion usado en otras elecciones en otros países. La confusión fue acompañada por una cuenta falsa que simula ser de Perú Libre desde la que se anunció la reunión entre Pedro Castillo y Pablo en el hotel Sheraton. También lanzan mensajes violentos.

Si analizamos la cuenta creada hace dos meses podemos ver que la primera cuenta que le sigue es una cuenta venezolana cuyas cuentas más retuiteadas son las de Leopoldo López y Maria Corinna, y usa HT como #NoAlCastroChavismo. El resto cuentas bloqueadas o con 0 seguidores.

La cuenta apoya lo que parece un remake del acto de VOX en Vallecas, donde Keiko Fujimori hace el papel de Abascal enfrentándose a la gente. La estrategia parece replicar una acción para presentar al rival político como violento como hicieron con podemos:

La estrategia de emular violencia con cuentas falsas simulando que el ataque viene desde la izquierda es clásico desde la ultraderecha, uno de los ejemplos fue esta campaña simulando que antifascistas querían lanzar piedras en una manifestación de VOX.

Quienes fueron a manifestarse frente al hotel Sheraton simulando que Pablo Iglesias estuviera son seguidores de Keiko Fujimori que protagonizan actos violentos y simbología nazi, se hacen llamar "La resistencia" termino usado por medios y seguidores de la ultraderecha en España.

Y aunque parezca increíble la falta de rigor periodístico falla en medios tan importantes como Infobae (digital más leído en Argentina), Revista Caretas y Panamericana TV, dos de los principales medios de Perú y la plataforma Yahoo!

Pero ¿Quienes difundieron el bulo antes que los medios grandes lo publicaran? En los últimos 3 días Pablo Iglesias fue mencionado en más de 20K tuits en la región de Perú y países colindantes. Principalmente por las cuentas de ultraderecha y medios de fake asociados.

Por ejemplo la periodista venezolana Nitu Pérez, con 2 millones de seguidores, colaboradora de La Gaceta, el diario de VOX y de Factores de Poder, el programa de Patricia Poleo, quien publicó el documento falso de un supuesto pago de 272.000$ a Podemos.

Gran parte de medios y actores del entorno de Atlas network como el canal de Estado de Alarma, pinochetistas que apoyan a Kast en Chile, o el profesor Miklos Lukacs, muy presente en actos y emisiones de fundaciones de Atlas network como Civismo en España.

Digitales difundieron el bulo incluyendo el tuit de la cuenta falsa simulando la cuenta de Perú Libre, donde incluía una carta de "Actua Familia", su coordinador escribe en Actuall, web vinculada a El Yunque, y participa Vanessa Vallejo de Atlas Network y La Gaceta (VOX)

Vanessa Vallejo antes de fichar por el diario que depende de la fundación de VOX lo hacía en el diario de Atlas Network Panam Post, y participó activamente en las campañas en redes atacando al gobierno con uso masivo de bots.

En este hilo ya hablé que detrás del acoso desde hace un año a la familia de Pablo están señalados en sede judicial como miembros de la organización secreta y paramilitar denominada El Yunque, y en la actualidad colabora en La Gaceta, el diario de VOX.

Si nos fijamos en los creadores de la noticia falsa trumpista acusando a Pablo de visitar Perú para organizar un fraude electoral, o quien difunde la manifestación frente al Hotel Sheraton, se definen en su bio provida o repiten el rito de El Yunque: Dios, Patria, Yunque.

Este es un fragmento del rito de la secta paramilitar de El Yunque que arranca con el grito: Dios, Patria, Yunque, y tras el cual se anuncia la misión celestial que tienen en el mundo, y por la que deben guardar el secreto y obedecer al superior por encima de cualquier cosa.

No parece casual el apoyo de Mario Vargas Llosa, presidente de la Fundación Internacional de La Libertad, perteneciente a Atlas Network, a Keiko Fujimori. Vargas Llosa también participó en un acto el día de reflexión de las elecciones de Madrid.

Ayuso participó en un acto de presentación de unas jornadas invitado por Vargas Llosa, donde confesó su voto por ella y su satisfacción por hacerlo. En ella Ayuso inició con citas de Reagan y Juan Pablo II, la escuela conservadora liberal de Aguirre.

Esperanza Aguirre además de ser muy activas en actos con el entorno de fundaciones de Atlas Network donde Vargas Llosa y Losantos son frecuentes, quizás no sea casualidad que Losantos lanzase el bulo de manera coordinada en presencia de Esperanza Aguirre.

No hay que olvidar que Esperanza Aguirre colocó en ambos chiringuitos tanto a Ayuso como a Santiago Abascal. Ayuso gestionó Madrid network dando dinero a empresas fantasmas y perseguidos judicialmente como Lozoya, y Abascal desarrolló la precuela de VOX

Esto no es excepcional, es lo habitual, en Ecuador hicieron el mismo tipo de campaña sucia, con noticias falsas, bots en redes y todo el apoyo que te da Atlas Network. No hay que olvidar que Lasso es presidente de Ecuador Libre, y miembro del Opus Dei.

De hecho si te metes en mi canal de telegram (Pandemia Digital) verás que en realidad la internacional de ultraderecha, ultraliberal y ultracatólica está presente en casi todos los países de América Latina. (...) 

5:55 p. m. · 13 may. 2021
2.159 Retweets 389 Tweets citados 3.250 Me gusta

Aunque parezca una broma no lo es, Espejo Público y Antena 3, permitió el diluvio de mentiras sin una sola prueba, el de Perú lanzado por la ultraderecha hace 4 meses ya fue desmentido. Pablo Iglesias ni ha estado en Perú ni ha asesorado al presidente.

A las mentiras sobre su separación y visitas a Perú hay que sumar otras 5 sobre su vivienda que contó en Antena 3 y en su medio:

- Vendió la casa de Galapagar

- Tiene piso céntrico en Madrid

- También en Valdelagua

- Compró varias parcelas en "La Berzosa"

- Piso en Barcelona

Para ver la línea editorial de este medio solo hay que revisar sus publicaciones:

- Ya solo queda VOX

- Apoyo al golpe de estado en Bolivia y la presencia de VOX difundiendo bulos.

- Entrevista a Antonio Miguel Carmona: "Pablo Iglesias es un pobre hombre"

- Coordinación con JUPOL

El nuevo bulo del piso en Barcelona fue difundido por diversos medios, además de Antena 3, medios como VozPopuli, Periodista Digital, Crónica Global, Libertad Digital, Panam Post (Atlas network) e incluso la plataforma MSN (microsoft) que ofrece la noticia en su navegador

Simultáneamente con el surtido de publicaciones con el bulo en diarios digitales se difunden con miles de cuentas que siguen el patrón repetido en otras ocasiones hablando de que Pablo abandona a sus hijos. Además de trols se suman políticos y entorno de la ultraderecha.

Al festival de la mentira se suma OkDiario creando un nuevo bulo que suma en la creación de este mundo paralelo a la realidad. Sacan una noticia e infografías como si Pablo Iglesias se hubiera cambiado esta semana la bio de twitter quitando que es padre. (...)

El día 26 no tiene repercusión en redes el fake sobre Pablo, el día 27 se orquesta estos ataques desde miles de cuentas y medios fake que ponen "Pablo Iglesias" en TT con unos 30.000 tuits que tras la publicación de Pablo de su vídeo se triplican, siendo mayor el apoyo a Pablo.

Pero vayamos al inicio, muchas de estas mentiras se lanzaron en marzo durante la campaña electoral de Madrid. El primero en hablar de que Pablo se iba a un chalet a Valdelagua fue Miguel Frontera, condenado por un juez por acoso con orden de alejamiento. Escuchen sus pruebas.

El origen del bulo fue la confesión a Frontera de alguien de su confianza que habló con Pablo, pero no puede desvelar su nombre. Pués además del canal de Negre, el bulo lo difundió el medio ultra llevado por uno de sus colaboradores y otros mas como La Razón o Moncloa.

Pero curiosamente El Mundo lanzó unos días antes, el 20 de marzo, una noticia sobre el distanciamiento de Pablo e Irene difundida masivamente por las cuentas con los patrones de difusores de bulos (seguidas por Yusnaby, actividad frenética, seguidos similar a seguidores...)

Precisamente ese día Alvise Pérez compartió la noticia de El Mundo en su canal mandando el mensaje de que la hermana de Penélope Cruz estaba buscándole casa a Pablo Iglesias. La Razón hizo varias publicaciones en Mayo relacionando a Javier Bardem y Penélope Cruz con Pablo

La Razón lanzó simultáneamente otro bulo sobre otra urbanización llamada "La Berzosa" que difundieron El Cierre Digital, Periodista Digital y Alvise entre otros. Pero que mágicamente Expansión publicó en 2018 como casa que podría haberse comprado Pablo. https://expansion.com/directivos/est

De hecho el precio, la inmobiliaria (grupoinmobiliariomg) y las imágenes que El Cierre Digital usa en su información son de 2018 publicadas en la misma web de Expansión. https://expansion.com/directivos/est

Pero no se queda aquí la cosa, también en marzo en la previa de la campaña de Madrid otro diario de extrema derecha lanza el bulo de que Pablo se ha ido a vivir al centro de Madrid en un barrio lujoso. Difusión masiva por el mismo tipo de cuentas.

Tras este arsenal de napalm urbanístico se crearon materiales adhoc para difundir en redes, pero sobre todos vía whatsapp, seguramente a ti también te habrá llegado alguna de estas imágenes replicando diferentes bulos sobre ello.

Pablo Iglesias reaparece el 5 de julio en una conferencia online sobre comunicación política de la Universidad Complutense. Varios meses después de estar en total silencio, así que al poco de aparecer volvieron los ataques.

3 días después Galiacho publica un pupurrí de los bulos publicados y difundidos por la ultraderecha los últimos meses y agrega que la pareja está separada desde marzo y que han vendido la casa de Galapagar. Lo escribe junto a Iker Gurpegui, conocido por defender a líderes de VOX.

Los dos nuevos bulos fueron desmontados en solo unos minutos. Ya que las mágenes e información sobre la venta de la casa son de 2018. La inmobiliaria M&G negó que haya participado en la venta en 2021 y sí participó en la venta en 2018.

La propia aparición de Pablo desde la misma sala que suelen usar para videollamadas desmontó el bulo de la separación desde marzo y el traslado de Pablo Iglesias hasta a 3 viviendas de Madrid centro, Valdelagua o la Berzosa. La misma que en mayo de 2020: https://facebook.com/watch/live/?v=

A pesar del racimo de mentiras sin una sola prueba y fácilmente desmontable, la desinformación fue replicada en centenares de medios, muchos de ellos, los principales medios del país.

La democracia en España se ve muy resentida cuando las cloacas mediáticas son fomentadas y protegidas por los principales medios del país sin excepción. Alvise, Inda, Alfonso Rojo, Losantos o Negre, son los que deciden con que mentira vamos a desayunar cada día impunemente.

Muchos temen la vuelta de Pablo Iglesias a los medios analizando la situación política y mediática que en los últimos años ha traspasado líneas rojas que nunca antes habíamos visto sobrepasar. En esta entrevista a @infolibre y @eldiarioes da varias claves.

Si quieres conocer más análisis sobre desinformación digital y en medios, súmate a mi canal de telegram (Pandemia Digital) (...)

8:42 p. m. · 30 ago. 2021
3.289 Retweets 226 Tweets citados 6.196 Me gusta

30/7/21

Mi purga en Deia... tras firmar artículos periodísticos perjudiciales para los intereses del PNV, partido político plenamente alineado con la línea editorial de Deia

"Me han expulsado de Deia. A mí, periodista recién licenciado, pero con algo de camino recorrido en varios medios de comunicación, me han purgado de la redacción de este periódico. 

Según el Comité de empresa, como informaba Hordago-El Salto, se trata de un “despido ideológico” tras firmar “artículos periodísticos perjudiciales para los intereses del PNV, partido político plenamente alineado con la línea editorial de Deia”. ¿Será por investigar contratos públicos firmados por instituciones vascas o por mi artículo de opinión sobre Iñigo Urkullu y la criminalización de la juventud? Vayamos con los hechos, pero antes, algunas aclaraciones.


En junio empecé a trabajar en prácticas en la redacción del periódico Deia. Y, el 23 de julio, un mes antes de finalizar mi convenio, me despidieron. En esta carta abierta a toda la sociedad cuento lo ocurrido sin que medien valoraciones u opiniones. Esa es mi vocación con este escrito, dirigido en especial a los profesionales de este sector. Sé que con esta misiva pública me sitúo en un escenario violento para mí mismo. Siento, sin embargo, que es lo que debo hacer para poner sobre aviso a muchos de mis compañeros y compañeras allá donde escriban, locuten o reporteen. Así lo viví en primera persona.

El 1 de junio de 2021 comienza mi andadura en la redacción de Deia, junto a otras siete personas, gracias a la beca de prácticas que firman la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) y, en este caso, la empresa Editorial Iparragirre S.A., editora de este diario. Antes había enviado a la empresa, como el resto de mis compañeros, tanto mi solicitud formal como mis datos personales. Entre esos documentos, mi curriculum vitae, en el que se especifica dónde he colaborado antes como periodista, mi experiencia laboral, y también dónde escribo, dónde colaboro, en la actualidad.

Durante mi aventura en la redacción de Deia conozco a profesionales de gran criterio que me ayudan en todas mis dificultades. No es mi primera vez en una redacción, no es mi primer contacto con el periodismo, pero sí en la pelea con la actualidad y el día a día en una gran oficina como la de este diario en papel. Desde la admiración estaré, a pesar de todo lo que ha sucedido ahora, eternamente agradecido por haber trabajado con estas personas que siempre me tuvieron por un igual y me han deseado la mejor de las suertes.

Mis prácticas en Deia son por un periodo de tres meses, del 1 de junio al 31 de agosto de 2021, y con una retribución económica de 400 euros mensuales (brutos, claro) por 35 horas semanales. Normalmente en horario de 10:30 a 17:30 horas o de 11:00 a 18:00 horas. Durante esas horas, solamente trabajo en Deia. Puede resultar obvio, pero es necesario remarcarlo. No he usado horas de trabajo en esta empresa para otra cuestión que no fuera trabajar mis piezas, editarlas o echar una mano a otros compañeros en este periódico.

Además, robando horas de sueño o restándolas de mi descanso semanal, he seguido colaborando con el diario El Salto. Ya lo hacía antes de entrar a Deia, concretamente desde junio de 2020, cuando publiqué mi primer reportaje aquí. Desde junio de este año 2021, he publicado varias coberturas, entrevistas y artículos, la mayoría en Hordago, la edición de El Salto en Euskal Herria. Destaco la entrevista a Ernesto Ekaizer por su nuevo libro, El rey al desnudo, sobre los tejemanejes del emérito, la conversación con el sociólogo Imanol Zubero, sobre migraciones y convivencia, o la investigación periodística sobre el cártel vasco de consultoras que lleva a cabo el propio Hordago. También un artículo de opinión que critica la criminalización de la juventud, con más o menos acierto, como toda columna.

No es hasta el miércoles 21 de julio (y, por tanto, un mes y 21 días después de mi llegada a Deia) cuando arranca esta historia. Tras llegar de mi descanso para comer, una trabajadora de Deia levanta la voz para, de forma airada, preguntar si soy “ese becario que está publicando en El Salto”. Después, siguiendo con su corto, violento y enfadado discurso me afea que trabaje en dos medios a la vez. La bronca me empequeñece y solo me atrevo a responder que no es así, que no trabajo en El Salto, que simplemente colaboro con este medio. Sin embargo, esta trabajadora, con un puesto de secretaria o de labores similares en Deia, insiste, dejando bien clara su posición. “Como se enteren los de arriba te van a buscar las cosquillas”, me anuncia, literalmente. Justo ese mismo día, yo había publicado en Hordago, junto a Ekaitz Cancela, el artículo titulado La empresa de un directivo del Athletic ha recibido 65 millones en cientos de contratos públicos. La noticia desvelaba la connivencia de varios organismos controlados por un partido político (el PNV) en relación a unos contratos firmados por un directivo del Athletic Club, también máximo responsable de una gran empresa (Versia).

Desconozco las motivaciones de esta trabajadora, que, por cierto, no es periodista ni cumple funciones propias del periodismo, ni tenía ninguna responsabilidad sobre mí en Deia. Desconozco su objetivo con aquella bronca. Solamente sé cómo me sentí al ser degradado a “ese becario” delante de parte de los que hasta hace unos días eran mis compañeros. El silencio incómodo quedó un rato en el aire. No era la primera vez que esa mujer levantaba la voz, pero la forma tan encolerizada sí nos pilló de nuevas. Pese a todo, no le di más importancia al asunto, puesto que mi(s) responsable(s) dentro de Deia, pensé y luego corroboré, no tenían la menor idea de lo sucedido.

Sin embargo, el viernes 23 de julio (un mes y 23 días después de iniciar mi trabajo en Deia) recibí una llamada del responsable de personal de la empresa, Alberto Otamendi. Estoy trabajando en una entrevista, detengo la grabadora y contesto. El responsable de personal me explica que han decidido “rescindir el contrato de formación al entender que no puedo simultanear dos colaboraciones o trabajos”. Y me dice que ya no acuda más a la redacción. Ni dos días habían pasado de la advertencia, del “como se enteren los de arriba te van a buscar las cosquillas”.

Ni en la normativa reguladora ni en el convenio aparece una sola referencia a la exclusividad. Además, el comité de empresa de Deia, conformado por delegados del sindicato ELA, señala lo siguiente al respecto: “La explicación que otorga Deia es deficiente porque hay trabajadores en Deia colaborando con otros medios de comunicación”.

La llamada del responsable de personal llegó desde su despacho, estando yo en mi mesa, trabajando en mi ordenador. Casi dos meses después de llegar a Deia, el encargado de personal, la persona que me despedía, no conocía mi cara ni dónde me sentaba. Poco después, lo mismo que me había comunicado oralmente, me lo hace saber por correo electrónico. Y, entonces, tras releer el convenio firmado, su normativa reguladora, y observar que no existe una sola línea que haga referencia a la presunta razón de mi despido, decido pedir explicaciones a mi, hasta entonces, empresa. A día de hoy sigo sin recibir más respuesta que las pocas líneas del correo que me envió el responsable de personal. En ellas se me informaba de que debía poner en aviso de lo sucedido a Patxi Doblas, responsable de los convenios de prácticas de la UPV/EHU, vicedecano de Inserción Profesional.

Tras ponerme en contacto con la UPV/EHU, Patxi Doblas, coordinador de prácticas, me deja claras dos ideas: la empresa tiene toda la flexibilidad para despedir sin dar explicaciones, a pesar de que no se ajusten a ninguna de las normativas, y las vacaciones son sagradas. Cuando le solicito información sobre cómo poner en marcha una Comisión de Seguimiento para resolver mi caso, a quién debo dirigirme, este responsable de la Universidad insiste otra vez en su mensaje: “Las empresas de prácticas y los alumnos tenéis potestad ambos de solicitar rescindir el convenio. En este caso lo solicita la empresa y el recorrido termina ahí. Por cierto, estoy ya de vacaciones laborales”.

Por su parte, el Comité de empresa de Deia sí se ha mostrado interesado y preocupado por lo ocurrido desde la ruptura del convenio. He sentido el respaldo con el que no he contado por parte de la UPV/EHU. De hecho, tras no formalizarse la creación de la comisión para el seguimiento del caso, órgano que debió crearse en virtud de los artículos de la normativa, el Comité de empresa ha enviado una queja formal a la Universidad, protestando por el desamparo.

El punto 13 del convenio firmado señala que “cuando surjan incidencias en el desarrollo de las prácticas o en el cumplimiento del convenio, se establecerá una Comisión de Seguimiento encargada de su resolución, y de composición paritaria”. Además, en el punto 14 se especifica que “para el caso de una rescisión anticipada de la práctica (…) deberán ponerlo en conocimiento de la Comisión de Seguimiento, que deberá resolver sobre su precariedad en el plazo máximo de 10 días”. Nada de esto ocurrió, porque además de lo del periodo de vacaciones, cuando exigí información, Doblas aseguró que “las empresas de prácticas y los alumnos tienen potestad ambos de solicitar rescindir el convenio. Y el recorrido termina ahí”.

Mi despido se produce, según señala el Comité de empresa de Deia, “tras publicar artículos periodísticos perjudiciales para los intereses del PNV, partido político plenamente alineado con la línea editorial de Deia”. Desde el propio organismo sindical no entienden la falta de respeto a lo firmado por parte de la empresa (Editorial Iparragirre S.A.) y la propia UPV/EHU.

Como posdata, diré que nunca escondí nada. Nunca dejé de trabajar. Considero que mi profesionalidad ha sido puesta en tela de juicio. Estas son mis líneas rojas. Espero que hayáis comprendido mi mensaje.