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28/11/23

Cómo un eslogan se convirtió en noticia más importante que el asesinato de bebés en Gaza... Los informes de los medios occidentales sobre la guerra entre Israel y Palestina revelan un conjunto de prioridades que sólo pueden entenderse como “una jerarquía racista de preocupaciones”... Mientras los soldados israelíes rodeaban el hospital de Al Shifa, en el norte de Gaza, preparándose para asaltarlo, decenas de bebés prematuros habían sido sacados de sus incubadoras. El hospital ya no tenía energía para hacer funcionar las máquinas. Varios ya habían muerto... Pero los editores de News at Six de la BBC decidieron comenzar la cobertura en el extranjero no con los bebés que mueren a causa de la retención de combustible por parte de Israel, sino con la historia del hermano de un británico-israelí que había muerto durante el ataque de Hamás del 7 de octubre, quién se preguntaba si era seguro para él permanecer en Gran Bretaña... Según el informe, este sentimiento era compartido por muchos otros judíos... Los temores de los judíos son más importantes que las muertes reales de palestinos, incluso las de bebés

 "La noticia principal de la BBC del 13 de noviembre debería haber sido una obviedad. Mientras los soldados israelíes rodeaban el hospital de Al Shifa, en el norte de Gaza, preparándose para asaltarlo, decenas de bebés prematuros habían sido sacados de sus incubadoras. El hospital ya no tenía energía para hacer funcionar las máquinas.

Imágenes angustiosas mostraban a los bebés acurrucados en un corral improvisado, forrado de papel de aluminio, temblando de frío. Varios ya habían muerto.

El simbolismo era difícil de pasar por alto. Los civiles de Gaza también estaban apiñados, después de que Israel bombardeara sus casas hasta reducirlas a escombros y les ordenara desplazarse hacia el sur. Estaban expuestos y vulnerables a la ira de Israel. Y cada vez morían más.

La historia de los bebés era desgarradora y exasperante. Naciones Unidas había advertido repetidamente a Israel de que ésta sería una de las terribles consecuencias de su castigo colectivo a la población de Gaza, negándole el combustible necesario para generar electricidad. Israel simplemente ignoró las advertencias.

Pero los editores de News at Six de la BBC decidieron comenzar la cobertura en el extranjero no con los bebés que mueren a causa de la retención de combustible por parte de Israel, sino con una historia del otro lado de la línea divisoria. Debió de ser uno de los juicios informativos más perversos que se recuerdan. 

En su lugar, la BBC tituló con el hermano de un británico-israelí que había muerto durante el ataque de Hamás del 7 de octubre. Para entonces, el atentado ya había tenido lugar hacía más de un mes, lo que incluso la BBC parecía entender que no podía justificar la retirada de los bebés moribundos de la primera sección de noticias extranjeras.

Se necesitaba un ángulo mejor. Y fue éste: la BBC informó de que el hermano se preguntaba cada vez más si era seguro para él permanecer en Gran Bretaña. Según el informe, este sentimiento era compartido por muchos otros judíos.

Paradójicamente, la implicación era que para los judíos británicos podría ser una alternativa más segura trasladarse a Israel, a pesar de las semanas de cobertura occidental destacando los temores de los israelíes sobre su vulnerabilidad tras el ataque de Hamás. ¿Creía realmente este británico que estaría más seguro en el mismo Estado en el que su hermano acababa de ser asesinado en una atrocidad masiva? El periodista de la BBC no planteó la pregunta.

Jerarquía de preocupaciones

¿Qué pruebas citó el hermano para justificar sus temores? Dijo a la BBC que las marchas en el Reino Unido a favor de Gaza le parecían perturbadoras e intimidatorias. Cánticos como "Del río al mar, Palestina será libre" eran, observó, prueba de un antisemitismo arraigado y creciente en la sociedad británica.

El problema no es sólo que muchos judíos británicos supongan que el Reino Unido tiene un problema de antisemitismo, basándose en una interpretación muy dudosa del significado del cántico. Es que los medios de comunicación establecidos se hacen eco de ese malentendido y lo tratan como algo más noticiable que el asesinato de bebés palestinos por parte de Israel, con la bendición del gobierno británico.

Es sólo una ilustración de un patrón de información de los medios de comunicación occidentales que sesgan sus prioridades de noticias de manera que revelan una jerarquía racista de preocupación. Los temores de los judíos son más importantes que las muertes reales de palestinos, incluso las de bebés.

La hipocresía es especialmente difícil de digerir, dada una justificación central israelí para su posterior alboroto genocida a través de Gaza. Israel promovió la afirmación de que Hamás había decapitado a 40 bebés israelíes el 7 de octubre, una historia que fue ampliamente difundida como un hecho, a pesar de que nunca se presentaron pruebas de ello.

Los medios de comunicación han revisado los acontecimientos del 7 de octubre durante semanas, tratando desesperadamente de encontrar nuevos ángulos para mantener una sensación de "equilibrio" en el sufrimiento de ambas partes. Pero, como subraya la degradación de la historia de los bebés de Al Shifa, la cobertura del trauma de Israel a menudo se hace a expensas de la información sobre el tormento mucho peor, y actual, al que se enfrentan los palestinos.

En las noticias de la BBC del 20 de noviembre, por ejemplo, una historia sobre la agonía de las familias de los rehenes israelíes tuvo tres veces más tiempo dedicado a ella que a la difícil situación de los palestinos en Gaza - en un día en que Israel atacó otro hospital, el Indonesio, y llovieron más bombas sobre civiles palestinos.

También resulta extraño que, cuando los medios de comunicación se ocupan del sufrimiento de los rehenes, apenas aludan al hecho de que la parte más aterradora del calvario de los rehenes es estar sometidos a la misma campaña de bombardeos israelíes a la que se enfrentan los palestinos.

La intensa atención prestada a la difícil situación de los rehenes en manos de Hamás contrasta sorprendentemente con la total falta de interés, tanto histórico como actual, por los propios rehenes de Israel: las mujeres y niños palestinos, a menudo capturados por soldados enmascarados en mitad de la noche, que están encerrados en cárceles israelíes, donde rara vez, o nunca, pueden ver a su familia.

Aunque los medios de comunicación se refieren a ellos simplemente como "prisioneros", han sido encarcelados sin juicio o procesados en tribunales militares con un índice de condenas de casi el 100%.         

Otro hecho innombrable es que los corresponsales de guerra occidentales, tan dispuestos a arriesgar sus vidas por un reportaje en Irak, Afganistán y Siria, se mantienen fuera de Gaza o se incorporan al ejército israelí, y no sólo porque Israel les ordene permanecer fuera. Si quisieran, podrían encontrar la forma de entrar.            

Sus medios de comunicación se niegan a dejarles entrar porque saben que la campaña de bombardeos de Israel es tan despiadada, tan poco selectiva, tan impredecible, que habría demasiado peligro de que sus reporteros resultaran heridos o muertos.

Este hecho debería formar parte de la noticia. Pero eso exigiría dar la vuelta al marco narrativo que sustenta la información occidental.  

Estas decisiones editoriales sólo tienen sentido porque en Occidente domina un clima político fabricado. Israel y los israelíes, incluso los soldados israelíes que imponen el régimen de apartheid, son tratados como inocentes, mientras que los palestinos de a pie, incluso los bebés, son retratados como cómplices de la barbarie sin sentido de la que se acusa a Hamás.

Las propias premisas de la cobertura occidental borran de la pizarra décadas de brutal ocupación israelí y asentamientos judíos ilegales en territorio palestino, así como un inhumano asedio de 16 años a Gaza. En la cobertura mediática, se han invertido los papeles de ocupante y ocupado, de depredador y presa, de maltratador y víctima. 

¿Cánticos de odio?

Sólo así puede entenderse el furor que sigue causando el cántico, que se consideró más noticiable que los temerarios abusos de Israel y el peligro que supone para los bebés prematuros.

Poco antes de ser destituida como ministra del Interior, Suella Braverman pidió que el gobierno criminalizara como incitación al odio lemas como "Del río al mar, Palestina será libre". Anteriormente había pedido que se prohibiera la bandera palestina en las manifestaciones.

La suya dista mucho de ser una opinión canalla. Este mes se ha informado de que el gobierno está considerando seriamente prohibir los eslóganes de protesta contra los bombardeos de Gaza, por considerarlos apoyo al terrorismo.

Lord Carlile, que supervisó la redacción de la Ley de Terrorismo de 2006, respaldó la idea, argumentando que los manifestantes que corearan "Del río al mar" deberían ser procesados.

Como era de esperar, bajo el liderazgo del laborista Keir Starmer, existe un apoyo bipartidista a la represión de cualquier muestra de solidaridad con los palestinos. El diputado Andy McDonald fue suspendido del partido parlamentario por pedir igualdad para israelíes y palestinos, presumiblemente porque añadió la frase "entre el río y el mar".

Al parecer, cualquier mención de esa frase, en cualquier contexto, equivale a apoyar el exterminio de israelíes o judíos.

Incluso el supuesto "absolutista de la libertad de expresión" Elon Musk, propietario de X (antes Twitter), cayó en esta patraña. Calificó de "eufemismo" frases como "Del río al mar", añadiendo que "implican necesariamente genocidio". Amenazó con suspender a los usuarios que repitieran el eslogan.

Este razonamiento es completamente absurdo, además de tremendamente incoherente.

 Deshumanización

Lo cierto es que la frase ha sido adoptada durante muchas décadas por todos aquellos que en la región, en ambos bandos, imaginan un Estado único en la región, para bien o para mal.

Esto nos lleva a otra de esas abundantes paradojas mediáticas.

Los medios de comunicación se han opuesto enérgicamente a calificar de genocidio las acciones de Israel. Sin embargo, durante décadas, la carta oficial del partido gobernante en Israel, el Likud, se ha referido a la zona "Entre el mar y el [río] Jordán".

Y a diferencia de los manifestantes de Gaza, la carta del Likud sí implica una intención genocida, especialmente teniendo en cuenta el actual desenfreno de Israel. Declara: "Entre el mar y el Jordán sólo habrá soberanía israelí".

Esta es la raíz del lenguaje deshumanizador utilizado por el primer ministro Benjamin Netanyahu y sus ministros. Han llamado a los palestinos "animales humanos" y "Amalek", el enemigo de los israelitas que había que destruir, incluidas mujeres y niños.

En cambio, cuando los manifestantes corean "Del río al mar", no rechazan a los israelíes ni a los judíos, sino el carácter de apartheid de Israel. Reconocen que los gobiernos israelíes ya han creado un Estado único en las tierras que fueron la Palestina histórica, y en el que los distintos grupos étnicos están segregados y se les conceden derechos diferentes.

La exigencia de que la libertad llegue a "Palestina", en lugar de a Israel, no implica que se perjudique a los israelíes. Ofrece una visión de igualdad para ambos pueblos en la misma tierra, superando a un Estado de Israel nacido como proyecto colonial europeo, diseñado para expulsar a los palestinos de su patria.

El canto reconoce que no hay posibilidad de hacer la paz con Israel debido a su encarnación estructural del supremacismo étnico. En su lugar, reclama un proceso de descolonización -el desmantelamiento de los asentamientos ilegales y la revocación de los derechos segregados- como ocurrió con el fin del dominio blanco en Sudáfrica. Reconoce que la descolonización es incompatible con las premisas ideológicas sobre las que se funda Israel.

Las protestas de Gaza no son marchas del odio. Son marchas para poner fin a décadas de colonización israelí que han culminado en la deshumanización de los palestinos y en un genocidio en Gaza. 

Campaña de desprestigio

Sería preferible pensar que los esfuerzos por criminalizar la solidaridad con los palestinos mientras sufren una limpieza étnica y un genocidio derivan de una confusión.

Las pruebas, sin embargo, sugieren lo contrario. En su tuit, Musk identificó no sólo el cántico sino cualquier esfuerzo hacia la "descolonización" -en su sentido más simple, el derribo de los asentamientos judíos ilegales construidos en tierra palestina ocupada- como un eufemismo de genocidio.

En esta cruda valoración de suma cero, aparentemente compartida por medios de comunicación como la BBC, así como por el gobierno británico y el Partido Laborista, la dignidad y la libertad de los palestinos se consideran incompatibles con la supervivencia de los israelíes.

Esto también forma parte de un patrón. Incluso antes del 7 de octubre, la clase política y mediática británica había emprendido una campaña contra la solidaridad con los palestinos, equiparándola al antisemitismo.

El movimiento no violento para boicotear a Israel -para acabar con el supremacismo judío encarnado por la carta del Likud y prevenir los acontecimientos que vemos hoy en Gaza sin recurrir a cohetes y armas- fue tachado de antisemitismo.

Señalar que Israel es un Estado de apartheid que gobierna sobre los palestinos, como reconocen ahora todos los principales grupos de derechos humanos, también fue tachado de antisemitismo.

Esa campaña alcanzó su punto más bajo con la difamación maliciosa como antisemitas del ex líder laborista Jeremy Corbyn y de cientos de miles de activistas de solidaridad con Palestina en el Reino Unido.

Más claramente que nunca, esta historia reciente debería perturbarnos profundamente.

Tiene un paralelismo con los acontecimientos en la propia Gaza. Durante años, los palestinos intentaron protestar de forma no violenta contra el bloqueo. Se concentraron en la valla que simboliza el asedio de su enclave, pero fueron recibidos con disparos de francotiradores del ejército israelí. Sus protestas fueron calificadas de terrorismo.

Enviaron por encima de esa misma valla globos incendiarios que prendieron fuego a los campos vecinos en las tierras de las que los palestinos fueron limpiados hace décadas para crear lo que hoy llamamos Israel. Este llamamiento a la visibilidad, este acto molesto para llamar la atención, también fue denunciado como terrorismo.

Y mientras tanto, los habitantes de Gaza veían cómo la Autoridad Palestina de Cisjordania fracasaba estrepitosamente en sus intentos de diplomacia internacional. Se condenaron los intentos de llevar a Israel ante el Tribunal Penal Internacional por crímenes de guerra, incluida la construcción de asentamientos ilegales. Supuestamente suponían una amenaza existencial para Israel. 

Fomentar la división

Fue el bloqueo de todos los medios no violentos para que los palestinos se liberaran de una ocupación cada vez más profunda y violenta lo que condujo a la fuga de Gaza el 7 de octubre. Esa fuga puede haber sido sangrienta, puede haber incluido muchas atrocidades, pero era totalmente previsible.

Los principales responsables son Israel y la clase política y mediática occidental, que ignoraron y desprestigiaron a los palestinos, a los grupos de derechos humanos y a los activistas solidarios, como ahora desprestigian a un cántico inocente.

Aquí hay un objetivo. Uno muy feo. La campaña para deslegitimar cualquier solidaridad con los palestinos -calificándola de odio- pretende fomentar la polarización y la escalada. En su forma más cruda, nos exige que nos pongamos del lado de quienes están asesinando bebés.

Israel, con la ayuda de las instituciones occidentales, ha empujado intencionadamente a los partidarios de la justicia para los palestinos, por un lado, y a gran parte de la opinión pública judía, por otro, hacia campos de oposición atrincherados. Cada uno se siente víctima. Una parte se siente frustrada, vilipendiada y enfadada. El otro se siente temeroso e implacable.

Esto no es casual. Refleja el deseo de las instituciones occidentales de crear las mismas divisiones internas, el odio y la inestabilidad que pretenden evitar. El objetivo es garantizar que Israel siga siendo un aliado intocable, capaz de proyectar el poder y la influencia occidentales en un Oriente Próximo rico en petróleo y gas.

El problema no es un cántico. El problema no son las marchas contra una campaña terrorista de bombas y asesinatos de bebés.

El problema es nuestra susceptibilidad a las interminables mentiras y engaños que nos cuentan los establecimientos occidentales para promover sus estrechos intereses por encima de nuestra humanidad compartida."                

(Jonathan Cook es autor de tres libros sobre el conflicto palestino-israelí y ganador del Premio Especial de Periodismo Martha Gellhorn. Brave New europe, 27/11/23; traducción DEEPL)

19/10/23

Dado que los países del bloque de la alianza estadounidense son todos democracias liberales, el problema de controlar la opinión pública es central. Así comenzó una batalla fundamental por las almas de las poblaciones occidentales, y esta batalla tiene su epicentro no en Estados Unidos, sino en Europa... En este contexto, el control de los flujos de opinión pública es crucial... el tiovivo de modificaciones y correcciones de páginas de Wikipedia con contenido incómodo ha comenzado de nuevo, como en el caso de Ucrania... la UE ha pedido a META que elimine de sus plataformas todos los contenidos considerados «desinformación», so pena de multas de hasta el 6% de la facturación global... El método ya no es el de la censura sistemática, sino el de la manipulación y la censura cualificada... podemos tomar el ejemplo de la «noticia» de hace cuatro días sobre los 40 recién nacidos decapitados por Hamás. La noticia se difundió basándose en rumores y al día siguiente fue la noticia principal en más o menos todos los periódicos del mundo. Ayer, la periodista de CNN Sarah Snider, que inicialmente hizo viral la «noticia», se disculpó porque la noticia no fue confirmada posteriormente... la asimetría entre las noticias sensacionalistas que aparecen en primera plana en todo el mundo y las dudas que posteriormente se filtran aquí y allá entre líneas equivalen a nivel político a haber dirigido a la mayoría de la opinión pública en una dirección definida (desdén ataque emocional contra los asesinos), aunque dentro de unos meses o años se admitiera tranquilamente que la noticia carecía de fundamento... En el mundo contemporáneo no hay necesidad de intentar la compleja pero inútil tarea de bloquear el 100% de la información verdadera. Basta manipular, censurar, filtrar selectivamente para las masas públicas y durante el tiempo suficiente para crear un cierto daño irreversible

 "La fase histórica que estamos viviendo está marcada por una crisis profunda, quizás terminal, del imperio estadounidense. Con el reflujo de la globalización económica y el declive del control estadounidense sobre el mundo, los procesos de intervención, chantaje y desestabilización estratégica promovidos por los centros de poder estadounidenses se han acelerado.

Dado que los países del bloque de la alianza estadounidense son todos democracias liberales, el problema de controlar la opinión pública es central. Así comenzó una batalla fundamental por las almas de las poblaciones occidentales, y esta batalla tiene su epicentro no en Estados Unidos, sino en Europa, donde la tradición de una cultura crítica y plural era mucho más vigorosa que en Estados Unidos.

El primer paso en esta dirección fue el sometimiento de la Unión Europea a la cadena de mando estadounidense, un sometimiento puesto a prueba por el acontecimiento pandémico, y ahora completo. Pocos recuerdan que el proyecto europeo nació con el auspicio de representar un contrapeso al poder estadounidense, un tercer polo organizado que evitaba no sólo el modelo soviético, sino también el de los aliados estadounidenses.

Este papel autónomo, inspirado en la experiencia de los Estados de bienestar europeos de posguerra, entró en crisis con la transformación de la Comunidad Europea en Unión Europea, con el giro neoliberal del Tratado de Maastricht, y hoy es sólo un recuerdo lejano.

Para comprender los extremos de la actual batalla por las almas, echemos un vistazo, a modo de muestra, a algunos acontecimientos recientes relacionados con el conflicto palestino-israelí.

En los últimos días, la UE ha pedido a META que elimine de sus plataformas todos los contenidos considerados «desinformación», so pena de multas de hasta el 6% de la facturación global.

El comisario europeo Thierry Breton intervino oficialmente ante Elon Musk para solicitar intervenciones de control y censura sobre la «desinformación» en Twitter con motivo del conflicto palestino-israelí.

La Ley de Servicios Digitales aprobada por la Unión Europea en 2022 es la primera intervención legislativa que institucionaliza la censura en las plataformas de medios europeas. Por supuesto, lo que recibe el estigma de «desinformación» y «noticias falsas» son siempre sólo las tesis que perturban la narrativa actual, y el control sobre las agencias de «verificadores de datos independientes» garantiza que continuamente se levantan las bolas adecuadas para aplastar por las autoridades.

Mientras tanto, el tiovivo de modificaciones y correcciones de páginas de Wikipedia con contenido incómodo ha comenzado de nuevo, en la misma línea que se ha visto en el caso de Covid y Ucrania.

En Italia, el aparato de porras mediáticas permanentes que pueblan la televisión y los periódicos ha activado las ya habituales expediciones punitivas contra los disidentes con un perfil público significativo. Así, Alessandro Orsini y Elena Basile se han convertido en objeto insistente de burlas, emboscadas mediáticas y fatwas.

 El pobre Patrick Zaki, como ídolo mainstream, cayó instantáneamente en desgracia al disputar candidaturas europeas y diversos beneficios por haber dicho ingenuamente lo que pensaba sobre Israel y Palestina. Moni Ovadia, para quien los medios de comunicación no pueden recurrir a la habitual ecuación antisionista = antisemita, ha sido instado a dejar su puesto de director del teatro municipal de Ferrara.

A nivel internacional, cualquier periodista que no se limite a copiar sistemáticamente los documentos del aparato estadounidense corre el riesgo de ser alcanzado accidentalmente por una ametralladora. Esto es lo que les pasó ayer a los periodistas de Reuters y Al Jazeera, pero la lista de periodistas asesinados por el ejército israelí en los últimos años es larga.

Menos mal que hay periodistas como los nuestros, que se sientan en el comedor romano haciendo girar banderas y practicando ventriloquia para su amigo americano; de lo contrario no sabríamos dónde transmitir beneficios y reconocimientos.

En esta fase, el interés estadounidense se dirige enteramente a la multiplicación de los focos de conflicto porque esto le permite aprovechar sus dos últimas fortalezas residuales: la continua preeminencia en armamento convencional y la ubicación geográfica aislada, que hace a Estados Unidos inmune a los ataques. consecuencias inmediatas de los conflictos que reaviva.

 Desde esta perspectiva entendemos lo que se reveló ayer al leer correos electrónicos internos (Huffington Post), a saber, que el Departamento de Estado de los EE.UU. ha desalentado a los diplomáticos que trabajan en cuestiones de Oriente Medio a hacer declaraciones públicas que contengan palabras como «desescalada», «alto el fuego», «fin de la violencia», «derramamiento de sangre», «restablecimiento de la calma». Las órdenes del equipo son echar más leña al fuego.

En este contexto, el control de los flujos de opinión pública es crucial.

El método –es importante comprenderlo– ya no es el de la censura sistemática que exigían los autócratas de hace un siglo, sino el de la manipulación y la censura cualificada.

A este respecto, podemos tomar el ejemplo de la «noticia» de hace cuatro días sobre los 40 recién nacidos decapitados por Hamás. La noticia se difundió basándose en rumores y al día siguiente fue la noticia principal en más o menos todos los periódicos del mundo. Ayer, la periodista de CNN Sarah Snider, que inicialmente hizo viral la «noticia», se disculpó porque la noticia no fue confirmada posteriormente. Sky News dijo hoy que la noticia «aún» no ha sido confirmada (después de cuatro días, ¿en qué se fían?, ¿en los expertos en efectos especiales?)

Ahora bien, hay quienes dirán ingenuamente que esta admisión de CNN es una señal de que existe libertad de prensa en Occidente. Pero, naturalmente, la asimetría entre las noticias sensacionalistas que aparecen en primera plana en todo el mundo y las dudas que posteriormente se filtran aquí y allá entre líneas equivalen a nivel político a haber dirigido a la mayoría de la opinión pública en una dirección definida (desdén ataque emocional contra los asesinos), aunque dentro de unos meses o años se admitiera tranquilamente que la noticia carecía de fundamento.

Es lo que podríamos llamar el “método Colin Powell”, o el método de “los indios buenos son los indios muertos”.

Primero, se crea un caso suficiente para demonizar a una de las partes y se hace con suficiente vigor para producir una operación de exterminio.

Tras lo cual, una vez concluida la operación, admite caballerosamente que en realidad las cosas no fueron exactamente así, al tiempo que alardea de su honestidad y transparencia.

Primero se agitan frascos de supuestas armas químicas ante la ONU, un Estado soberano, se arrasan mujeres, niños, perros y hámsters, luego, años más tarde – entre un whisky y otro – se admite con una sonrisa distraída que, bueno, fue un estratagema, qué queremos hacer, quienquiera que hubiera tenido.

Primero se extermina a la población nativa de indios pieles rojas, pintándolos como monstruos sedientos de sangre blanca, luego, cuando ahora se los reduce a atracciones folclóricas, se inicia una cinematografía llena de buenos indios y colonos concienzudos.

En el mundo contemporáneo no hay necesidad de intentar la compleja pero inútil tarea de bloquear el 100% de la información verdadera. Basta manipular, censurar, filtrar selectivamente para las masas públicas y durante el tiempo suficiente para crear un cierto daño irreversible.

Pero el cínico se engañaría si pensara que hoy este juego destructivo tiene sólo unos pocos millones de «peones palestinos prescindibles» en su centro. Si la situación no se congela y calma inmediatamente, los pueblos europeos están y estarán, ante todo, en el centro de la actual gran operación de demolición.

Es Europa la que ya sufre y sufrirá el impacto de la devastación de las relaciones hacia el Este con la guerra en Ucrania.

Y es Europa la que sufrirá el impacto de una desestabilización duradera en Oriente Medio, donde un conflicto que involucra a Israel, Siria, Líbano, Irán y quizás también Irak, Egipto, Jordania, etc. representaría una bomba social y económica indefinida para Europa, sin mencionar los riesgos de una participación directa en una guerra.

Y curiosamente, el único denominador común de estos conflictos reside en el papel de EE.UU., que es también la fuerza que mayores beneficios saca de ellos y la que tiene mayor capacidad de influencia en los medios internacionales.

Pero no hace falta decir que cualquiera que conecte los puntos es un teórico de la conspiración."

(ANDREA SHOK. PROFESOR DE FILOSOFIA MORAL DE LA UNIVERSIDAD DE MILÁN, Observatorio de la crisis, 18/10/23)

13/9/22

«Ha habido una intención clara en la prensa de ir contra Podemos, de vincularlo al eje del mal»

 "«Bolivarianos, comunismo 2.0, eje del mal… expresiones manipuladas y sesgadas de la prensa española contra Podemos. Lo hizo La Sexta. Pero también El País y ABC”, escribió en Twitter la profesora de Estructura de la Información de la Universidad de Sevilla Aurora Labio-Bernal tras conocer los audios del excomisario Villarejo referentes al periodista Antonio García Ferreras. La profesora basa sus afirmaciones en un estudio académico que elaboró sobre el tratamiento informativo, entre 2014 y 2016, del entonces recién nacido partido liderado por Pablo Iglesias.

En él analizó una muestra compuesta por 150 artículos periodísticos de las versiones online de El País y ABC, “dos diarios representativos del sistema político bipartidista”, con una estructura empresarial detrás que, explica Labio-Bernal, permiten comprender que su mensaje está directamente relacionado con los intereses del grupo al que pertenecen y del sistema del que forman parte.

Su conclusión es rotunda: “El surgimiento de Podemos como una nueva fuerza política en el contexto del dominio bipartidista ha constituido un desarrollo sin precedentes en la historia reciente de la democracia española. Las estructuras de poder tradicionales, herederas del franquismo pero actualizadas en el contexto de la globalización, se han sentido así amenazadas (al menos en los primeros días de existencia de Podemos) por este nuevo partido”.

Y prosigue: “Como resultado, los otros partidos políticos y los principales medios de comunicación (tanto en papel como digitales) lo han identificado como un nuevo enemigo al que se han apresurado a etiquetar como izquierdista radical, haciendo así un nuevo uso del comunismo como medio para conjurar los peligros planteados al orden establecido. Si bien es cierto que el anticomunismo no opera como lo hacía en el pasado, es claro, sin embargo, que el binomio de buenos y malos, de nosotros contra ellos, sigue funcionando con eficacia. Además, en el caso que aquí nos ocupa, he demostrado que la identificación de ellos, el enemigo o el malo está estrechamente asociada con el resurgimiento de una posible amenaza comunista”.

¿El caso de Antonio García Ferreras y los audios de Villarejo reconfirman esa intuición científica que usted tenía al plantearse este estudio?

Sí. Tras la consolidación del ultraliberalismo y el bipartidismo, el sistema económico y político estaba muy tranquilo. La amenaza comunista había desaparecido e incluso el socialismo más tradicional se había diluido con personajes como Blair o González. La crisis de 2008 supuso una vuelta de tuerca a los ejes del neoliberalismo, con recortes e imposición de medidas de organismos internacionales, acatadas a nivel nacional. El primer desafío a todo esto fueron las movilizaciones del 15-M, en 2011, pero muy pronto el poder descubrió que había más de buena voluntad que de posibilidades de cambio en aquellas movilizaciones. Algo que parecía más improbable es que de aquello saliera un partido, como Podemos, y que, además, se posicionara pocos meses después de su nacimiento en 2014 con cinco diputados en Europa.

No era la Izquierda Unida desinflada, sino una fuerza política capaz de hacer tambalear al bipartidismo, statu quo político, por lo que los medios de comunicación iniciaron su cruzada. Una cosa era que Pablo Iglesias actuara como agitador en tertulias, incluso de televisiones ultraconservadoras, y otra distinta, que osara crear un partido que, además, cosechaba una importante intención de votos. La entrada en escena de Podemos en la política nacional significó la irrupción de un elemento extraño para el poder, y la estructura mediática se puso a funcionar a pleno rendimiento para desacreditar al partido y sus figuras visibles. De agitador televisivo, Iglesias pasó a ser enemigo.

En el estudio pone varios ejemplos.

Sí, hay acusaciones muy graves e informaciones que tienen una fuerte carga criminalizadora. A manera de ejemplo, este hallazgo en ABC, cuando se reproduce una entrevista con el coronel boliviano Germán Cardona, con el titular Germán Cardona: “Militares bolivianos y venezolanos exportan cocaína en aviones oficiales” (21/05/2015). La entrevista, que intenta destapar una red de tráfico de cocaína, tiene dos momentos que reflejan el tratamiento negativo del presidente de Bolivia y la contaminación de este sesgo sobre Podemos. De esta forma, preguntado Cardona sobre si Evo Morales está implicado en el tráfico de cocaína, el coronel responde: “Yo no puedo acusarlo directamente, pero Evo es el máximo dirigente de los cocaleros y todo lo que ocurre en el Chapare, en zonas de cultivo y de producción de cocaína pasa por él”.

El segundo y más preocupante momento de la entrevista se produce cuando se pregunta a Cardona sobre la posible entrada de cocaína por cárteles de la droga utilizando influencias políticas. Cardona contesta lo siguiente: “El cártel quiere que el partido Podemos llegue al Gobierno en España y eso les abra una puerta directa de ingreso de cocaína a Europa. Mis fuentes me decían ‘mi coronel, el MAS (Movimiento Al Socialismo, el partido de Evo Morales) va a tener su presidente en España, ya tenemos un partido, Evo está financiando al hermano Pablo (Iglesias), que ha venido al Chapare, lo ha traído el hermano presidente’. Pregunté si se le entregó dinero a Pablo Iglesias y me dijeron que no, que se lo dan ‘a una organización en España’. Mi informador asegura que Evo Morales dice que con el partido ‘masista’ -Podemos-, vamos a entrar directamente a España con nuestros productos, que ‘se lo ha dicho el hermano Pablo’ (Evo Morales recibió en Santa Cruz a Pablo Iglesias el pasado septiembre). Pregunté si iban a aprovechar ese comercio legal para meter cocaína y me dijo ‘puede ser’”.

¿Cree que La Sexta ayudó efectivamente al ‘huracán Podemos’, como alega, por ejemplo, Ferreras? ¿Esto casa después con querer hundirlos, tratarlos como el enemigo? ¿Cambia algo en medio en esas estructuras?

No. La Sexta pertenece al grupo A3Media, donde también está Antena 3. Su dueño principal, además del grupo alemán Bertelsmann, es Planeta. Desde el inicio, Planeta tenía claro que la fusión 6ª+Antena 3 era una apuesta para segmentar el mercado por target de audiencia. No podemos olvidar que, en origen, La Sexta competía con Cuatro por captar al público de izquierdas. Pero también dejó claro su entonces propietario, José Manuel Lara, que quería que La Sexta fuera una “cadena de centroizquierda respetuosa con la derecha”. Sin olvidar sus halagos hacia Francisco Marhuenda, hombre fuerte de La Razón, que pertenece también al mismo grupo.
Es decir, La Sexta acogió a Iglesias y trufó sus programas de cierto izquierdismo como estrategia comercial, pero tenía muy claros los límites y Podemos seguía siendo un elemento que, aunque dentro de las instituciones, se salía de lo políticamente correcto en determinados asuntos. Ferreras en un periodista que forma parte de las estructuras de poder, como en su momento estuvo Juan Luis Cebrián o Pedro J. Ramírez. Esto recuerda mucho al libro de Amy Goodman En la cama con el enemigo, que proyecta la idea de cómo, en demasiadas ocasiones, los periodistas están tan cerca del poder que olvidan su papel vigilante para pasar a ser cooperantes de ese poder.

Obviamente, ningún periodista va a reconocer públicamente esto, porque sería reconocer su falta de independencia o, lo que es lo mismo, que no informan de manera veraz y, por tanto, incumplen con su función profesional. Podemos no ha pasado a ser el enemigo. Podemos siempre fue un partido al que vigilar y ello a pesar de que ha demostrado su clara intención de formar parte de las instituciones.

¿Cree que el verlo como amenaza se ha ido diluyendo con el descenso en votos de Podemos?

Ha habido dos cuestiones para rebajar el tono criminalizante contra Podemos. Por un lado, su entrada en el poder institucional. Podemos forma parte del Gobierno, lo que ha desencantado a parte de sus votantes pero, también, ha hecho que el sistema compruebe que no se van a producir grandes cambios. La fragmentación de la izquierda y del propio partido, además, ha sido aprovechada por los medios mainstream para señalar la debilidad de la formación y el distanciamiento de sus líderes. Digamos que esta realidad ha facilitado a la estructura mediática mostrar a Podemos como un partido en declive, algo que viene a añadirse a la criminalización anterior. Es decir, un partido desprestigiado por las mentiras informativas, por un lado, y por la división interna, mostrada como desorden político, por otro.

También se ha usado, y mucho, ese anticomunismo del que habla en su estudio para detener el impulso que tomó la vicepresidenta Yolanda Díaz en el escenario político. ¿Ocurrirá con su nuevo proyecto, Sumar, lo mismo que ocurrió con Podemos? Es decir, esa izquierda representada por Yolanda Díaz será el nuevo enemigo de las estructuras de poder en las que, como sostiene, medios, políticos y corporaciones parecen compartir los mismos intereses? Porque en este caso, por ejemplo, Díaz sí ha llegado a acuerdos con la patronal.

Es difícil predecir qué va a ocurrir con Yolanda Díaz. Es cierto que es un personaje contemplado como más amable que Pablo Iglesias. Muestra un perfil más moderado, menos personalista y más conciliador. Todo depende de hasta qué punto Díaz represente una opción contraria a los intereses del bipartidismo y de la estructura económica. Hay que tener algo claro: el sistema tolera algo de disidencia, incluso como forma de autolegitimación, pero nunca va a consentir la disidencia transgresora. Nunca va a permitir al herético que ponga en peligro las bases del sistema. Y para ello pondrá en marcha todas las herramientas posibles que impliquen su erradicación.

¿Cree, entonces, que esas estructuras de poder han conseguido finalmente su objetivo a la vista de los últimos resultados electorales, por ejemplo, en Andalucía, donde ha vuelto a imponerse el bipartidismo?

Las estructuras de poder tienen que estar muy contentas con los resultados en Andalucía, pero la cuestión es más compleja. Por un lado, la división de la izquierda se ha proyectado como una debilidad y se ha ‘vendido’ como los problemas tradicionales de la formación. En Andalucía no benefició nada que la coalición de izquierdas formada lo hiciera in extremis y que Teresa Rodríguez fuera por libre. Ojo, que ya Marta Harnecker avisaba a finales de los 90 de la necesidad de luchar contra las disputas electorales y el individualismo en campaña como grandes desafíos de la izquierda en el terreno electoral. Pero parece que no se ha conseguido y diría, incluso, que se penaliza más a la izquierda por estas cuestiones, pidiéndole una “pureza” política y humana que no tiene en cuenta las tensiones propias de la esfera política. Esta cuestión y el hecho de participar en las instituciones ha separado a la izquierda de sus votantes.

 Por otro lado, han aparecido fuerzas políticas de ultraderecha que han sabido canalizar la rabia y el enfado de muchos trabajadores. No es nuevo. La idea de antistablishment, que gravita en torno a “todo el sistema me ha fallado”, la creación de “enemigos que me quitan el trabajo” y la noción de la patria como elemento de identificación, han sido aprovechadas por una ultraderecha que ha rentabilizado el descreimiento y el desencanto de una parte de la sociedad. Y ello con ayuda de las nuevas redes sociales, donde se libra una guerra cultural en la que la derecha ha sacado mucho rédito. Si añadimos el descrédito al que se ha visto sometido Podemos por parte del mainstream mediático, podemos concluir que no ha sido fácil mantenerse en el escenario político y que el poder aplaude este debilitamiento.

Volviendo a su estudio, ¿si estos medios hubieran contado otra historia, basada en la independencia y la ética, Podemos habría obtenido un mejor resultado electoral?

Hay algo evidente. Los medios no han visto nunca a Podemos como un partido afín al bipartidismo, fundamentalmente porque tampoco lo ven así las estructuras de poder. Recordemos que, en primer término, el PSOE prefería pactar con Ciudadanos para gobernar, pero no pudo ser. Así que se vio abocado a hacerlo con Podemos. Pero no porque lo tuviera en su agenda, sino porque el bipartisdismo se quebró y había que sacar a España de otras nuevas elecciones. Podemos, y sus líderes, han sufrido un descrédito que ha llegado a niveles insultantes. No solo por el acoso al que se sometió a Pablo Iglesias, sino por las críticas a otros líderes, como Irene Montero, de quien ABC ha llegado a decir que impone leyes para convertir al hombre en culpable o la retirada del acta a Alberto Rodríguez, a quien, por cierto, se le denominaba desde los medios como el rastas de Podemos.

Dicho de otro modo, y como demuestra el estudio, ha habido una intención clara de ir contra Podemos, de vincularlo al eje del mal, de hacer creer que ‘vienen’ los comunistas, recuperando ese filtro del anticomunismo de Herman y Chomsky. No ha sido excluvivo de España. Así se refería Trump cuando hablaba de Sanders, o los medios franceses sobre Mélenchon, o hasta el propio Blair, cuando habló de Corbyn como cracy revolutionary socialism. Tenemos que tener claro que es difícil que una izquierda que no esté dentro de los límites del bipartidismo alcanzará el poder y, que si lo hace, se le intentará someter, tal y como demostró el caso de Syriza y Tsipras en Grecia. A pesar del No al rescate, Grecia terminó aceptando la imposición de la Troika. Se trataba de dar una lección al resto de países en los que estaba despegando una izquierda alternativa."                         (Olivia Carballar, La Marea, 12/09/22)

16/7/22

Villarejo detalló el montaje falso de la cuenta de Iglesias en un paraíso fiscal... “El papel es chungo, se lo he dicho [a Inda], pero no ha querido oírme”. El comisario contó a directivos de La Sexta más tarde cómo se habían fabricado las pruebas. La información tóxica se difundió a un mes de las elecciones generales de 2016... Los últimos audios de Villarejo sitúan a Ferreras en el epicentro de las cloacas del Estado contra Podemos

"Corría la campaña electoral de 2016. Unidas Podemos estaba bien posicionado, y en la prensa pululaban todo tipo de ataques contra el partido morado y sus líderes. Una de estas noticias era la presunta existencia de una cuenta a nombre de Pablo Iglesias Turrión en el Europacific Bank en Islas Granadinas, un paraíso fiscal, cuenta en la que, según el relato de Inda, el gobierno de Nicolás Maduro habría ingresado miles de euros. La noticia falsa tenía todos los elementos necesarios para tener recorrido: el nombre y apellidos del líder de Podemos, un acto ilegal y la financiación de un líder bolivariano. 

Si bien la acusación no tuvo recorrido judicial sí lo tuvo en los medios, dado que contó con una gran plataforma mediática, La Sexta capitaneada por Ferreras e Inda en El Mundo. Lo que se ha desvelado este fin de semana de la mano de Crónica Libre, medio dirigido por Patricia López, fundamental en las filtraciones de los audios de José Manuel Villarejo, es que el periodista de La Sexta que ha hecho del “más periodismo” su lema, dio vía libre a la noticia a sabiendas de que era falsa. Una revelación que ha generado un amplio revuelo en las redes, donde voces de Podemos, de la prensa y otras personalidades exigen responsabilidades ante lo que consideran una prueba irrefutable de cómo las cloacas del poder orquestaron el boicot ante la posibilidad de que Podemos llegara al Gobierno.

Cosas de amigos

Lo que ha revelado el medio de López son conversaciones privadas en las que en un ambiente distendido y entre compadreos, el excomisario de la Policía Nacional y el periodista confiesan su amistad y cariño hacia Eduardo Inda. Tras ser acusado entre bromas de facilitar el ascenso de Podemos dándoles espacio en su medio, Ferreras elige dar muestras de su lealtad hacia el interés común de que Podemos no toque gobierno, admitiendo que dio espacio a las “revelaciones” de Inda sobre la cuenta falsa de Iglesias aún sospechando de que se trataba de un montaje.

En la conversación, en un restaurante de Madrid, estaban presentes también el consejero de Atresmedia y presidente de La Razón, Mauricio Casals, el empresario Adrián de la Joya y el también comisario José Luis Olivera Serrano. Ante este público, Antonio García Ferreras habría evocado su conversación con Inda: “Eduardo, esto es muy serio, yo voy con ello, pero esto es muy delicado y es demasiado burdo”. En los audios, el periodista explica las razones para su escepticismo: resulta raro que Iglesias abra una cuenta con todos sus datos, y ese mismo día Maduro le ingrese 200.000 euros. “Joder, son bastante más listos que todo eso”, concluye. Sin embargo, pese a tantos reparos, La Sexta reprodujo la noticia de Inda y las demás cadenas se sumaron a la difusión de la fake news.

Pero las conversaciones amistosas continúan y, en otro audio informal, de nuevo frente a Villarejo, Ferreras se vanagloria de haberle dicho a Iglesias a raíz del enfado de este con los papeles de Inda: “Mira, yo te voy a decir la verdad, mi experiencia. Ese comisario del que tú me hablas, ¿sabes lo que me dijo a mí? Que ese material no era bueno”.

Agitación en las redes

Varios años después, estas conversaciones entre el poder en la sombra y el poder mediático han salido a la luz. Pablo Iglesias escuchó ayer en directo los audios en un programa de la televisión pública catalana, su reacción en la que repetía: “Es muy burdo, yo no lo creo, pero lo doy. ¿Un periodista de verdad hace esto?”, se convirtió en viral en pocos minutos.

 Por su parte, Ione Belarra acusó a Ferreras de haber hecho un “daño irreparable a la democracia” con su “contribución al desprestigio de Podemos”. “Nunca sabremos quién habría gobernado en España en 2016”, concluyó. Por su parte, Alberto Garzón ha denunciado las maniobras de “un bloque reaccionario dentro del Estado (...)para cortocircuitar un proyecto de modernización y progreso para España”. El ministro de consumo interpela a otras formaciones: “Ha habido sectores sociales y políticos que han mirado hacia otro lado porque los atacados eran Pablo Iglesias, Podemos o los independentistas. Se equivocan en dos cosas: el ataque es realmente a la democracia, y el bloque reaccionario no deja rehenes”.

El eco de la noticia ha traspasado fronteras, pronunciándose Jean Luc Melenchon, que ha querido comparar el caso con el de Raquel Garrido y Alexis Corbière, un caso de difamación en prensa contra dos diputados de la Francia insumisa. Por otro lado la portavoz de la Presidencia argentina, Gabriela Cerruti, apuntaba: “Cuando hablamos de #FakeNews hablamos de procesos que juegan con la vida y la libertad de las personas como en el caso de Lula, pero también con el voto y el derecho de decidir estando bien informados”. (...)"                 (Redacción El Salto, 10/07/22)

  

"Ferreras a Villarejo: “¿Sabes dónde matamos nosotros a Monedero?”.

La comida entre el presentador de Al Rojo Vivo y director de La Sexta, Antonio García Ferreras; su jefe, el consejero de Atresmedia y presidente de La Razón, Mauricio Casals; los comisarios José Manuel Villarejo y José Luis Olivera, además del empresario Adrián de la Joya, dio para evaluar a los partidos políticos y a los lideres tanto de Podemos como del PSOE que se presentaban a las elecciones.

Es evidente que los medios de comunicación influyen en la opinión pública de diversas maneras. Desde las noticias seleccionadas, a los tertulianos, incluso los horarios en que se emiten dichas informaciones. El director de La Sexta y presentador del debate de al mediodía Al Rojo Vivo, Antonio García Ferreras, al igual que el presidente de La Razón y consejero de Atresmedia, Mauricio Casals, dominan perfectamente ese arte de las audiencias que es la guinda del pastel mediático.

El 17 de mayo de 2016, cuando se produce la comida a cuyo audio ha tenido acceso Crónica Libre, García Ferreras desvela cuáles son los índices de audiencia de su programa a los comisarios José Manuel Villarejo y José Luis Olivera y al empresario Adrián de la Joya. El motivo son las quejas expuestas por parte de los directivos del Grupo Atresmedia – que gestionan Antena 3 y La Sexta– y de las que Mauricio Casals le está informando durante la comida, como se puede oír y leer a continuación.

"Ferreras: Mauricio lo sabe. Yo quiero que La Sexta sea medio de referencia. Como me dice Mauricio, temas delicados: terrorismo, yihadismo... ahí vamos... 

Mauricio: Una televisión de Estado. 

F: Ahí como un solo hombre, ningún problema. Podemos tener una discrepancia si un día un policía en una manifestación un policía le quita la cámara... pero terrorismo, yihadismo, crimen organizado...¡Vamos, hasta Paco [Marhuenda] lo sabe! 

M: Pero vuelve a afectarnos profesionalmente. Ya te dijo que hoy [José] Crehueras acojonado perdido, además ya sabes que no tiene ni media hostia, que los italianos con [Mauricio] Carlotti a frente... 

F: A los italianos les da igual lo que pasa aquí. Mientras haya pasta y audiencia... 

M: Tenemos que ver un poco cómo lo montamos... O sea, justo cuando tendrían que estar más contentos de una televisión del 8 por ciento... 

F: Somos una tele, la más barata de todas las privadas, que la media como dice Mauricio es un 8 pero cuando hacemos por la noche política nos ponemos en un 15 o en un 16. 

Olivera: ¿La Sexta Noche cuánto tiene? 

M: 13, 14... 

F: El otro día con Eurovisión, que sabéis que es el acontecimiento televisivo, hizo un 10 cuando lo lógico es que se haga un 5. Sobre todo es que somos una tele que se ha convertido en una referencia política. 

Villarejo: ¿Pero tú por la mañana sacas más? 

M: Sí, 14 y 15. O: Pero por la mañana, la gente... 

V: No, la gente al mediodía ya ve mucho. 

M: Un millón, un millón. 

F: Nosotros acabamos el programa a las dos y cuarto, que es cuando yo despido, y millón y medio de personas. 

M: De promedio millón, ¡eh! 

F: Encima nosotros tenemos una ventaja. Nuestra audiencia cualitativamente es lo que se llama clase media-alta, no es una cuestión económica, es una cuestión de formación y estudios. 

V: Con inquietudes, implicada. 

F: De mucha calidad para publicidad, para... 

M: Como dirías tú, Pepe, Podemos. 

V: Podemos. 

F: Podemos y el PSOE."

Ese target de audiencia, cerca de un millón y medio de votantes de Podemos y PSOE, personas con “inquietudes” para el comisario Villarejo, es el que eligió el director de La Sexta para que su “hermano” Eduardo Inda diera la noticia de la cuenta en las Granadinas de Pablo Iglesias, que el propio Ferreras pensaba que era una manipulación burda de un documento, es decir, que la información era falsa. Así lo explica a los comensales el presentador de la camisa negra:

"Ferreras: El día de Eduardo Inda, el otro día, el de la factura, yo llamo a Eduardo y le digo "el documento este del Gobierno venezolano, el papel del ministerio de las islas las Granadinas, Eduardo, yo te meto en directo". Perfecto. "Quiero el informativo contigo, dos de la tarde, máxima audiencia". Eduardo es como mi hermano, aunque discrepamos mucho, nos queremos mucho... 

Villarejo: El papel es chungo. 

F: Chungo. Yo se lo dije. Digo a mi me resulta muy raro... 

V: El papel es chungo, pero... 

F: Me resulta muy raro, muy raro, muy raro... 

V: Pero es el único tío con cojones para darlo. Pero a él le han guindaó [que en argot criminal quiere decir robar, estafar, engañar] 

F: Bueno, pero cuál es mi problema, cuál es mi historia. Mi problema es que ahí hay un tío que está aportando un documento que es la polla si es verdad. Y yo siempre digo lo mismo, si la sacan del PSOE yo lo saco, si lo sacan de Pablo Iglesias, oye, en directo, y llamo a Podemos. Digo "señores, yo voy a dar esta noticia, ustedes sabrán si quieren salir o no". Y la respuesta "es sí, salimos y damos la cara", para decir que es mentira o lo que sea."

“Nosotros somos los que matamos a Monedero”

No ha sido solamente el exvicepresidente del Gobierno Pablo Iglesias quien ha tenido que enfrentarse a estas tácticas periodísticas. Su profesor de Ciencias Políticas, Juan Carlos Monedero, parece ser otra de las víctimas del director de La Sexta, como explica a los comensales:

"Ferreras: Monedero a nosotros nos odia, porque nosotros fuimos los que matamos a Monedero con aquello, con la pasta. Porque, además, cuando nosotros le damos una hostia a ellos, ellos sufren de cojones... 

Olivera: De cojones, claro, porque no se la ha dado La Razón. 

F: Pero La Razón, oye, ¿puedo decir algo? La Razón, y te lo dije hace como dos meses, empieza a ser periódico, Mauricio. Periódico oficial no es sólo... además es verdad que en el origen y además tiene todo el derecho, es el editor, "mira, yo quiero hacer una cosa que sea muy del PP". Pero ahora... y la entrevista del otro día no estaba mal, de Pablo. E informaciones que habéis sacado... 

Casals: Pues estamos teniendo unos problemas, por ejemplo Ussía hoy esta mañana con Ussía..., 

F: Pero esos os hace tener mayor credibilidad y cuando llega el combate importante, tú tienes más fuerza. Yo un día que pillen a los de Podemos, el que nosotros demos la noticia es demoledor. ¿Tú sabes dónde matamos nosotros a Monedero?"

Con ese ímpetu que Ferreras le pone a su manera de hacer más periodismo, como si se tratara de un campo de batalla en el que aniquilar al enemigo, explica cómo mató a Juan Carlos Monedero.

"Ferreras: Monedero a mi me odia. Conmigo no se pone, no se pone. Es decir, os acordáis de unas declaraciones que hizo, yo creo que las sacó El Mundo, diciendo que la Guardia Civil metía droga en Euskadi, no sé qué no sé cuántos. Y yo cogí y dije abrimos con esto, metemos las grabaciones y le pedimos a él, porque las grabaciones son de... 

Villarejo: De un loco, de un pirado... 

F: De un pirado, porque es la vieja teoría, eso ya lo escuchamos nosotros hace muchos años: que si Galindo metía, que si... Oye tío, no puedes decir esto. No es serio. "Para acabar con la juventud vasca". Se lo sacamos, le invitamos a estar y dice que no. Y se va a la Cuatro a decir que La Sexta lo está dando pero que nunca le han llamado para pedir su versión. Entonces yo voy a matarle. Y el día que Plural saca, creo que fue el primero, lo de la pasta que gana por ese informe de coña. Desde ese día, conmigo no se pone."        (Patricia López , Crónica Libre, 12/07/22)

 

 "Villarejo detalló el montaje falso de la cuenta de Iglesias en un paraíso fiscal.

 El digital OK Diario publicó el 6 de mayo de 2016 un supuesto escándalo de corrupción contra Pablo Iglesias. El presidente venezolano Nicolás Maduro, según la noticia, había pagado 272.325 dólares al líder de Podemos a través de un banco situado en el paraíso fiscal de Islas Granadinas. Lo hizo supuestamente en marzo de 2014, apenas dos meses después de que Podemos se inscribiera en el registro de partidos políticos y comenzara una carrera electoral que lo llevó en diciembre de 2015 a lograr 69 escaños en el Congreso de los Diputados y ser clave para la investidura.

Toda la documentación que acreditaba el escándalo contra Pablo Iglesias resultó falsa. Aquella exclusiva fue difundida en La Sexta mediante una entrevista del director de Al Rojo Vivo, Antonio García Ferreras, al director de OK Diario, Eduardo Inda. El líder de Podemos, víctima de la intoxicación informativa, salió en el mismo programa de televisión desmintiendo la información.

Once días después de aquellos hechos, el comisario José Manuel Villarejo, todavía en activo, se reunió a comer con el presidente de La Razón y adjunto a la presidencia de Atresmedia, Mauricio Casals, y con el periodista Antonio García Ferreras.

En ese almuerzo, grabado como otros muchos por Villarejo, el comisario informó al empresario y al periodista sobre algunos montajes burdos del Ministerio del Interior para desprestigiar a Podemos o a los independentistas catalanes. Lo que sigue resume parte de esa conversación, adelantada por Crónica Libre, en la que se refieren a la información difundida 11 días antes, primero en OK Diario y luego en La Sexta.

"¿Sabes lo que pasa? Que a Eduardo [Inda, director de 'Ok Diario'] yo le presenté en su día a Eugenio Pino [director adjunto operativo de la Policía] y a toda esta gente y tal. Pero, se lo ha dicho muchas veces. No te fíes de esta gente, que esta gente no…
 
Le dije yo, Eduardo, esto es muy serio. Yo voy con ello, pero esto es muy delicado y es demasiado burdo. Es demasiado burdo.
 
Claro…
 
Los de Podemos no se esconden. El día de Eduardo Inda, el del otro día de la factura. Yo llamo a Eduardo y le digo, el documento este del… Gobierno venezolano, la transferencia de las Granadinas, Eduardo, yo te meto en directo. Perfecto. Quiero un informativo contigo, dos de la tarde, máxima audiencia (...) Eduardo es como mi hermano, aunque discrepamos mucho y discutimos mucho.
 
No, pero es muy... El papel es chungo, ¿Eh?
 
¿Chungo?
 
Sí.
 
Yo se lo dije, a mí me resulta muy raro.
 
El papel es chungo.
 
Me resulta muy raro, muy raro, muy raro.
 
Pero bueno, es el único tío con cojones… A él lo han guindado
 
¿Se lo has dicho a Eduardo esto?
Eh… No ha querido oírme. Yo… Yo entiendo…"

Aunque Podemos presentó una denuncia contra esa información falsa que se publicó en varios medios de comunicación, la jueza archivó la denuncia y avaló el trabajo de los periodistas.

‘Modus operandi’

Lo ocurrido con esa información de origen policial que acabó filtrada a un determinado medio de comunicación en mayo de 2016 era similar a lo que, desde 2012, cuando el PP llegó al poder, se venía haciendo desde el Ministerio del Interior en relación con los adversarios políticos del Gobierno.

 El modus operandi de la denominada policía patriótica siempre era el mismo. Primero elaboraban informes escritos, la mayoría sin sello ni firma, con pruebas incriminatorias hacia determinados dirigentes políticos o partidos, muchas de ellas falsas o poco contrastadas, y antes incluso de convertirlas en denuncias ante los tribunales se filtraban a determinados medios de comunicación.

Este sistema, destapado por algunas investigaciones judiciales y ahora acreditado por las grabaciones que hizo el comisario José Manuel Villarejo con dirigentes políticos o periodistas, se utilizó varias veces con independentistas catalanes y con dirigentes de Podemos.

Pablo Iglesias: "La impunidad es absoluta" Antonio García Ferreras: "Nunca hemos dado una información sabiendo que era falsa. Jamás"

J. M. R.

Pablo Iglesias sostiene que el día en que se dio la noticia sobre su cuenta en un paraíso fiscal, el periodista Antonio García Ferreras lo llamó para decirle que diera su versión. “Y le dije: ‘Es mentira Antonio, eso es falso’. Y dijo: ‘Bueno, pues Inda me asegura que es verdad y yo lo que he decidido es darte la palabra para que des tu versión’. Y, claro, la di, pero una cosa es que yo me imaginara que esa cosa era basura y otra diferente es que él dijera eso en una conversación y lo que estaba contando es que saca una noticia sabiendo que es falsa a un mes de las elecciones generales”, ha declarado este domingo Iglesias a EL PAÍS. 

Fuentes de La Sexta señalaron que es “absolutamente falso” que se ofreciera esa información sabiendo que era mentira porque se difundió antes del encuentro de García Ferreras con Villarejo. La cadena informó un día después de que Inda contara el presunto escándalo que el banco de Islas Granadinas, al que aludía OK Diario había negado la existencia de esa cuenta.

"Me he reunido con Villarejo en tres ocasiones", ha asegurado este lunes el propio Ferreras durante la emisión de su programa Al Rojo Vivo. "Ese audio es de la primera de las reuniones, cuando me reuní con él la noticia ya había salido y ya la habíamos contado", ha insistido. "Nunca hemos dado una información sabiendo que era falsa, jamás. Teníamos que reunirnos con él para saber qué pensaba porque ese informe lo tenía la policía", ha justificado. "Teníamos dudas sobre esa información, pero la tenía la policía", ha explicado.

Según ha relatado Ferreras, después de reunirse con Villarejo se encontró con Pablo Iglesias y le contó todo. "Podemos está mintiendo y está haciendo algo muy similar a todos los medios que nos acusaban de crear a Podemos", ha dicho el presentador de La Sexta. "No entramos nunca al veto de Podemos y nunca dimos credibilidad tampoco al informe Pisa, como sí hicieron muchos otros medios". "Cuando supimos que finalmente la cuenta no era real, es evidente que dijimos que no deberíamos haber dado absolutamente nada", ha proseguido. "Pero es que entonces no lo sabíamos". En su última intervención antes del final del programa, Ferreras ha asegurado: "Es evidente que no deberíamos haberlo dado, claro, pero entonces no sabíamos que no era real".

El domingo, Iglesias acusó duramente al periodista: “Creo que es suficientemente grave como para que no volviera a ejercer esa profesión jamás. Independientemente de si eso puede tener un recorrido penal o no, pero cómo deja la imagen del periodismo en España es gravísimo, porque revela algo que es la clave de las cloacas y es que nunca han demostrado hasta ahora la capacidad de montar un dosier que pueda tener consecuencias jurídicas. A mí nunca han conseguido ni siquiera imputarme, y la mayor parte de las informaciones que se han dado son tan burdas que ni siquiera, aunque un juez esté animado a buscar, tampoco es sencillísimo armar con recortes de prensa una causa penal”.

Podemos denunció estas informaciones falsas ante los tribunales, pero fueron archivadas. “La impunidad es absoluta. Ahí no tengo apenas esperanza de que eso vaya a ninguna parte. El caso de esta cuenta de Granadinas que la jueza archivó, entendiendo que la noticia era falsa, pero que podía ser veraz en la medida que se basaba en informes… La clave de esto en realidad era mediática. Si esto condiciona las escaletas de las principales tertulias, conversaciones en radio o en televisión, eso tiene un efecto de desgaste y de desprestigio, y eso tiene lógicamente un efecto electoral, y eso revela un problema democrático en España, que tiene una dimensión judicial, que tiene una dimensión de Gobierno, pero en realidad la importante de verdad es la mediática, que es la única que puede condicionar el estado de opinión de millones de ciudadanos”, ha remachado. 

Fuentes de La Sexta han negado la acusación de Iglesias: “Cualquiera que recuerde qué emitía La Sexta en esos años sabe perfectamente que esta televisión nunca entró ni en el veto a Podemos ni en las campañas de desprestigio contra ellos”.              (El País, 11/07/22)

11/2/22

De un lado las propias reglas de la profesión, del otro los intereses políticos y económicos, mantenían las facetas personales alejadas de la primera plana. Hasta que algo cambió en 2014 cuando apareció Podemos... se recurrió a las mentiras, incluso a las noticias fabricadas, con la connivencia entre algunos periodistas y determinados aparatos policiales, las llamadas cloacas. Decenas de falsos casos de corrupción que abrían portadas para ser desestimadas meses después por los jueces sin dar a la resolución la misma relevancia... Pero hubo más. Más porque esa línea infranqueable que nunca se había cruzado, la de la vida privada, se difuminó en el caso de Podemos, especialmente respecto al que fuera su líder y vicepresidente del Gobierno, Pablo Iglesias, y la actual ministra de Igualdad, Irene Montero... supuestas infidelidades y separaciones, persecución a los familiares, intentos de creación de escándalos sexuales interrogando a alumnas... el cerco continuado durante meses a la vivienda de los políticos por parte de grupos de ultraderechistas con reporteros que jaleaban el acoso. El pasado miércoles comenzó el juicio contra uno de esos reporteros, Alejandro Entrambasaguas, de Ok Diario... La razón fue el acoso no ya a la pareja de políticos, sino a sus hijos, cuando eran bebés... La intención de estas maniobras de acoso era destruir en el ámbito personal a Montero e Iglesias para imposibilitar su labor política

 "España, finales de la década de los ochenta. Una carretera solitaria y mal iluminada del norte de Madrid, quizá ya lindando con las estribaciones de la sierra. Un coche ha sufrido una avería y permanece estacionado en uno de los arcenes, con el capó abierto. 

El conductor, a la espera de que pase algún vehículo, consulta un mapa intentando descifrar la distancia para ir andando al siguiente pueblo: los teléfonos móviles aún son ciencia ficción para la mayoría. De repente una luz en la distancia, una moto que llega a su altura y por suerte se detiene. El motorista, alto, se sube la visera, saluda y dice saber algo de mecánica, al conductor su voz le resulta extrañamente familiar. 

Al cabo de media hora ha conseguido arreglar la avería. Cuando el conductor estrecha su mano y puede ver sus ojos de cerca se ve arrebatado por la sorpresa: "Pero, usted, ¿usted es el Rey?" acierta a decir tartamudeando. El misterioso conductor se ríe bajo el casco: "Sí, es que uno también tiene derecho a sus escapadas. Pero no se lo diga a nadie".

En la España de la época todo el mundo tenía un amigo, que tenía un primo, que tenía un vecino que era el conductor que se había encontrado con el Rey en aquella carretera desierta. La historia, que no pasaba de ser más que una leyenda urbana, tenía sin embargo una lectura sociológica: el monarca representaba a alguien bien considerado que ayudaba al pueblo pero que, por contra, contaba con una vida secreta

Varias décadas después, seguramente cuando la vida personal de Juan Carlos empezó a resultar incontrolable y peligrosa para la estabilidad del país, sumido en una profunda crisis económica y de legitimidad institucional, el Rey fue obligado a abdicar en su hijo, no sin el empujón mediático que empezó a señalar lo que las leyendas urbanas nos habían adelantado años antes.

Lo cierto es que durante mucho tiempo existió una omertá en torno a las actividades de Juan Carlos al margen de su función como jefe de Estado. No sólo en cuanto a su vida personal, llena de relaciones con otras mujeres a pesar de su matrimonio con Sofía de Grecia, sino también en cuanto a sus actividades económicas como comisionista entre multinacionales españolas y terceros países. Si lo primero puede resultar indiferente, dejando al margen la imagen de una figura de primer orden que representaba a todo un país, empezó a resultar peligroso cuando las amantes pasaron a administrar fondos que pertenecían al monarca, como fue el caso de Corina Larsen. Los distintos escándalos de corrupción que han salpicado a la monarquía española contrastaban, en todo caso, con la imagen impoluta, brillante y cercana que los medios habían ofrecido sobre la familia real.

En el mundo de la prensa cualquier periodista conoce dónde están determinados límites sin que ninguno de sus jefes se lo haga saber. Por un lado existen reglas deontológicas, es decir, aquellas normas para el buen desarrollo de la profesión respetando una serie de líneas morales, como son el respeto a la intimidad personal y familiar. Por el otro, una serie de límites políticos y económicos no escritos, respecto a las presiones que estos poderes ejercen sobre la prensa. En el caso de las informaciones sobre la Corona, los límites tenían que ver con el segundo tipo. La monarquía fue intocable en cuanto a jefatura del Estado, aún teniendo conocimiento de que las actividades económicas de Juan Carlos no encajaban con sus atribuciones constitucionales como Rey. Sólo se empezaron a publicar escándalos cuando la situación se hizo insostenible. Hasta ese momento, los medios en España realizaron un trabajo cortesano más que uno informativo.

Sobre otras figuras públicas y políticos durante años se siguió la línea de no tratar nunca asuntos personales a no ser que hubieran resultado relevantes para algún delito. De vez en cuando conocíamos los líos amorosos de algún gran empresario en la prensa rosa. De vez en cuando surgían detalles escabrosos que se desprendían de las investigaciones por algún caso de corrupción. Determinados vídeos sexuales circularon vía cd grabado en los tiempos donde internet aún no estaba demasiado extendido, ningún medio se atrevió nunca a publicarlos. Existían una serie de líneas informativas que casi nunca se cruzaban. Tanto es así que a mediados de la década de los dos mil, cuando un exministro fue fotografiado por la calle llevando un tendedero para su piso de soltero tras su separación, el hecho dio pie a un encendido debate en torno a los límites y conveniencia de las imágenes.

De un lado las propias reglas de la profesión, del otro los intereses políticos y económicos, mantenían las facetas personales alejadas de la primera plana. Hasta que algo cambió en 2014 cuando apareció Podemos. Si los líderes del partido tomaron relevancia en los medios, cuando estos necesitaban de nuevos contertulios más a la izquierda en los peores años de la crisis, esos mismos medios emprendieron una cruzada en la que utilizaron toda su artillería para dañar la imagen de la nueva formación. La ecuación es fácil de entender. Los líderes de Podemos, antes de constituir un partido, otorgaban legitimidad con sus intervenciones a la televisión, que había quedado comprometida por su parcialidad al informar sobre los problemas sociales derivados de la crisis. Una vez que el partido obtuvo sus primeros éxitos electorales, los medios, especialmente los de la derecha, mantuvieron una posición ambivalente, ya que pensaron en la división del voto progresista. Cuando en enero de 2015 las encuestas les pronosticaron excelentes resultados se decidió que era hora de frenarlos.

En esta operación se utilizaron maneras lícitas dentro de lo comunicativo: líneas editoriales hostiles que seleccionaban las peores informaciones que afectaban a Podemos. También otras menos lícitas, forzando esas informaciones para dar una imagen negativa poco realista. El siguiente paso fue recurrir a las mentiras, incluso a las noticias fabricadas, con la connivencia entre algunos periodistas y determinados aparatos policiales, las llamadas cloacas. Decenas de falsos casos de corrupción que abrían portadas para ser desestimadas meses después por los jueces sin dar a la resolución la misma relevancia. A pesar de la gravedad de estos métodos, que comprometen la calidad democrática en España, las informaciones, falsas o ciertas, giraban dentro del campo de lo político. Pero hubo más.

Más porque esa línea infranqueable que nunca se había cruzado, la de la vida privada, se difuminó en el caso de Podemos, especialmente respecto al que fuera su líder y vicepresidente del Gobierno, Pablo Iglesias, y la actual ministra de Igualdad, Irene Montero, ambos pareja. Falsas informaciones y columnas de opinión tratando supuestas infidelidades y separaciones, persecución a los familiares, intentos de creación de escándalos sexuales interrogando a alumnas de la época en la que Iglesias fue profesor universitario, fotografías de momentos íntimos como sepelios o visitas al hospital y un sin fin de actitudes miserables, como el cerco continuado durante meses a la vivienda de los políticos por parte de grupos de ultraderechistas con reporteros que jaleaban el acoso.

El pasado miércoles comenzó el juicio contra uno de esos reporteros, Alejandro Entrambasaguas, de Ok Diario, el digital ultraderechista de Eduardo Inda, periodista estrella habitual de varias tertulias en televisión. La razón fue el acoso no ya a la pareja de políticos, sino a sus hijos, cuando eran bebés, a finales de 2019. Este periodista se dedicó durante más de un mes a hostigar a la cuidadora, incluso, según ha relatado la misma, a preguntar a otros niños de la zona y a los vecinos. Los escoltas han declarado en el juicio que vieron comprometida la seguridad de los pequeños. El reportero, que también está investigado por la policía boliviana por sus relaciones con el régimen golpista de Áñez, se enfrenta en este juicio a un delito que puede estar castigado con hasta dos años de cárcel.

La intención de estas maniobras de acoso no era obtener ninguna información relevante, ni siquiera la creación de la base para algún bulo, sino destruir en el ámbito personal a Montero e Iglesias para imposibilitar su labor política. Obviamente todos estos episodios no eran producto de la ambición profesional desmedida de algún periodista, sino que contaban con la suficiente coordinación, los medios materiales y la aquiescencia de los tabloides que los impulsaban y las televisiones que se hacían eco. La imagen de la pareja, más padres que políticos en el primer día de juicio, era bien diferente de la habitual. Acostumbrados a los debates tensos y al enfrentamiento dialéctico, esta vez, sin embargo, se intuía en sus miradas una sensación de tristeza y cansancio. Nadie está preparado para que ataquen a su familia

Algunos medios conservadores, aun lamentando lo sucedido, han recurrido a imágenes de la pasada década cuando, a raíz de las protestas sociales por la crisis, algún político de derechas enfrentó escraches en sus viviendas y algún episodio de acoso callejero que Iglesias, en su época mediática previa a su etapa política, calificó de "jarabe democrático". Más allá del debate sobre el uso de estas técnicas de protesta existen dos diferencias clave entre ambos episodios. La primera es que en la pasada década se trató de acciones casuales o puntuales, que no llegaron a sobrepasar nunca un par de jornadas. La segunda es que el actual acoso forma parte de una estrategia de desestabilización perfectamente medida que ha tratado de anular en su vida personal a los cargos del actual Gobierno, mientras que en la década pasada los escraches, aun considerándose un método ilícito, eran producto de los índices de paro, desahucios y represión policial. La solidaridad con excusas es tan sólo relaciones públicas.

En cualquier democracia los medios de comunicación deben tener clara su función de fiscalización del poder, tanto como los límites de su código profesional. También que esa capacidad de servir de contrapeso a la política y la economía se suele ver restringida precisamente por las presiones de estos ámbitos. Por sí solo el acoso a Iglesias y su familia ha traspasado todas las líneas deontológicas y de mero sentido común. Pero, que se haya dado en un país como España, donde gran parte de los medios que machacaron a Iglesias tuvieron una actitud cortesana con los desmanes del anterior jefe del Estado, Juan Carlos de Borbón, resulta aún más hipócrita y doloroso. De impío, al menos, que nunca te puedan acusar de cobarde."                  (Daniel Bernabé, RT, 11/02/22)

13/11/21

Por que erraron os medios no caso de Manel Monteagudo, o home que dixo estar en "coma" 35 anos? A falta de verificación nas informacións estase a convertir nun problema no xornalismo de hoxe en día

 "Tragedia y farsa del coma de Manel Monteagudo.

Una noticia extraordinaria, la ‘resurrección’ de un gallego en 2014 que decía haber estado 35 años en coma, se convierte en un escándalo que compromete más al periodismo que al impostor.

 La vida de una noticia es caprichosa, sobre todo si no es noticia. El 28 de octubre a las 10.40 llegó un correo electrónico a las redacciones de los medios de comunicación de Pontevedra. Se trataba de una convocatoria de la presentación del poemario De mariño a poeta de Manel Monteagudo, seudónimo de José Manuel Blanco Castro. El acto tuvo lugar el día 29 en el espacio O Sanatorio, un espacio cultural cuyo nombre venía bien al caso, pues en la biografía aportada en el mensaje se explicaba que Monteagudo, tras un grave accidente en un buque en el que trabajaba de joven, había permanecido 35 años “prácticamente vegetal”. Ese mismo día, pero por la mañana, lo entrevistó Radio Pontevedra a modo de previa de la presentación. Contó allí cómo su mujer, al despertarse él en 2014 tras quedar “en coma” en 1979, “se echaba encima de mí llorando y llorando, y yo no sabía ni quién era”. Hechas las presentaciones, a Manel Monteagudo se le reservaba una sorpresa mayor: aparecieron en su cuarto dos hijas, una de ellas embarazada. Ese relato, el de un hombre que se despierta en 2014 de súbito tras 35 años en coma, y tiene una mujer y dos hijas, y no sabe lo que es internet y llora delante del espejo gritando “ese no soy yo, ese no soy yo”, sin la declaración de un solo médico que hubiese tratado al paciente, ha ocupado esta semana televisiones, radios y periódicos nacionales. Primero como tragedia, luego como farsa.

El relato de Monteagudo no era nuevo. Circulaba intermitentemente por medios locales, pero más suavizado, cada vez que presentaba un libro. De tal manera que en algunas previas de sus presentaciones se despachaban sus 35 años en estado “prácticamente” vegetativo como aspecto secundario. Era un relato, eso sí, cambiante. La entrevista más antigua que permanece en internet es una realizada por La Voz de Galicia en 2019 en la que Monteagudo desmiente al Monteagudo de 2021: no estuvo 35 años en coma, sino 64 días, aunque después quedó maltrecho y con repetidos episodios de amnesia. En 2020, en la revista literaria Terra de Outes, Manel Monteagudo se extiende. Dice que, tras un coma de tres meses, pasó 14 meses más encamado “en un estado semicatatónico, hasta que, en un momento de lucidez, me casé con mi novia (…) Con el tiempo fui recuperando la movilidad y el habla, pero solo de forma episódica, pues los desmayos seguían provocándome frecuentes estados de inconsciencia que podían durar días y, lo que es peor, pérdida total de la memoria”. El neurólogo que lo atendía, dijo en esa entrevista, se retiró y el nuevo le anuló la medicación (11 pastillas) que lo dejaban aturdido; en 2014 recuperó la autonomía, el habla fluida y la memoria. “Unos meses después me dieron de alta y desde ese momento leí y escribí nuevamente, a lo que mi esposa tuvo que volver a enseñarme”, contaba en esa publicación.

En declaraciones al periodista Manuel Rey, del diario Galicia Ciencia, Xoán Mariño, amigo de la adolescencia de Monteagudo, cuenta cómo se lo encontró una vez en Outes (Noia, A Coruña) en 2001 o 2002 “y me habló de su accidente y de lo que aún sufría. No podía estar solo, porque en cualquier momento perdía el conocimiento y caía, se desmayaba y volvía al estado comatoso. Y así durante muchos años”. Después, según ese testimonio de Mariño, “comenzó a recibir un trato que lo mantuvo como un zombi; estaba despierto, estaba de pie, pero era lo mismo que si no le hubieras hablado, que no sabía nada, hasta que le cambiaron la medicación y ese cambio le permitió recobrar la conciencia por completo. A partir de ese momento fue como si hubiera resucitado. Empezó a poder hablar con todos, a recordar, a comprender… “.

Hace dos meses, con motivo de su último poemario, La Voz de Galicia cubrió la presentación en Noia, donde anunció un contrato de 15 años (a poemario por año) con una editorial, Medulia, con la que este diario no ha podido ponerse en contacto. Pero fue la presentación de Pontevedra, semanas después, la que encendió una mecha imprevisible. De los medios locales de la ciudad gallega, Manel Monteagudo saltó a la TVG, la televisión autonómica. Y la pieza dedicada a él, colgada en las redes sociales, empezó a coger fuerza. El fenómeno local del hombre de los 35 años en coma se empezaba a disolver en una tormenta perfecta que tuvo su origen el 11 de noviembre en TVE, cuando Monteagudo contó su relato (sin matices: sin 64 días en coma, ni episodios catatónicos, ni breves estados de lucidez) en el programa La Hora de la 1. A partir de ahí, y empujada por las redes, la historia se trasladó a palo seco tal y como llegaba de un medio a otro, y de una televisión a otra hasta convertirse en la noticia del día e, instantáneamente, en un escándalo mayúsculo que comprometía más al periodismo que al falsario: ¿nadie había hecho siquiera las cuentas con los años que estuvo en coma y las edades de sus hijas?

Tras ser noticia durante 48 horas, y ver señaladas sus incongruencias en el relato, sobre todo científicas, el viernes Monteagudo se dirigió a los medios, que para entonces ya estaban dedicando el tiempo y los recursos en desmontar una historia publicada para la que no hubo tiempo y recursos en contrastar antes de publicar, y dijo desesperado que su mentira se había “salido de madre”. “Admito y asumo toda la culpabilidad, acepto todo lo que me digan. El que lo dijo mal fui yo y ya está”, comentó en referencia a su narración, que no era tan extraordinaria al principio, en 2019, y que con el tiempo fue creciendo hasta convertirse en un disparate del que no pudo salir, de tal manera que la noticia no era ya que estuviese 35 años en coma, sino que alguien se lo creyese, y tratase de hacérselo creer a los demás."        (Manuel Jabois, El País, 14/11/21)

 

"Como é posible que os diferentes medios de comunicación non verificaran dende un principio a historia de Manel Monteagudo ? A historia deste escritor vigués destapou os graves problemas que vive o xornalismo na actualidade, principalmente, a falta de verificación nas informacións e a loita polo clickbait, a busca rápida e a toda costa de lectores en Internet.

 Moitos foron os medios de comuniación que levaron a información á portada como "algo sorprendente" destacando o feito de que un home estivera 35 anos en coma. Posteriormente moitos deles tiveron que borrar ou modificar a noticia ao coñecer que a información non era certa. Pero como foi posible chegar ata isto?.  GC intentará detallar a historia de Monteagudo ou de José Manuel Blanco Castro, o seu verdadeiro nome.

Nos últimos días fíxose "viral" a historia de Manel Monteagudo, un escritor que afirmaba pasar en coma 35 anos, despois dun accidente no seu barco en 1979 á altura de Iraq. Monteagudo sostén que foi no ano 2014 cando de despertou do coma e durante todo ese tempo foi a súa moza daquela e agora a súa muller Conchi quen o cuidou. Sen embargo hai moitas contradiccións xa que o propio Monteagudo cambiou a súa versión en varias ocasións. Versións que se podían consultar na propia rede

Por iso, a moitos medios locais galegos non lles pillou por sorpresa a noticia xa que eles xa eran coñecedores da historia. A revista Terra de Outes entrevistou a Monteagudo no ano 2020 e nesta xa facía referencia ao seu accidente e recoñecía que estivera tres meses en coma. "Ao cabo de tres meses do accidente recuperei o coñecemento pero tiven que ficar dous meses máis no Iraq porque os danos cerebrais eran moi graves e non podía falar nin camiñar nin moito menos valerme por min mesmo", sostiña Monteagudo.

 Ademais desta entrevista, no ano 2019 La Voz de Galicia foi dos primeiros medios en darse eco da noticia, aínda que foi 5 anos despois de que Monteagudo despertara do seu suposto coma. Nesta información díse que estivo 64 días en coma pero titulábase afirmando que espertou tras 35 anos de "amnesia".

Tamén na propia biografía que figura del na Asociación de escritoras e escritores en lingua galega, recóllese que estivo "prácticamente vexetal" durante 35 anos, "ata que en 2014 lle deron a alta médica". Pero foron os seus veciños en Noia, onde reside, os que realmente descubriron a verdade do seu caso ao suliñar en varias entrevistas que, realmente, facía vida normal desde facía anos.

RECOÑECE O SEU ERRO

O propio Monteagudo tivo que recoñecer ante a prensa que se lle foi das máns todo o acontecido. "Eu non estiven en coma en ningún momento pero si que é certo que caín dende 6 metros". "Tiña que cortalo antes e asumo toda a culpabilidade" concluía Monteagudo nun programa da TVE. En todo caso tamén o erro é grave por parte dos medios por non ter comprobado o verificado unha información que xa circulaba pola rede desde hai anos."                (Pablo chao, Galicia Confidencial, 12/11/21)