Estas prácticas muy comunes hacen que en esta era de la información la gran mayoría de la humanidad se informa a través de medios controlados por partes interesadas o que son muy susceptibles a la presión de intereses políticos y económicos.
Este fue el paradójico hallazgo del investigador Simeon Djankow y sus colegas quienes examinaron en 97 países quienes eran los dueños de los cinco periódicos más leídos, de los cinco canales de televisión más vistos y de las estaciones de radio más oídas. Encontraron que, como promedio, el Estado es dueño del 30% de los principales periódicos, del 60% de los mayores canales de televisión y del 72% de las principales estaciones de radio. El resto es predominantemente propiedad de familias, que controlan el 54% de los grandes periódicos del mundo y 34% de las mayores estaciones de televisión. Rupert Murdoch y Silvio Berlusconi no son la excepción, son la regla. Solo el 4% de los principales medios de comunicación del planeta tienen una estructura de propiedad dispersa entre muchos accionistas. La norma es que los grandes medios los controlan los gobiernos o los magnates mediáticos y sus familiares." (MOISÉS NAÍM: La información y sus dueños. El País, ed. Galicia, Internacional, 22/06/2008, p. 12)
3 comentarios:
Publicar un comentario