“La ley que obliga a dar noticias felices indigna a los espectadores de Rumania. Los medios tachan de "censora" la norma que ha aprobado el Senado.
Si el presidente Traian Basescu no lo evita, dentro de poco, las radios y televisiones rumanas dedicarán exactamente el mismo espacio a una noticia sobre un atentado o un asesinato que, por ejemplo, al hallazgo de una nueva especie de flor. La que se ha denominado popularmente como ley de noticias felices, aprobada esta semana por el Senado, obligará a dar el mismo peso a las noticias positivas que a las negativas en los medios audiovisuales. La norma, que había sido rechazada antes por el Congreso, ha indignado a las asociaciones de medios y de periodistas, que se están movilizando para que Basescu no la promulgue. (…)
La ley, promovida por el partido ultranacionalista Romania Mare y por el Partido Nacional Liberal (PNL), se basa en supuestos informes científicos que sostienen que las noticias negativas tienen un efecto pernicioso en los oyentes y los espectadores. "Los telediarios muestran demasiado el lado oscuro de la vida", declaró a Reuters un senador del PNL, que reclamó más espacio para informaciones sobre agricultura o educación. Pero los informes mencionados por los parlamentarios para aprobar por unanimidad la ley han sido duramente criticados. "Hablan de estudios que no son concluyentes. Sólo hay un informe sobre cómo influye la televisión rumana en los espectadores y no pueden basarse sólo en él", reclama Ioana Avadani, presidenta del Centro Rumano para el Periodismo Independiente.
Los periodistas coinciden además en que la normativa no ha determinado qué son buenas noticias y qué no. "Una información no tiene un tema positivo o negativo. Se ve desde muchos ángulos y es la función del periodista observarlos todos", sostiene Popescu, que ironiza sobre quién controlará los tiempos de emisión o qué organismo diferenciará las noticias buenas de las malas.” (El País, ed. Galicia, Pantallas, 28/06/2008, p. 72)
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