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16/11/20

En Estados Unidos ya están en otra fase: ya hay medios que se dedican a publicar mentiras, pero cobrando... pagan a periodistas freelance entre 3 y 36 dólares por artículo, diciéndoles a quién tienen que sacudir y qué se tienen que inventar... hay 1.300 medios digitales locales en todo el país dedicados a la intoxicación

"El New York Times ha contado una historia increíble sobre las noticias falsas, y disculpen la paradoja. En Estados Unidos ya están en otra fase: ya hay medios que se dedican a publicarlas, pero cobrando, qué es eso de hacerlo gratis. No, no, si usted quiere lanzar un bulo sobre algo o alguien ahora tiene que pagarlo, que también lleva su trabajo. De hecho pagan a periodistas freelance entre 3 y 36 dólares por artículo, diciéndoles a quién tienen que sacudir y qué se tienen que inventar.

Pero es más asombroso aún cuántos son estos diarios: eran 300 y el año pasado se dispararon a 1.300, medios digitales locales en todo el país que han ido sustituyendo a los periódicos de provincias de toda la vida que iban cerrando. Y ahora llegamos a lo más espectacular: la mayoría son gestionados por el mismo tipo, un tal Brian Timpone. Es un exreportero de televisión de 48 años, que luego trabajó para el partido republicano hasta que se hizo empresario de internet.

Empezó vendiendo a grandes agencias artículos escritos por ordenadores: les dabas unos datos y te hacían una noticia. Otras las redactaban humanos, pero con sueldos de miseria o subcontratados en Filipinas firmando con nombre falso. Su actual red de medios divulga propaganda dirigida por grupos conservadores contra rivales políticos, empresas y firmas de relaciones públicas. ¿Qué les parece? Normal que la gente se vuelva loca. Me consuela pensar al menos que en España esta fórmula fracasaría porque aún tenemos ideales: muchos ya lo hacen gratis, creen sinceramente en su causa y sus conspiraciones.

No les voy a hablar de las elecciones de Estados Unidos porque no tengo ni idea, solo he estado allí una vez. Sé más o menos lo que todo el mundo, el dato que más me impresiona es que haya un 10% de indecisos (¿cómo se puede estar aún indeciso?) y sé que nos hallamos ante el mayor paradigma de la empanada vital en que nos hemos metido. 

Por eso, ante una ineluctable sensación de decadencia de Occidente, me pregunto desesperado, y perdonen la impaciencia: ¿cuándo termina la hora los tarados? Esto ya dura demasiado, francamente. Antes si eras un campesino oprimido tenías a Robin Hood, y si eras del Cádiz, a Mágico González, personajes heroicos o geniales. Ahora se erigen en voz del pueblo oportunistas y chapuceros, casi siempre ricos o millonarios, cuyo mayor mérito es hacer pasar la estupidez por falta de escrúpulos, apreciada por alguna razón como síntoma de autenticidad. 

No pedimos genios, ya solo alguien que al menos disimule haber pensado las cosas, o leído un libro. No me digan que el mundo se levantaría de otra manera si pierde Trump, como si anunciaran ya una vacuna, y pareciera que por fin vamos por buen camino. Porque tal como va esto, con todos los pícaros, mentecatos y engreídos del mundo copiando algoritmos de éxito, el resto comenzaría a pensar que el truco ya no funciona y hay que cambiar de táctica. Por algo se empieza.

No sé si saben lo que está escrito en la Estatua de la Libertad. Es un poema de Emma Lazarus, una poetisa estadounidense, de origen portugués y sefardí. Termina así: 

¡Dadme a vuestros rendidos, a vuestros pobres/ Vuestras masas hacinadas anhelando respirar en libertad/ El desamparado desecho de vuestras rebosantes playas/ Enviadme a estos, los desamparados, sacudidos por las tempestades a mí/ ¡Yo elevo mi faro detrás de la puerta dorada!”. Eso es la tierra de la libertad, y no estas bravuconadas que nos quieren vender que se reducen a la ley del más fuerte y que se mueran los pobres. Por favor, recen lo que sepan a esta buena mujer de la antorcha."                 (Íñigo Domínguez, El País, 30/10/20)

19/3/18

Las noticias falsas se propagan más y más rápido que las verdaderas

"Un estudio sobre el intercambio de información en Twitter muestra que las personas somos más propensas a difundir contenidos cuando son falsos.

Las noticias falsas se comparten más y más rápido que la información veraz. Esa es la conclusión a la que ha llegado un estudio que ha examinado la circulación de 126.000 noticias entre 3 millones de usuarios de Twitter.

«Se trata de la descripción más completa que tenemos hasta ahora de la difusión de información verdadera y falsa en redes sociales», asegura sobre el nuevo trabajo Dean Eckles, científico social del Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) que no participó en la investigación.
Las noticias falsas son tan antiguas como los chismes, pero su proliferación se ha vuelto particularmente problemática en la era de las redes sociales. 

Algunos bulos amplificados en Facebook y Twitter, como que el papa Francisco respaldó la candidatura de Donald Trump a la presidencia de EE. UU., han sido acusados de condicionar resultados electorales, entre otras consecuencias de primer orden.

El papel que han desempeñado las noticias falsas en cuestiones como la sorpresiva victoria de Donald Trump en 2016 o el voto británico sobre el Brexit se halla sujeto a un intenso debate. Analizar el fenómeno requiere entender cómo se propaga este tipo de información, señalan Sinan Aral y su equipo del MIT, cuyos resultados se han publicado en Science.

En su estudio, los investigadores tomaron un amplio conjunto de noticias difundidas en Twitter y las clasificaron como verdaderas o falsas a partir de la información proporcionada por seis fuentes reconocidas de verificación de hechos. En concreto, analizaron la difusión de 126.000 noticias compartidas entre 3 millones de usuarios de Twitter entre 2006 y 2017, usando para ello datos suministrados por la compañía.

Sus resultados muestran que las noticias consideradas ciertas se extendieron más despacio que las falsas y llegaron a menos personas. Mientras que las historias verdaderas más populares raramente alcanzaron a más de 1.000 usuarios, el 1 por ciento de las noticias falsas más difundidas llegaron a entre 1.000 y 100.000 individuos. 

Además, los bulos que se expandieron a 1.500 personas lo hicieron seis veces más rápido que las historias reales. Según una modelización de los datos, las noticias falsas tenían un 70 por ciento más de probabilidades de ser retuiteadas que las verdaderas.

Somos las personas, no los bots

El equipo de Aral usó un programa para detectar automáticamente las cuentas de Twitter gestionadas por bots (programas que llevan a cabo tareas automatizadas), a los que suele achacarse un papel relevante en la propagación de bulos. Sin embargo, incluso al sustraer el efecto de estas cuentas, las noticias falsas seguían difundiéndose más rápido que las verdaderas. Es decir, el fenómeno parece tener su origen en el comportamiento humano, no en los algoritmos.

Para entender por qué, los investigadores cuantificaron la «novedad» de los tuits y encontraron que los bulos destacaban entre un corpus aleatorio de mensajes. Un análisis de las palabras contenidas en ellos sugiere que las noticias falsas infunden miedo, aversión y sorpresa, mientras que las verdaderas son más propensas a despertar sentimientos como tristeza, alegría y confianza, entre otros. Tales características, especialmente su mayor «novedad», harían las noticias falsas más atractivas, argumentan los autores.

¿Implican estos hallazgos que existe una fórmula para confeccionar noticias falsas lista para ser explotada? Duncan Watts, experto en redes sociales de Microsoft Research, lo considera poco probable. Varios trabajos previos han indicado que resulta difícil relacionar el contenido de una información con su grado de penetración, por lo que Watts cree que seguirá siendo complicado predecir el alcance de una historia concreta.

La menor difusión que parecen tener las noticias fidedignas podría también deberse a que, en estos casos, los usuarios comparten un enlace a una fuente primaria, en lugar de hacer un simple retuit, apunta el experto. De ser así, las noticias verdaderas se extenderían en cascadas de poco tamaño, mientras que los bulos lo harían de manera mucho más abrupta.

Watts no niega que las noticias falsas sean un problema, pero sugiere tomar los resultados con precaución. Varios estudios parecen confirmar que la mayoría de las personas, ya sean de talente moderado o radical, consumen abrumadoramente noticias legítimas procedentes de fuentes consolidadas. «Creo que entrar en pánico por la difusión de noticias falsas en Twitter es una reacción equivocada», concluye el experto."                 

(Philip Ball  , físico, químico y divulgador científico británico. Sin Permiso, 14/03/18. Referencia: «The spread of true and false news online». Soroush Vosoughi, Deb Roy y Sinan Aral en Science, vol. 359, n.o 6380, págs. 1146-1151, 9 de marzo de 2018)

El bulo sobre Podemos y los disturbios en Lavapiés que se cae leyendo la información dada por la agencia EuropaPress: “el mantero muerto sufrió el infarto tras una persecución policial”

"(...) El mantero sí que escapó, como otras tantas veces, de la vigilancia policial dedicada al delito de la venta de falsificaciones. 

Lo hizo desde la Puerta del Sol hasta los alrededores de Plaza Mayor. Pero ahí acabó cualquier tipo de persecución. (...)

 No hubo más, aunque los periodistas hayamos escuchado en estas últimas 72 horas versiones vehementemente defendidas y orientadas en la otra dirección.

A continuación el segundo bulo. Aquel por el que se aseguraba que la teoría del hostigamiento policial que había acabado con la muerte del joven mantero había sido premeditadamente gestada y sostenida en el tiempo por los concejales de Ahora Madrid en el Ayuntamiento. 

La idea cuajó entre las fuerzas políticas contrarias e incluso traspasó la circunscripción madrileña al coger fuerza en las redes sociales.

 
Los disturbios de Lavapiés fueron consecuencia de un bulo difundido por Podemos buscando la agitación social. @ManuelaCarmena tiene 2 opciones: o cesar a los concejales que lo difundieron o dimitir. Lo primero que debe hacer es aparecer: http://www.elmundo.es/madrid/2018/03/18/5aad663ae5fdea5a558b45dd.html 


 Sin embargo, pese al también vehemente ataque practicado en este sentido con una disciplina casi marcial, esta versión también es falsa. (...)

Una versión también confirmada por otra agencia, en este caso Europa Press, en primera instancia por la propia Jefatura de Madrid de la Policía Nacional, y no por el Ayuntamiento. Según señaló Europa Press en su primer teletipo sobre este suceso, “el mantero muerto sufrió el infarto tras una persecución policial”.

Periodistas que sí estaban allí cuando sucedió tomaron la versión de compañeros del fallecido. Si ahora es tratado de bulo lo que ellos mismos recogieron en sus crónicas habrá que preguntarse la razón https://twitter.com/sebas_arabia/status/974443467341484033?s=21 

"Hay una regla que no falla: si los cuatro grandes (por el tamaño) de la prensa patria publicada en Madrid coinciden en reservar un destacado espacio de sus portadas en papel a Podemos, entonces la cosa no pinta nada bien para la formación morada.

Las portadas papeleras del sábado de El País, El Mundo, ABC y La Razón atribuían a un bulo difundido por Podemos los graves incidentes ocurridos en el barrio madrileño de Lavapiés el jueves por la noche tras la muerte de Mame Mbaye, un inmigrante senegalés de 35 años que se dedicaba al top manta y que murió de un infarto cuando huía de la Policía Municipal en el marco de una operación contra los manteros que venden en el centro de la capital.

Según estos cuatro medios, la muerte por un infarto de Mame Mbaye fue "fortuita" y no hubo tal persecución policial, sino que fue una invención de los miembros de Podemos. Menos mal que a Podemos y a la verdad les queda Twitter para desmontar bulos de este tipo.

Los periódicos madrileños dicen que todo fue un bulo alimentado en las redes por Podemos y se fijan especialmente en los tuits del secretario general de Podemos Madrid, Ramón Espinar, de Rommy Arce, una concejala de Ahora Madrid en el Ayuntamiento de la capital, y en —¡cómo no!— Juan Carlos Monedero, que incluso protagoniza la portada de ABC. Como dicen que una imagen vale más que mil palabras, vamos a ahorrarnos algunas: estas son las portadas.





Sin embargo, el propio Ayuntamiento de Madrid a través del delegado de Seguridad, Salud y Emergencias, Javier Barbero, explicó en una rueda de prensa el viernes que la Policía no perseguía a Mame Mbaye en el momento del infarto, pero sí reconoció que hubo una persecución previa.

En cualquier caso, hay abierta una investigación para determinar exactamente que ocurrió y en que circunstancias se desarrolló esa persecución.

Más allá de los resultados de esa investigación, lo cierto es que la misma noche del jueves todos los medios hablaron de persecución. La agencia Europa Press titulaba así un teletipo en el que recogía la versión de la Policía Nacional: "El mantero muerto sufrió el infarto tras una persecución policial desde la Plaza Mayor, según Jefatura".

 La Agencia EFE, por su parte, titulaba: "Muere un mantero en un control policial contra la venta ambulante en Madrid".


 
El @abc_es y @elmundoes dicen que fue Podemos quien difundió que huía de la Policia en

Aquí podéis comprobar cómo fueron los podemitas de la Jefatura Superior de la Policía quienes informaron a @europapress


Incluso El Mundo y ABC se acogieron a esa versión. ABC informaba a las 19.51 horas de la muerte de Mame Mbaye "cuando huía de la Policía"; El Mundo titulaba así su información a las 19.49 horas: "Fallece un mantero de una parada cardíaca durante una persecución en Lavapiés". Como siempre, aquí están las pruebas, una de ellas aportada por Pablo Echenique.

https://twitter.com/elmundoes/status/974955908336881665?s=20 

  Karlos AG @KarIosAg
 
¿Ese El Mundo, es el mismo El Mundo que difundió que murió un mantero tras una persecución o es otro? pic.twitter.com/AVk5vAVAs2



  Pablo Echenique @pnique
Por cierto, aquí os dejo un tuit de Podemos "difundiendo el bulo". 

pic.twitter.com/UMsWenwH8M


 Es importante citar las horas de publicación porque el tuit de Espinar, al que se le ha dado mucha importancia, es posterior. Al igual que el Monedero o Arce. Ellos se hacían eco de lo que decían los medios. 

Esto desmonta la teoría del bulo y demuestra que los medios son capaces de desmentirse a sí mismos si Podemos anda por medio. Muchos tuiteros y algún que otro medio han criticado esta nueva muestra de mesura y objetividad de los periódicos papeleros. Aquí va algún ejemplo.



NO TIENEN VERGÜENZA NI ETICA. Se puede comprobar que que acusa del “bulo” a Podemos, publicó antes que ellos (19:49h vs 20:38h en el caso del tuit de ) que Mame había muerto durante la persecución policía

Lo cierto es que Espinar y Monedero, por ejemplo, mostraron su pesar por la muerte del inmigrante senegalés y criticaban cómo funcionan las cosas en esta España que no es capaz de darle la residencia a un inmigrante que llevaba doce años en el país. La concejal de Ahora Madrid Rommy Arce señalaba que Mbaye era víctima del sistema capitalista, una opinión respetable pero que ha generado mucha polémica y se ha utilizado para alimentar la teoría de que detrás de los incidentes de Lavapiés estaba Podemos orquestándolo todo desde la sombra.

Ramón Espinar @RamonEspinar
 
Los derechos son para todos pero su tutela se tiene que ejercer, precisamente, sobre quienes lo necesitan.

Hoy es un día triste en España. No hemos estado a la altura de los Derechos Humanos. Hemos fracasado como democracia.

Que la tierra le sea leve
.http://www.europapress.es/madrid/noticia-muere-mantero-parada-cardiaca-lavapies-20180315192917.html 


Juan Carlos Monedero @MonederoJC
 
Aquí, en Lavapiés, ha muerto esta noche Mmame Mbage, un inmigrante perseguido por la policia. Cuánto dolor innecesario. ¿No basta la tragedia de ser inmigrante? 


La muerte en Lavapiés del trabajador mantero Mame Mbaye Ndiaye cuando huía de la policía ha estado acompañada por comentarios que niegan cualquier responsabilidad social o institucional en los hechos con el argumento de que la víctima falleció de un infarto.

Puede ser difícil —quizá imposible— establecer una relación causal entre la persecución que el fallecido sufrió minutos antes de morir y el fallo cardíaco que acabó con su vida. Sin embargo, la dificultad forense para vincular ambos sucesos no logra ocultar ciertas certezas sobre la salud, la enfermedad y la muerte de las personas migrantes en países ricos. ¿Puede un infarto ser racista?  (...)

9/3/12

TERRORISMO INFORMATIVO DE 'EL MUNDO'

"“Sabemos dónde vives y dónde trabaja tu mujer”. Amenaza verbal terrorista miles de veces denunciada por el diario El Mundo. Y ahora la practica. Porque el artículo sobre Ladislao Martínez publicado el domingo 4 de marzo, en la página 65, firmado por Vicente Ruiz, es puro terrorismo informativo.

Sabe dónde viven Ladislao y su pareja, y lo publica. Sabe el nombre y apellidos de Carmen, y los publica. Sabe el lugar de trabajo de su mujer, y lo publica. Pero ignora otras muchas cosas, cómo su ocupación laboral en la empresa, dónde empieza la numeración de la C/ Lérida, dónde trabaja Ladislao,  qué medio de transporte usa para trasladarse desde su domicilio al de su trabajo, cual es su profesión, la procedencia del dinero con el que Carmen y Ladislao pagaron su actual piso, el precio, la procedencia de las fincas de cereal de las que es copropietario, y el rendimiento que obtiene de ellas.

Y muchas más cosas. Pero no importa. No hay que permitir que la verdad estropee un buen libelo.

            También ignora Vicente Ruiz que Ladislao Martínez es socio –militante- de Attac, vicepresidente de la Junta Rectora de la organización territorial de Madrid. Y parece ignorar que como ciudadano español tiene derecho a militar dónde le de la gana, y a defender las causas que considere justas. Y también como “terrateniente”.

Y lo ignoran los consejeros de la Comunidad de Madrid Salvador Victoria y Percival Manglano, que entretuvieron el domingo lanzando insidias contra Ladislao Martínez desde sus twiter.

Los datos parciales e insidiosos publicados por El Mundo en su edición impresa del día 4 fueron luego matizados y corregidos en las sucesivas ediciones digitales. Y ayer, en la información sobre el resultado de la consulta sobre la privatización del 49% del Canal de Isabel II, firmada por Carmelo Pérez.

Pero el efecto estaba conseguido. Y el efecto que se buscaba era desprestigiar la consulta, unificando las críticas, como aconseja Goebbels, en un solo enemigo. Uno entre los cientos, si no miles, de personas participantes en la Plataforma contra la Privatización del Canal de Isabel II, que se han esforzado, gratis, para que esta consulta se llevara a cabo.

 Ni en el artículo impreso del día 4, ni en las ediciones digitales, ni en los twits de los Consejeros, se decía una palabra sobre la privatización del Canal, sobre los supuestos beneficios para la Comunidad, para la ciudadanía, de esta privatización. Tan solo deslegitimaban la consulta, por falta de representatividad.

 ¿Por qué no plantean un referendum oficial? Porque temen que, como ocurrió el día 4, los madrileños, incluidos los lectores de El Mundo y los votantes del PP, conozcan sus planes de entregar la gestión del agua a la iniciativa privada.

Un millonario contra la privatización del agua. ¡Qué cosas! Es más sencillo atacar al millonario que desprestigiar un movimiento social en el que participan centenares de miles de vecinos y vecinas de la Comunidad, y millones de personas en toda España.

Es más sencillo afirmar que las manifestaciones de estudiantes, profesores, padres, madres, abuelos y abuelas de Valencia están provocadas por violentos agitadores ajenos, que se enfrentan a la policía, que responder con razones a las protestas pacíficas.

 Es más sencillo señalar a unos cuantos manipuladores que responder a la contestación de los millones de personas que se niegan a pagar una crisis que no provocaron. Y se niegan, nos negamos, pacíficamente, ejerciendo una democracia de base que el poder de los beneficiarios del vota y calla.

El ataque a nuestro compañero Ladislao Martínez es solo un síntoma de la respuesta que va a dar el PP y sus muchos medios informativos afines  a la contestación popular. Pero Attac, como parte de los miles de movimientos sociales y asambleas vecinales y sectoriales, no se va a amedrentar.

Junta Rectora de Attac Madrid"                     (Attac Madrid, 07/03/2012)

2/5/11

Como muchos norteamericanos cree que no ha nacido en EE. UU, Obama tuvo que exhibir su partida de nacimiento

El magnate Donald Trump tiene muchos motivos para sentirse orgulloso de haber conseguido que el presidente Obama haya tenido que hacer pública su partida de nacimiento. Al menos, tantos como para que se extienda la preocupación entre los ciudadanos comprometidos con el sistema democrático.

Trump ha logrado, en efecto, que la telebasura fuerce una decisión al máximo dirigente del país más poderoso del mundo, algo que, hasta el momento, era patrimonio de la prensa de referencia. Pero esto es solo la parte visible, casi anecdótica, de una realidad que ha ido fraguándose a lo largo de las últimas décadas, y que afecta a la naturaleza y a las relaciones de la política y del periodismo. (...)

Acosado por la evidencia de que un elevado porcentaje de norteamericanos da crédito al infundio de que no ha nacido en Estados Unidos, Obama se ha visto forzado a exhibir el documento que demuestra lo contrario. Solo en apariencia se trata de un caso más en el que la vida privada salta al ámbito público, en la estela de lo que sucede en tantos programas anodinos emitidos por las televisiones de todos los países.

La astucia de Trump ha consistido en encontrar un punto de contacto entre ambas esferas, a partir del cual un asunto personal adquiere una extraordinaria relevancia. Si Obama no hubiera nacido en Estados Unidos, según ha dado a entender el magnate, su acceso a la Casa Blanca sería resultado de un fraude y, por tanto, su presidencia sería ilegítima. (...)

De imponerse el infundio de Trump, daría igual lo que Obama hiciera o no hiciera; lo que estaría en cuestión es su derecho a tomar ninguna decisión y la obligación de los norteamericanos a obedecerla. El desafío de Trump era de tal naturaleza que el presidente de Estados Unidos no disponía de otro margen que hacer pública su partida de nacimiento.

No para salvar su presidencia, sino la estabilidad del sistema democrático norteamericano. Porque, ¿cómo hubiera podido el vicepresidente, Joe Biden, suceder a un impostor si él habría sido el primero, junto al Partido Demócrata, en dejarse engañar?La argucia de Trump valiéndose de la telebasura como instrumento no habría prosperado si, por otra parte, no hubiera encontrado un caldo de cultivo propicio en la sociedad norteamericana.

El hecho de que un negro llegara a la presidencia de Estados Unidos por primera vez en la historia llenó de esperanza a muchos ciudadanos, que vieron ahí la prueba de que el sistema democrático era capaz de cumplir con una de sus principales premisas, la igualdad ante la ley.

Otros ciudadanos, en cambio, entendieron que el desprestigio del racismo les impedía expresar abiertamente su contrariedad, obligándoles a buscar disfraces más o menos respetables para su rechazo visceral a ser gobernados por un negro. (...)

Estas insidias contra el presidente norteamericano están, sin duda, dictadas por el racismo. Pero no porque se dirijan contra un negro, sino por el sobrentendido del que parten. Lo que venían a sostener quienes dudaban del compromiso de Obama en la lucha contra Al Qaeda por llamarse Husein, lo mismo que Trump al arrojar sospechas sobre su lugar de nacimiento, es que solo quienes llevan nombres cristianos y son blancos tienen acreditada su condición de norteamericanos.

El resto, ese resto al que pertenece el presidente Obama, están obligados a probarla en toda circunstancia, sobre todo si adquieren una destacada posición. Este sobrentendido, esta concepción implícita de en qué consiste ser norteamericano, es lo que ha permitido a ciudadanos como Trump presentar como defensa de la democracia y de las leyes lo que, en realidad, es una agresión inspirada por el racismo. (...)

Por descontado, el triunfo de Trump y la telebasura sobre el presidente de Estados Unidos es resultado de que, en el siglo XXI, no todos los ciudadanos, ni todos los medios de comunicación, ni todos los partidos han renunciado a la estrategia de convertir una mentira en verdad a fuerza de repetirla. Pero, una vez más, Trump ha necesitado de un caldo de cultivo propicio, en esta ocasión alimentado desde los partidos. (...)

El problema del sensacionalismo en los medios de comunicación no es nuevo ni responde a la extensión de las nuevas tecnologías; lo que es radicalmente nuevo es el terreno que ha ido conquistando a la política y al periodismo por la vía de difuminar la frontera entre la información y la opinión entendida como servicio público o como mero entretenimiento.

En la primera concepción rige un deber de responsabilidad que no existe en la segunda, y que es lo que explicaría el que, a fuerza de intentarlo, un personaje como Trump haya realizado el más pavoroso descubrimiento de su carrera.

Según ha demostrado el magnate, un asunto de la vida privada de Obama, aireado en la telebasura como información y no como entretenimiento, es capaz de saltar al ámbito público y, en caso de prosperar, provocar una devastadora desestabilización del sistema político en Estados Unidos.
Henchido por su proeza, Trump ha hecho mucho más que anunciar su propósito de exigir al presidente Obama la presentación de su expediente académico, para seguir con el entretenimiento. Si hay que dar crédito a las palabras y a los medidos silencios del magnate, su intención sería presentarse como candidato del Partido Republicano a las próximas elecciones presidenciales.
Si llegara a cumplir cuanto de momento sólo insinúa, el eslogan de su campaña coincidirá, indefectiblemente, con el que le aconsejen los expertos en publicidad. Pero la terrible sentencia que habrá ejecutado contra el sistema democrático se resume en pocas palabras: la telebasura al poder." (El País, 01/05/2011, p. 38)