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7/10/22

La UE faculta a los gigantes de internet para censurar información en crisis como la guerra de Ucrania

 "El Reglamento Europeo de Servicios Digitales (DSA, por sus siglas en inglés) ha finalizado su tramitación con una redacción mucho más moderada que el texto inicial, aunque con una 'sorpresa': la introducción de un artículo (27 a), que describe un "protocolo de crisis" con el que la Comisión Europea —el Ejecutivo comunitario— puede exigir a uno o varios grandes proveedores de servicios de internet en casos de crisis grave que apliquen inmediatamente medidas "específicas, efectivas y proporcionadas" para prevenir, eliminar o limitar cualquier contribución —o sea, contenidos— a "amenazas graves".

Se trata de una medida de excepción que afecta al derecho fundamental a la libertad de expresión, pero para cuya aplicación, según esta nueva norma, no parece necesario establecer control judicial alguno.

La resolución ha sido introducida a raíz de la invasión de Ucrania por Rusia y la "manipulación de la información online", según afirma abiertamente la propia Comisión en su nota informativa. Y la idea es establecer un sistema de bloqueo de información rápido —de "moderación"— en casos "excepcionales" o como respuesta a una crisis.

Para que el Ejecutivo comunitario pueda adoptar estas medidas tiene que darse una crisis grave con "circunstancias extraordinarias que dan lugar a una amenaza grave para la seguridad o la salud pública en la Unión o en partes significativas de ella": casos como "conflictos armados o actos de terrorismo, conflictos emergentes, desastres naturales como terremotos y huracanes, así como pandemias y otras amenazas transfronterizas graves para la salud pública".

Cabe recordar que el Reglamento ya aprobado, como tal, será de aplicación directa en todo el territorio comunitario cuando entre en vigor y sin que sea necesaria su trasposición en cada país.

¿Y la separación de poderes?

Esta medida, que ya fue discutida el pasado mes de abril pero que ahora queda fijada en el texto del Reglamento, da cobertura legal a decisiones dudosas como la que anunciaron en febrero la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el alto representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, de bloquear la difusión de los medios público rusos Russia Today (RT) y Sputnik, considerados "la maquinaria mediática del Kremlin", y sus filiales. Esa inédita decisión fue respaldada por un decreto europeo de urgencia publicado el 1 de marzo, días después de su anuncio.

Varios grupos europeos alertaron en abril de este año de que "el mecanismo propuesto es un empoderamiento demasiado amplio de la Comisión Europea para declarar unilateralmente un estado de emergencia en toda la UE", dado que "las decisiones que afectan la libertad de expresión y el acceso a la información, en particular en tiempos de crisis, no pueden ser tomadas legítimamente a través del poder Ejecutivo únicamente".

El abogado especializado en tecnología y director jurídico de la Plataforma para la Defensa de la Libertad de Información (PLI) Carlos Sánchez Almeida comenta a Público que "la pregunta que tenemos que hacernos es cómo encaja todo esto en el artículo 20 de la Constitución Española, que proscribe la censura previa y exige que todo secuestro de publicaciones tenga autorización judicial". Es decir, ¿cómo puede garantizar Bruselas la separación de poderes, que es clave para que exista una democracia real, con esta normativa?

"La solución a esto podría ser similar a la que tuvo que adoptar la llamada Ley Sinde: hay que regular la intervención de un magistrado de lo contencioso-administrativo para que autorice las medidas", dice Almeida, que añade ironía: "Un magistrado que tendría que ser del Tribunal Supremo [en el caso de España], como el que controla el CNI, si la medida es acordada por un Consejo de Ministros erigido en Inquisición Mayor del Reino".

Las plataformas vigilarán, juzgarán y bloquearán

En virtud de la DSA, Bruselas podrá pedir a grandes o muy grandes proveedores de servicios (como Google, Apple, Meta, Twitter, etc.), ya sean grandes plataformas o grandes buscadores, que evalúen en primer lugar en qué medida el funcionamiento y uso de su servicios contribuyen (o "puedan contribuir") significativamente a un grave amenaza. Tras ello, estas compañías tendrán que "identificar y aplicar medidas específicas, eficaces y proporcionadas" para "prevenir, eliminar o limitar tal contribución a la amenaza grave identificada". Es decir, que se deja en manos de estas plataformas la decisión y responsabilidad de censurar contenidos eventualmente.

Por último, deberán informar a la Comisión en una fecha determinada —o a intervalos regulares— "del contenido exacto, implementación e impacto cualitativo y cuantitativo de las medidas específicas tomadas".

Para ello, los proveedores de servicios "tendrán debidamente en cuenta la gravedad de la amenaza", la "urgencia de las medidas" y "los efectos reales o potenciales implicaciones para los derechos e intereses legítimos de todas las partes involucradas, incluido el posible incumplimiento de las medidas para respetar los derechos fundamentales". Dicho de otro modo, las plataformas serán las que decidan qué censurar en primer lugar.

Tal y como prevé Almeida, con este Reglamento "Bruselas va a poder hacer en toda la EU lo que los diferentes Ejecutivos nacionales, como el español, tienen prohibido por ser inconstitucional".

"Lo han regulado exhaustivamente", comenta a Público el catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad de València Lorenzo Cotino, que admite que "puede ser inquietante, pero no hay que excluir que cuente con garantías que puedan ser suficientes, pues para situaciones extraordinarias es de interés contar con regulación".

Según este experto, "las actuaciones que se adopten en todo caso deben poder ser sujetas a los mecanismos de garantías oportunas" y para ello "es esencial que sean conocidas para demandar transparencia respecto de las mismas y, en su caso, recurrirlas ante las autoridades oportunas (judiciales, independientes, etc.)".

Estas medidas excepcionales, que deberán anunciarse públicamente, no podrán durar más de tres meses (prorrogables otros tres meses), según establece el artículo. Además, la propia Comisión puede revocar su decisión en cualquier momento, especialmente "cuando no existan motivos para aplicarlas.

Una "primicia mundial" 

Para la Comisión Europea, esta regulación (la DSA) es toda una "primicia mundial en el campo de la regulación digital", ambiciosa en cuanto a la regulación de las plataformas y los proveedores de servicios de internet, y que "a la vez preserva los principios básicos del mercado interior".

Asimismo, esta norma está "diseñada de manera asimétrica, lo que significa que los servicios intermediarios más grandes con un impacto social significativo (grandes plataformas y grandes buscadores) están sujetos a reglas más estrictas" que las compañías más pequeñas.

La norma será de aplicación directa en todo el territorio UE pasados 15 meses desde su publicación en el Diario Oficial de la Unión Europea, que aún no tiene fecha."              (Pablo Romero, Público, 05/10/22)

11/7/22

33 problemas de los medios de comunicación

 "Me ha parecido de gran interés la infografía que publican en Visual Capitalism resumiendo estos 33 problemas que afectan a los medios de comunicación.  Me he permitido traducirla y conservarla para que estos contenidos no se pierdan en el hiperespacio. He insertado vínculos a la Wikipedia cuando he encontrado desarrollos más explicativos y me he permitido ser ligeramente creativo cuando no he encontrado términos equivalentes (o que yo conozca) en castellano. En caso de que el señor Routley actualice la información, procuraré incorporarla aquí.

33 PROBLEMAS DE LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN

MICK ROUTLEY
Versión 1.0 (29 de junio de 2022)

La mayor parte de la sociedad utiliza los medios de comunicación y las plataformas sociales para comunicarse y mantenerse informada.

A pesar de todos los beneficios que recibimos cuando la información fluye libremente, también hay procedimientos defectuosos y externalizaciones negativas. Reconocer estas deficiencias es el primer paso para solucionarlas. A continuación, identificamos 33 problemas en el ecosistema de los medios.

TABLOIDIZACIÓN

Enfoque en el entretenimiento y la vida de las celebridades, con una cobertura más superficial de los eventos actuales.

La cobertura sensacionalista de la vida personal de las figuras públicas resta recursos y atención a los reportajes más significativos.

BURBUJA DE FILTROS

Las fuentes de contenido altamente personalizadas dan como resultado una falta de exposición a puntos de vista ajenos a la visión del mundo del usuario.

Las burbujas de filtro pueden hacer que las personas desarrollen una visión del mundo maniquea y antagónica (nosotros contra ellos). Cuanto menos familiarizados estamos con los demás, tendemos a tener menos empatía hacia ellos.

CIBERCEBOS

Un método de enfoque que usa lenguaje exagerado e información deliberadamente omitida para instar a los lectores a hacer clic en los enlaces o a mirar.

Upworthy fue el proveedor por excelencia de titulares del tipo «No vas a creer lo que pasó después».

CAPITALISMO DE VIGILANCIA

La captura y monetización de los datos personales.

La captura de las huellas digitales del navegador es un ejemplo de esta actividad. Cuando visita determinados sitios de noticias, los proveedores externos escanean su dispositivo y la configuración del navegador para  poder rastrearlo en línea. La mayoría de los usuarios desconocen estos procedimientos.

PAPILLA INFORMATIVA (CHURNALISMO)

Ofrecida cuando los medios de comunicación publican comunicados de prensa y otras formas de contenido preempaquetado en lugar de reportajes originales.

Esto ayuda a los medios a satisfacer sus necesidades de contenido, pero socava su confianza ya que estos mensajes suelen estar optimizados para conseguir objetivos promocionales o de relaciones públicas.

RADICALIZACIÓN ALGORÍTMICA

Es la hipótesis de que los motores de recomendación pueden orientar a los usuarios hacia contenidos cada vez más extremos en las plataformas sociales.

En plataformas como TikTok, que tienen bucles de retroalimentación rápidos para corregir el algoritmo, esto puede precipitarse en cuestión de horas.

ACTIVISMO DE SILLÓN

Apoyar públicamente causas políticas o sociales mediante actualizaciones de bajo esfuerzo en las redes sociales o peticiones en línea.

Los gestos simbólicos, como cambiar la foto del perfil social, pueden sentirse como activismo, pero en última instancia no afectan al cambio en el mundo real.

MUROS DE PAGO

Un mecanismo para evitar que los usuarios accedan a contenidos específicos sin pagar una suscripción.

Aunque es comprensible que los medios quieran generar ingresos, el resultado es un panorama informativo a dos niveles: noticias de calidad para los suscriptores y contenido superficial y sensacionalista para todos los demás.

DESIERTOS DE NOTICIAS

Aquellas comunidades que ya no son atendidas por medios noticiosos locales.

En lugar de que la persona reciba cobertura local relevante sobre su propia ciudad se enterará de lo que ha hecho hoy Perico de los Palotes en Miami.

CONSOLIDACIÓN DE MEDIOS

Grandes corporaciones de medios compran medios que antes fueron independientes, lo que crea una ilusión de elección.

Las empresas matrices pueden distribuir puntos de conversación en toda su red de sucursales, creando un poderoso canal para la propaganda y los mensajes partidistas.

BOTS SOCIALES

Cuentas en plataformas de redes sociales, autónomas o administradas por humanos, que manipulan las discusiones y promueven mensajes específicos.

Si bien las cuentas del tipo @AntonioGarcia69420 pueden parecer obvias o inofensivas, alteran el tono de las discusiones en línea y promueven artificialmente la difusión de mensajes.

LÍO DE ANUNCIOS

Se produce cuando la usabilidad de un sitio web de noticias se ve afectada por ventanas emergentes, videos de reproducción automática y anuncios publicitarios intrusivos.

Los anuncios gráficos por sí solos son fáciles de ignorar (y bloquear), pero cuando se implementan una gran cantidad de tipos de anuncios en un sitio, la experiencia resultante puede ser desorientadora.

INTOXICACIÓN O ASTROTURFING

Publicación de contenidos que crean la ilusión de que existe un interés general por una política o un individuo.

Un ejemplo de intoxicación serían los artículos de opinión de ‘ciudadanos preocupados’ antes de que se sometan a votación los presupuestos de un departamento de policía.

CANCELACIÓN EN LAS PLATAFORMAS

Se produce cuando determinadas personas y comunidades son expulsadas de las plataformas sociales y de publicación.

Los críticos de la cancelación argumentan que las reglas se aplican de manera inconsistente y que las prohibiciones llevan las conversaciones a «las sombras», donde las comunidades se radicalizan cada vez más.

AMPUTACIÓN DEL CONTEXTO

A medida que una historia se comparte en los canales de las redes sociales, gana el enfoque más convincente e intuitivo. Esta «selección natural» digital elimina capas de contexto, distorsionando la forma en que se perciben las historias.

Por ejemplo: se comparte fuera de contexto una secuencia antigua de un ataque con misiles durante la invasión rusa de Ucrania. Sin contexto, la mayoría asume que es un ataque reciente.

ZONAS DE EXCLUSIÓN

Una forma de sesgo implícito que supone que hay temas o materias que deben ser excluidas de la cobertura crítica por las relaciones del medio con los anunciantes.

Por ejemplo, los reporteros de investigación evitan a la industria automovilística porque sus compañías invierten grandes sumas de publicidad en sus publicaciones.

INFOENTRETENIMIENTO

«Noticias» optimizadas para enganchar a los espectadores al priorizar el valor del entretenimiento sobre la información de hechos.

Este estilo de reportaje está impulsado, en parte, por la competencia entre los medios. No basta simplemente con dar la noticia, tiene que ser más emocionante que la de la competencia.

PERIODISMO DE COMPETICIÓN

Una forma de cobertura política que enfatiza el valor de las encuestas y las probabilidades de victoria sobre los temas de interés público.

Se produce cuando el análisis se enfoca en los detalles minuciosos de la competición en sí misma, como que el candidato X tenga hoy un 0.045% más de posibilidades de llegar a la alcaldía de Villatripas de Arriba.

NOTICIAS FALSAS / DESINFORMACIÓN

Difundir deliberadamente información falsa o publicar noticias falsas.

Los medios adoptan a veces la apariencia de medios de noticias creíbles sin aplicar los mismos estándares de calidad.

EL BIEN CONTRA EL MAL

Una forma de simplificación excesiva que hace encajar a las personas en las etiquetas de villano-víctima-héroe o reduce los conflictos complejos a una lucha entre el bien y el mal.

Este estilo de informar elimina los matices y deshumaniza a las personas en el ciclo informativo.

CASCADAS DE RUMORES

Se produce cuando una única publicación en las redes sociales comienza a extenderse en cadenas ininterrumpidas a través de una plataforma. Este patrón de distribución permite la propagación viral de información no contrastada.

En plataformas como Twitter, una publicación paródica puede volverse viral y llegar a millones de personas. Es así como los rumores de muerte de una celebridad llegan a ser ‘trending topic’.

IMPACTO CONTRA COBERTURA

Se produce cuando los medios de comunicación publican una primicia y, posteriormente, no le dan seguimiento con hechos adicionales, análisis matizados o un contexto más amplio.

Por ejemplo, se anuncia el veredicto en el juicio de una celebridad, y se olvida inmediatamente la historia del día anterior sobre un devastador terremoto en Yemen, aun cuando la situación está en pleno desarrollo.

LA JAURÍA

Un volumen elevado de mensajes y/o acoso dirigido por una infracción o una opinión con la que el grupo no está de acuerdo.

Por ejemplo, un tipo expresa su disgusto por la piña en la pizza y cuando vuelve a conectarse a Instagram tiene 10.000 mensajes hostiles.

EFECTO DE VERDAD IMPLÍCITA

Adjuntar advertencias a contenidos específicos aumenta la percepción de exactitud respecto a los contenidos sin advertencias.

Los estudios indican que las etiquetas de advertencia ayudan a las personas a identificar el contenido falso, pero también las hacen más propensas a creer historias falsas que no están etiquetadas.

LA VENTANA DE OVERTON

Los temas que quedan fuera de la estrecha ventana del discurso «aceptable» de la cultura dominante tienden a no discutirse.

Lo tabú o lo ampliamente aceptable en la sociedad son categorías en constante evolución.

SESGO EXPLÍCITO

Se produce cuando las actitudes y creencias de los editores dictan abiertamente qué historias se cubren y cómo se enmarcan esas historias.

Algunos medios de comunicación sólo publican puntos de vista de un lado del espectro político.

CULTURA DE LA BRONCA

Adoptar un enfoque de confrontación al encontrarse con gente con una visión del mundo opuesta.

Dos ejemplos de esto en el mundo real son los debates hostiles de Twitter y las tertulias en donde discuten expertos hiperpartidistas.

ESPIRAL DE AMPLIFICACIÓN DE LA DESVIACIÓN

Un fenómeno definido por un número creciente de informaciones sobre comportamientos violentos o antisociales que se transforman en alarma social.

El «juego del K.O.» (nombre dado en Estados Unidos a las agresiones en las que una persona intenta hacer que una víctima desprevenida pierda el conocimiento con un solo puñetazo mientras la acción es grabada) y el «desafío de los Tide Pods» (ingerir cápsulas de detergente para lavadoras de la marca Tide Pods) son ejemplos prototípicos que ocuparon los titulares, pese a que en realidad ocurrieron pocos incidentes.

SENSACIONALISMO

El uso intencional de enfoques provocativos y exageraciones para suscitar más atención sobre las historias.

«Impactantes revelaciones en el informe mensual de salarios y costes laborales. ¡Lo que el Instituto Nacional de Estadística no quiere que sepas!».

FALACIA DE LA EVIDENCIA INCOMPLETA

Utilizar pruebas de apoyo incompletas o descontextualizadas (por ejemplo, datos, anécdotas, estudios) mientras se excluyen las pruebas contrarias.

Las pruebas de apoyo incompletas son problemáticas, ya que los hechos suelen ser correctos, por lo que tienen sentido a primera vista. El problema es la falta de contexto.

FALACIA NARRATIVA

La tendencia a escoger secuencias de hechos e infundirles explicaciones de causa y efecto.

Las teorías de la conspiración son una forma extrema de «falacia narrativa». Todo acontecimiento dañino o trágico se relaciona con una narrativa general.

FALSO EQUILIBRIO

Presentar las dos caras de un problema como si tuvieran el mismo peso cuando no hay pruebas correspondientes para apoyar a ambos lados por igual.

Los medios de comunicación pueden dar importancia a ideas sin fundamento para beneficiar el debate y evitar acusaciones de parcialidad.

FIJACIÓN DE LA AGENDA

Una forma de sesgo estructural que hace que los medios de comunicación y las personas influyentes dirijan el discurso público dando importancia a determinados temas.

Si el grupo que establece la agenda carece de diversidad o tiene conflictos de intereses, la cobertura no reflejará las prioridades de la sociedad."

(por Mick Routley para Visual Capitalism, Pregúntale al perro)

9/9/21

El caso del joven masoquista de Malasaña pone en evidencia la mala praxis de políticos y periodistas... Ese “periodismo exprés” que consiste en soltar la noticia sin seguir los protocolos profesionales habituales (contrastar la noticia con al menos tres fuentes de información), conlleva serios riesgos de error y de abusos que los periodistas no deberíamos permitirnos

 "La falsa víctima de la agresión homófoba mintió para ocultar sus prácticas sexuales masoquistas a su pareja. 

No hubo una agresión homófoba a las cinco de la tarde de este domingo en Malasaña, el céntrico barrio de Madrid. Fuentes policiales han confirmado a EL MUNDO que la supuesta agresión cometida por ocho encapuchados fue en realidad un acto consentido durante un encuentro con prácticas masoquistas con dos personas, noticia adelantada por el periodista Manu Marlasca en La Sexta. (...)"      (El Mundo, 09/09/21)


 "El titular era demasiado goloso como para dejarlo escapar. 

Tenía todos los ingredientes morbosos para reventar las redes sociales y provocar un cataclismo político sin precedentes: ocho encapuchados atacando a un homosexual al más puro estilo Ku Klux Klan, homofobia desatada, grupos urbanos ultras organizados y dando caza al hombre, la unidad antiterrorista movilizada e investigando el asunto, España entera en la calle en manifestaciones masivas. Un bocado suculento para los políticos y una bicoca para los periodistas, que nos subimos a ese carro animosamente y sin excepción.

Sin embargo, en apenas unas horas, la Policía española (que afortunadamente para todos nosotros sigue trabajando con destreza, para algo es una de las mejores del mundo) desmontaba la historia tras comprobar que las cámaras de seguridad instaladas en la calle no habían registrado, extrañamente, el momento en el que los supuestos cafres abordaban a la víctima para vejarla cruelmente. 

Ante esa prueba contundente, el chaval se derrumbó y confesó que todo había sido una invención, que su denuncia era falsa y que ningún vándalo le había marcado la palabra “maricón” y una cruz invertida (a punta de cuchillo) en las nalgas, ya que esas heridas eran consecuencia de un juego masoquista con otras parejas que no eran la suya (de ahí el montaje para ocultar su infidelidad).

Nadie daba crédito ante un caso que registraba un giro de ciento ochenta grados. Los políticos se apresuraban a borrar sus tuits, los tertulianos y columnistas escondían la cabeza debajo del ala o hacían mutis por el foro, los convocantes de la manifestación contra la homofobia se reunían para decidir qué hacer y la prensa, toda la prensa sin excepción, quedaba en evidencia.

 El país entero había estado a punto de convulsionar por una noticia fake que esta vez no salía de las cloacas de las redes sociales, sino de las televisiones que vemos cada día, de las cadenas de radio, de las rotativas y páginas webs de los periódicos más prestigiosos. Todo el sistema se había agitado, como en una grave crisis de histeria colectiva, por la bobada de un sujeto temeroso de que su novio se enterara de que le había puesto los cuernos.

La escabrosa historia tiene no pocas aristas e interpretaciones de todo tipo. La primera que no se puede acusar sin pruebas y la segunda que quien saca rédito político de esta delirante película es la extrema derecha, que esta vez y sin que sirva de precedente no estaba en el ajo, aunque es cierto que con su discurso está creando el caldo de cultivo homófobo para que se repitan agresiones de este tipo. Vox, que nunca pierde el tiempo en la manipulación informativa, ya está exigiendo la dimisión del ministro del Interior, Grande-Marlaska, un auténtico terremoto político generado por un episodio tan trivial como la estupidez de un masoca que saca placer de que le azoten y le zurren hasta sangrar. De ese rifirrafe político saldrá, a buen seguro, un puñado de votos para la extrema derecha trumpista.

En realidad, los delitos de odio se han disparado en el último año (más de un 9 por ciento respecto a 2019) y un caso aislado de denuncia falsa no puede ocultar decenas de ataques homófobos y xenófobos que se perpetran con total impunidad. Si de cada setecientas agresiones una es falsa, lo que ocurre aquí es que la excepción confirma la regla, por mucho que le pese a Vox. El problema está ahí, eso es evidente, y los chascarrillos y chanzas de la formación ultraderechista sobre este suceso solo contribuirá a banalizarlo. De eso va el discurso populista.

Periodistas poco profesionales

Pero más allá de las implicaciones políticas, resulta absolutamente imprescindible que la profesión periodística haga una profunda reflexión sobre la forma de trabajar que han impuesto las nuevas tecnologías. Ese “periodismo exprés” que consiste en soltar la noticia sin seguir los protocolos profesionales habituales (contrastar la noticia con al menos tres fuentes de información), conlleva serios riesgos de error y de abusos que los periodistas no deberíamos permitirnos. Una historia como la del masoquista de Malasaña no hubiese ocurrido jamás en el viejo mundo, en el periodismo tradicional antes de que llegaran las redes sociales y el sector entrara en una crisis galopante. 

Entre otras cosas porque los periodistas de un medio en papel hubiesen tenido toda la mañana y toda la tarde por delante para estudiar el caso, levantar el teléfono, hacer unas cuantas llamadas, debatir con el consejo de redacción, analizar y valorar los datos, así como los pros y los contras de una noticia tan extraña y de un alcance tan brutal, antes de colocar el titular prudente y mesurado a falta de que se esclareciese el turbio asunto. De esta manera, la noticia que habría aparecido al día siguiente en el cualquier periódico nacional y regional habría sido algo así como La Policía investiga una supuesta agresión homófoba en Madrid, que era el que tocaba poner por simple ética profesional. Hoy ese titular no sale en ningún medio sencillamente porque no tiene punch y no vende.

Lamentablemente, hoy ya no se trabaja de esa forma artesanal, los periodistas se han visto arrastrados a una especie de vertiginoso corta y pega, unos medios se copian a otros descaradamente y todos quieren estar “bien posicionados” y antes que nadie en el insaciable mercado de Internet. La calidad ha cedido ante la cantidad; la verdad ha claudicado ante el negocio y el beneficio rápido. 

Esta práctica generalizada cuyo único fin no es proporcionar una información veraz y rigurosa al ciudadano (oyente, espectador o lector) sino aumentar las audiencias e incrementar el tráfico en las páginas web –que es lo que atrae publicidad–, supone un peligroso cáncer para la profesión. Y en ese desquiciado carrusel mediático en el que hemos caído todos por influencia de la revolución tecnológica y de las nuevas leyes del mercado periodístico (también el que firma este artículo), lo lógico es que al final acabemos cometiendo errores y montando un circo o un pollo mundial como el caso de ese chico mentiroso al que le falta un hervor y que con su delirio ha conseguido poner patas arriba a todo un país."          (José Antequera, Diario16, 09/09/21)

25/5/21

Los periódicos solían ser un cartel con características de oligopolio... La era digital aceleró en gran medida el declive, y representó un desafío que la mayoría de editores y directores de periódicos no comprendieron intelectualmente... El periodismo tradicional se ha convertido en una profesión muy deteriorada y empobrecidalos... los jóvenes periodistas viven en pisos compartidos... los periódicos, poco a poco irán difuminándose en nuestra conciencia colectiva. Un día, todavía lejano, desaparecerán, y nadie se dará cuenta de nada

 "Que el príncipe Guillermo acusara efectivamente a la BBC de conspirar en la muerte de su madre fue una declaración sorprendente a muchos niveles. Es difícil exagerar las repercusiones que el caso Martin Bashir tendrá para los medios de comunicación de Reino Unido, y no solo para el servicio público de radiodifusión.

 En mis 35 años como periodista he sido testigo de la caída de los baremos tanto en la radiodifusión como en los denominados periódicos de calidad. Ambos tienen algo más en común: una base económica en declive. Lo primero y lo segundo están relacionados. De hecho, creo que la mejor manera de contar la historia es desde una perspectiva económica.

El servicio público de radiodifusión constituye un monopolio, por ejemplo, en Reino Unido, y un oligopolio en muchos otros países. Los periódicos solían ser un cartel con características de oligopolio. Lo trágico es que ambos siguen comportándose de la misma manera, aunque su entorno haya cambiado. Antes, los periódicos vendían historias a los lectores por un módico precio o una cuota de suscripción, y vendían lectores a los anunciantes. 

Tanto los lectores como los anunciantes eran audiencias cautivas. No tenían alternativa a la que acudir. Todos sabemos lo que pasó cuando aparecieron Google y Facebook. Hace 20 años, había que ver las noticias políticas antes de que llegaran los deportes. Hoy en día uno mira lo que quiere cuando quiere.

 Mi experiencia en los medios de comunicación me ha enseñado que los que prosperan en los carteles oligopólicos no son los mismos que triunfan en los mercados competitivos. En los primeros, como los medios de comunicación y la industria cinematográfica, codearse con los jefes es lo que permite llegar a lo más alto. Los medios de comunicación reclutan su personal en un pequeño número de universidades de élite. La mayoría de las veces, la selección y los ascensos no son transparentes. El jefe decide. Los economistas han acuñado una expresión para esta práctica: selección adversa.

La decadencia de los periódicos empezó antes de la era digital. En Reino Unido y Estados Unidos yo la dataría en la década de 1970, cuando la época del editor de periódicos rico y poco dado a involucrarse llegó a su fin. Ese momento quedó bien retratado en la obra teatral Ink.

  La era digital aceleró en gran medida el declive, y representó un desafío que la mayoría de editores y directores de periódicos no comprendieron intelectualmente. Desde entonces, muchas publicaciones locales han desaparecido. Las grandes cabeceras nacionales siguen resistiendo. Tienen menos lectores que antes, les resulta más difícil hacer trampas con sus cifras de tirada que antes, y pagan sueldos bajos. 

Hoy en día, los jóvenes periodistas viven en pisos compartidos o en las zonas residenciales de la periferia de Londres. El periodismo tradicional se ha convertido en una profesión muy deteriorada y empobrecida, por debajo del nivel de las superestrellas de los medios de comunicación y de los empresarios del sector.

 

En los viejos tiempos, las cadenas determinaban la agenda. Cuando era un joven periodista en Londres, solía seguir casi religiosamente la programación de noticias de la BBC, que por lo general consistía en el telediario de las nueve y las emisiones Newsnight, Panorama y Question Time. No estoy seguro de si han cambiado los programas, he cambiado yo, o hemos cambiado los dos, pero ahora casi todos me parecen infumables. Y lo mismo se puede decir de los periódicos. No conozco a muchos jóvenes que sigan leyéndolos, pero incluso para los adictos a la información como yo, no tienen la importancia que tenían antes.

Lo que ocurre es que los antiguos medios de comunicación siguen cultivando el mismo modelo de venta de historias, cuando lo que deberían hacer sería ofrecer información, es decir, contenidos de interés para el público que, de otro modo, nadie contaría. La mayoría de las primicias no entran en esta categoría. Son filtraciones. O peor aún, son globos sonda. ¿Por qué pagar dinero por falsas primicias o por noticias para entretenerse si las hay gratis en abundancia? La gente todavía está dispuesta a pagar por información política o financiera de calidad, o por análisis que pongan en entredicho las opiniones convencionales en contraposición a los editoriales anónimos redactados por comités.

Esto es lo que yo aconsejaría hacer a los directores y editores de periódicos:

1. Dejar de recompensar las primicias. Recompensar la información.

2. Dejar de aceptar premios de periodismo. Establecen los incentivos equivocados.

3. Dejar de mezclarse con los ricos y famosos en sitios como Davos.

4. Hacer su trabajo.

Este sería solo el principio de una larguísima lista de tareas. Unos pocos lo pondrán en práctica. La mayoría, no. La vieja guardia sigue empecinándose. Hay más premios periodísticos que nunca. La cultura de las falsas primicias perdura. Se aferran a un mundo que hace tiempo que pasó. En vez de buscar nuevas fuentes de ingresos, el sector de la prensa suplica a Facebook y a Google que compartan parte de los suyos. El camino que separa la arrogancia oligopolista de la autocompasión y la nostalgia es increíblemente corto.

Hay un famoso dicho de la era digital atribuido a Bill Gates, según el cual solemos sobreestimar la velocidad a la que cambian las cosas, pero en última instancia subestimamos sus repercusiones globales. La observación es un poco demasiado simplona para mi gusto, pero encaja con el cambio en el sector de los medios de comunicación. Gran parte de los servicios de radiodifusión públicos y de los periódicos seguirán haciendo lo que hacían antes, pero con menos dinero y menos audiencias y lectores. Poco a poco irán difuminándose en nuestra conciencia colectiva.

Un día, todavía lejano, desaparecerán, y nadie se dará cuenta de nada."               (Wolfgang Münchau , El País, 24/05/21) 

12/5/21

Facebook, Instagram y Twitter silencian la represión contra los palestinos en Israel

 "Facebook, Instagram y Twitter estarían silenciando las protestas contra el violento desalojo de familias palestinas en el barrio de Sheikh Jarrah, en Jerusalén Este, por parte de la policía y los colonos israelíes. Así lo han denunciado un grupo formado por diversas organizaciones en defensa de los derechos humanos y digitales. “La escala de estas eliminaciones de contenido y suspensiones de cuentas informadas por los usuarios y documentadas por las organizaciones de derechos digitales es atroz y pronunciada”, exponen.

El intento de desahuciar a familias palestinas de sus hogares prendió, este viernes, el fuego de la protesta en Jerusalén. Cientos de palestinos se manifestaron en contra de esa decisión —denunciada también por múltiples organizaciones internacionales—, pero la dura represión de la policía ya ha causado más de 300 heridos, siete de los cuales estarían en condiciones críticas. Tras ese intento de acallar la protesta en las calles, las redes sociales se llenaron de imágenes documentando abusos policiales y la violencia de los colonos israelíes, desde la irrupción con gases lacrimógenos en la mezquita de Alaqsa, tercer lugar sagrado de la ciudad, al atropello de manifestantes.

 Sin embargo, cientos de mensajes críticos con la violencia ejercida por los cuerpos de seguridad de Israel desaparecieron, lo que levantó las sospechas de los activistas. “El contenido eliminado y las cuentas suspendidas está documentando y denunciando las políticas israelíes de limpieza étnica, apartheid y persecución”, aseguran en un comunicado. “Estas violaciones no se limitan a los usuarios palestinos, sino que también afectan a activistas de todo el mundo que utilizan las redes sociales para crear conciencia sobre la grave situación en Sheikh Jarrah”.

La denuncia está documentada y firmada por 7amleh, Access Now, ARTICLE 19, Mnemonic, SMEX, INSMnetwork – Iraq, Pen Iraq, Electronic Frontier Foundation y el Instituto Tahrir de Políticas de Oriente Medio. Estas organizaciones han recopilado cientos de ejemplos de esa censura.

 Facebook reconoce la supresión de contenido

Tras el creciente alud de críticas de ciudadanos palestinos y de activistas de todo el mundo, Facebook ha reconocido su papel en el silenciamiento de las protestas, pero sin aceptar responsabilidad alguna. “Nos enteramos que los hashtags (sobre la represión policial) estaban restringidos por error”, ha explicado un portavoz de la plataforma a ‘The National’.

Varios investigadores han documentado la supresión de contenido crítico con Israel, la suspensión de cuentas, el uso de etiquetas con advertencias gráficas sobre ese contenido y el bloqueo de retransmisiones de vídeo en directo desde el barrio de Sheikh Jarrah.

 Facebook ha negado que su bloqueo de información sobre la protesta haya sido tras la intervención del gobierno ultraconservador de Benjamin Netanyahu. Entre 2016 y 2018 el número de peticiones de la unidad digital del ministerio de Justicia israelí —que monitoriza toda actividad palestina— para eliminar contenido de las redes se disparó un 600%, pasando de 2.241 peticiones a 14.283. Facebook ha aceptado un 90% de esas peticiones.

Justo hace un año Facebook fichó a la responsable de bloqueo de denuncias palestinas. Emi Palmor, directora general del ministerio de Justicia de Israel entre 2014 y 2019, forma parte de la junta de supervisión de la red social, que da consejos no vinculantes sobre la moderación de contenido.

 A pesar de ese bloqueo, crecen las críticas internacionales a Israel por sus abusos contra la población palestina. "Israel no puede imponer su propio conjunto de leyes en el territorio ocupado para desalojar a los palestinos de sus hogares”, denunció en un comunicado el Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas. "El traslado de partes de la población civil de una potencia ocupante al territorio que ocupa puede constituir un crimen de guerra".

El Tribunal Supremo de Israel ha aplazado la audiencia prevista para este lunes en la que se tenía que decidir sobre el desalojo de esas familias palestinas. Las protestas por la represión siguen."             (Carles Planas bou, El periódico, 10/05/21)

28/5/19

No tienes que inventar las noticias para la gente. Comienzas a alimentarlos con contenido que va a ratificar sus sistemas de creencias. El resultado es una estrategia de marketing que fomenta un comportamiento adictivo y agresivo. Se crean masas de consumidores de medios que han sido entrenados para ver solo en una dirección, La moldeación del público en tribus antagónicas funciona comercialmente y políticamente. Pero es una receta para la desintegración social. Si le dices a la gente con suficiente frecuencia que su vecino de al lado está literalmente en la liga de los nazis, o de los terroristas, tarde o temprano, habrá violencia... “ira empaquetada solo para ti”. El poder, mientras tanto, sobrevive sin ser examinado y cuestionado...

"En “Consenso Manufacturado: La economía política de los medios de comunicación”, publicado en 1988, Edward S. Herman y Noam Chomsky expusieron las técnicas que los medios comerciales utilizaban para promover y defender las agendas económicas, sociales y políticas de las élites gobernantes.

 Estas técnicas incluían retratar a las víctimas como valedoras o no de simpatía. Un sacerdote católico como Jerzy Popiełuszko, por ejemplo, asesinado por el régimen comunista en Polonia en 1984, fue deificado, pero cuatro misioneros católicos que fueron violados y asesinados en 1980 en El Salvador por escuadrones de la muerte respaldados por Estados Unidos fueron, sin embargo, calumniados como compañeros de viaje del movimiento rebelde “marxista”.

 Las técnicas también incluyeron tanto el estrechamiento del debate de una manera que reforzó el consenso de la elite como la ausencia deliberada de críticas desafiantes en torno a las intenciones de las élites gobernantes o las estructuras reales de poder.

“Consenso Manufacturado” se publicó en vísperas de tres revoluciones que han transformado dramáticamente la industria de las noticias: el auge de la radio de derecha y las noticias de televisión al estilo Fox que abandonan la falsa objetividad de los medios, la introducción de estaciones de noticias por cable las 24 horas del día y la creación de plataformas de Internet, propiedad de un puñado de corporaciones, que controlan la distribución de noticias e información y extraen nuestros datos personales en nombre de anunciantes, campañas políticas y el gobierno.

 Los pecados de los viejos medios, por malos que fueran, no son nada comparados con los pecados de los nuevos medios. Los medios de comunicación han degenerado no solo en meros proveedores de chismes, teorías de conspiración y entretenimientos procaces, sino, lo más siniestramente, en proveedores de odio. Matt Taibbi , el autor de “Hate Inc.: Cómo, y por qué, los medios de comunicación nos hacen odiarnos unos a otros”, ha diseccionado las plataformas de los medios modernos de la misma manera que Herman y Chomsky hicieron con los medios antiguos.

Taibbi señala que los nuevos medios de comunicación todavía manufacturan el consenso, pero que ahora lo hacen confrontando de manera individual cada grupo contra su oponente, en una versión nueva para el consumidor similar a la que George Orwell llamó en su novela “1984” “El odio de dos minutos”. Nuestras opiniones y prejuicios son inicialmente satisfechos con habilidad y ulteriormente reforzadas, con la ayuda de pormenorizados análisis digitales de nuestras inclinaciones y hábitos, para poder revendérnoslo nuevamente a nosotros.

 El resultado, escribe Taibbi, es “ira empaquetada solo para ti”. El público es incapaz de expresarse cuando se manufactura la división. Está hipnotizado por la falsa disidencia de las guerras culturales y las teorías de conspiración que compiten entre sí. La política, bajo asalto, se ha atrofiado en un reality de mal gusto centrado en personalidades políticas. El discurso cívico se define por comentarios invectivos e insultantes en internet.

 El poder, mientras tanto, sobrevive sin ser examinado y cuestionado. El resultado es la impotencia política entre la población. El pantano moral es no sólo un lugar fértil para demagogos como Donald Trump, una creación de estos medios burlones-sino para canalizar también la rabia y la intolerancia hacia aquellos que son definidos como enemigos internos.

Los viejos medios se autodenominaron a sí mismo objetivos, aunque, como señala Taibbi, esto era más un reflejo del tono que del contenido. Esta ostentosa objetividad e imparcialidad era, en realidad, un elemento de una táctica comercial diseñada para alcanzar el mayor número de espectadores o lectores.

“La único objetivo fue cuando me dijeron que no podía escribir con voz propia”, me dijo Taibbi cuando lo entrevisté en mi programa de televisión, “En contacto”. [Parte uno de la entrevista; la segunda parte.] “No podría escribir con un punto de vista. La objetividad era escribir en una perspectiva aburrida, plana, en tercera persona. 

No te expreses. No seas demasiado colorido. En realidad, esto es, si escoges The New York Times hoy, ese mismo estilo de escritura. La idea subyacente consistía en hacerlo así porque era la forma de llegar a una audiencia lo más amplia posible. Esto también infectó la radio, la televisión. Es por lo que tienes a ese Tom Brokaw, una entrega al estilo de Dan Rather, que era monótona, plana, sin dilación.

 Mucha gente pensó que esta era una especie de decisión ética que las organizaciones de noticias estaban tomando. De hecho, lo que intentaban hacer era llegar al mayor número de personas para vender el mayor número de anuncios. Así es como desarrollamos esa idea “.

Los antiguos medios de comunicación sostenían rígidamente la ficción de que solo había dos tipos de opiniones políticas: las expresadas por los demócratas y las expresadas por los republicanos. Estas dos posiciones se convirtieron rápidamente en caricaturas en la radio y la televisión. El ejemplo clásico fue el programa “Crossfire”, en el que dos antagonistas, el liberal estereotipado y el conservador estereotipado, nunca podían estar de acuerdo

El liberal, señaló Taibbi, “siempre fue elegido como la persona que no podía devolver el golpe. Siempre estaba en retiro. El conservador siempre estaba en modo de ataque. Una personalidad como Tucker Carlson”. Estas confrontaciones en escena y coreografiadas fueron, en esencia, eventos deportivos.

“Si ves una [‘Sunday NFL] Countdown’ verás que los sets están diseñados exactamente igual que Crossfire.” El ancla en un lado. Normalmente hay cuatro comentaristas, dos que representan a cada equipo. Tienen gráficos que te dicen cuál es la puntuación, quién está por delante, quién está por detrás. Queremos que las personas perciban la política como algo en lo que tienen un interés arraigado. No hay posibilidad de que haya una zona gris en nada de esto. 

Tu identidad política no puede interferir con ninguna otra identidad política. Estás en un equipo u otro. Eso es. Ni siquiera reconocemos la existencia de personas que tienen diferentes tipos de ideas. Por ejemplo, anti-aborto pero también pro-sindicato. Sea lo que sea. Eso no existe en los medios ”.

Se ignora el hecho de que en la mayoría de los grandes temas los dos principales partidos políticos están de acuerdo. La desregulación de la industria financiera, la militarización de la policía, la explosión de la población carcelaria, la desindustrialización, la austeridad, las interminables guerras en el Medio Oriente, el presupuesto militar inflado, el control de las elecciones y los medios de comunicación por parte de las corporaciones y la vigilancia general de la población por el gobierno, todo esto tiene el apoyo y el consenso bipartidista. Por esta razón, casi nunca se ponen en entredicho.

“Siempre se presenta como dos partes que están siempre en desacuerdo respecto a todo“, dijo Taibbi, “lo que no es en absoluto cierto”.

“Nosotros (los trabajadores de la prensa) no nos estamos enfocando en la naturaleza atemporal y permanente de cómo funciona el sistema”, dijo. “No pensamos en el banco central. No pensamos en la seguridad del estado. No pensamos en nada de eso. Nos centramos en las personalidades. Donald Trump contra Alexandria Ocasio-Cortez. Eso simplifica todo y nos permite quitar la mirada del contexto global”.

Una vez que el viejo modelo de medios de comunicación implosionó con la llegada de las redes de noticias de 24 horas, al estilo de Fox e Internet, el monopolio de algunos periódicos y redes dominantes terminó. En la nueva configuración, las organizaciones de medios adaptan su contenido para centrarse en datos demográficos específicos.

“MSNBC, que ha pasado por algunos cambios interesantes a lo largo de los años, se comercializa como una red de izquierda”, dijo Taibbi. “Pero estuvo tan intensamente a favor de la guerra en 2002 que tuvo que enseñar la salida a Jesse Ventura y Phil Donahue de la organización. Lo último fue ‘Russiagate’ y la constante exageración de la narrativa ‘Si observas, puedes aprender en cualquier momento que nosotros, junto con Robert Mueller, vamos a derrocar al presidente’”.

El modelo de los medios no solo establece lo demográfico contra lo demográfico, sino que también silencia y destruye las investigaciones en los sistemas corporativos de opresión y disensión genuina.
“No tienes que inventar las noticias para la gente”, dijo Taibbi sobre el proceso de dividir al público. “Puedes elegir historias que les gusten”. 

Comienzas a alimentarlos con contenido que va a ratificar sus sistemas de creencias. Fox lo hizo primero. Lo hicieron bien. Empezaron a ganar dinero. Fueron los número 1 durante mucho tiempo. Pero esto comenzó a interferir en el resto del negocio. Muy pronto, todos estaban haciendo lo mismo.

 No importaba si era el canal de alimentación que adaptaba el contenido para las personas a quienes les gustaba la comida o MSNBC que adaptaba el contenido para las personas que se inclinaban en una cierta dirección política, le estaban dando a la gente lo que querían escuchar”.

Antes, estabas contemplando una especie de ilusión de debate“, dijo Taibbi sobre el antiguo modelo de medios. “Tu veías a gente discutiendo sobre Crossfire. En las páginas de opinión había personas que no estaban de acuerdo entre sí. Ahora, la experiencia de consumo de noticias de la mayoría de las personas se adapta completamente a sus preferencias. … Si solamente estás leyendo medios que se adaptan a tu sistema de creencias particular, no estás siendo expuesto a otras ideas. Todo va a ser progresivamente más injurioso”.

“Una de las primeras lecciones que enseñó que el negocio de las noticias puede realmente vender la ira como producto fue el escándalo de [Monica] Lewinsky”, dijo Taibbi.

MSNBC construyó su marca y su público al advertir sin descanso que la presidencia de Bill Clinton estaba en peligro mortal durante la investigación de Lewinsky. Repitió esta fórmula durante más de dos años promocionando la historia de una supuesta colusión rusa con la administración Trump.

“Lo que estaban tratando de hacer era, básicamente, crear la impresión de que [un nuevo] ‘Watergate estaba en marcha, mejor sintonizar porque en cualquier momento todo esto podría ir mal”, dijo Taibbi sobre el escándalo de Lewinsky. “Ellos tienen una enorme cuota de mercado. Fox le dio un giro. Fox tomó el mismo concepto y abiertamente maltrató a los personajes. 

Decidieron convertir a Bill y Hillary Clinton en caricaturas y figuras de dibujos animados, hippies de edad avanzada. Continuaron corriendo clip tras clip de Hillary Clinton hablando sobre cómo ella no horneaba galletas. Sabían que su público iba a reaccionar a todas estas imágenes de cierta manera. 

Vendieron historias de personas que les hacían enojar. Les dijeron: ‘Si sigues sintonizando, de alguna manera también formarás parte del proceso. Eres parte de este proceso continuo sobre el enemigo cultural que te estamos mostrando… Te contamos sobre alguien que no te gusta. Seguimos informándote de ello una y otra vez para dominar las calificaciones”.

El resultado, argumenta Taibbi, es una estrategia de marketing que fomenta un comportamiento adictivo y agresivo. Cuanto más se rastrean los hábitos de los lectores y espectadores en Internet y los dispositivos electrónicos, más se alimenta la adicción y la agresión.

“Esto crea más que bolsillos de rencor político”, continuó. “Crea masas de consumidores de medios que han sido entrenados para ver solo en una dirección, como si hubieran pasado por la historia en una sola vía férrea, con las cabezas atadas en las persianas, mirando solo de una manera. … Incluso sin el contenido vitriólico, solo el proceso de navegar y consumir las noticias tiene muchas de las mismas cualidades que otras adicciones, como fumar cigarrillos o consumir drogas.

 Las personas se vuelven adictas a las sensaciones que generan sus teléfonos. Se vuelven adictos al proceso de encender pantallas. Especialmente te vuelves adicto a la idea de que vas a activar un programa de noticias o leer un artículo y te dirá algo que te va a enojar aún más de lo que estabas ayer”.

Estructurar las portadas de noticias, escribe Taibbi, es una especie de lucha libre profesional inter medios.

“La lucha libre fue una fórmula comercial que descubrieron que funcionaba increíblemente bien”, dijo Taibbi sobre los dueños corporativos de los medios de comunicación. “Se realizaba un juego moral muy simple en el que había un buen chico, que se llamaba cara de bebé, y un chico malo al que llamaban el talón. E implacaron inexorablemente al chico malo.

 El talón era más importante en la lucha y más popular que la caraLa cantidad de boletos que los medios pueden vender tiene correlación directa con la cantidad de gente que odia al malo. Tienes que tener un talón que se pueda odiar para que la fórmula funcione. Así es como funcionan las noticias”.

Los periodistas, Taibbi escribe en su libro, “hacen regularmente el papel de héroe indignado, señalando rutinariamente con el dedo a Trump cada vez que se encuentran a una milla de distancia de él. Las confrontaciones de Jim Acosta con el presidente, por ejemplo, parecían sacadas directamente de las tomas de la WWE [World Wrestling Entertainment]. Toda la presidencia de Trump se ha convertido en una promoción de talón/héroe con Bob Mueller en el papel de cara de bebé”.

“Trump encaja como un guante en la fórmula comercial de todo esto”, dijo Taibbi en la entrevista. “Eso es lo fascinante. De hecho, hace ganar más dinero para el MSNBC, la CNN, el Washington Post, el New York Times que para Fox y el Daily CallerEs un personaje de dibujos animados que es un talón perfecto.

 Ofrece un panorama político totalmente simplificado. Solo hay dos formas de ser. O estás a favor de esta figura increíblemente nociva o estás en contra de él”.

Pero, señala Taibbi, hay un rendimiento decreciente como con cualquier otra adicción.
“Siempre hay que aumentar constantemente el nivel de la retórica para que la gente vuelva”, dijo. “No puedes estar constantemente con ‘incompetente’ o ‘corrupto’. Tarde o temprano, tienes que llegar al punto en el que estás diciendo ‘demagogos’, ‘autoritarios’, ‘dictadores’. Finalmente, como descubrió Glenn Beck, debes comenzar a llamarlos Hitler. Beck llegó al punto en el que simultáneamente llamaba a la gente Hitler y Stalin. No era suficiente ser Hitler”.

Si estás definiendo a alguien con tal nivel de maldad, entonces todo está permitido“, dijo. “Vimos esto con Russiagate. El mismo tipo de comentaristas liberales que, hace años, habrían estado muy preocupados por cosas como el colapso del privilegio de abogado-cliente, o el programa FISA, cualquiera de esas cosas. Ya no les importa eso. Sólo quieren conseguir a la persona”.

La moldeación del público en tribus antagónicas funciona comercialmente. Funciona políticamente. Pero es una receta para la desintegración social. Vi a grupos étnicos que compiten en la antigua Yugoslavia apoderarse de medios de comunicación rivales y usarlos para escupir vitriolo y odio contra el grupo étnico que demonizaron. Las imágenes venenosas y la retórica que se bombearon mes tras mes en Yugoslavia llevaron a un fratricidio salvaje.

Estados Unidos ya está plagado de una epidemia de tiroteos masivos, amenazas de muerte contra los críticos de Trump, incluido el representante Ilhan Omar, y los intentos de asesinato abortados, incluido el envío de bombas de tubos por parte de un partidario de Trump el año pasado a prominentes demócratas y la CNN, en un esfuerzo por decapitar la jerarquía del Partido Demócrata, así como aterrorizar al medio de comunicación que es el principal brazo de propaganda del partido.

“Si constantemente estás atontando audiencias y les dices que todos sus problemas son el resultado de este otro grupo que es literalmente Hitler, que son literalmente nazis, que son literalmente Stalin, tarde o temprano algunas personas van a empezar a coger armas y a hacer alguna barbaridad”, dijo Taibbi. “Es por eso que la gente está molesta por las noticias de Fox. Pero también deberían preocuparse por otras formas de medios. La fórmula es similar en todos los ámbitos”.

“Nuestro sistema de economía de burbujas producirá algún tipo de catástrofe en algún momento”, concluyó Taibbi, el autor de uno de los mejores libros sobre la crisis financiera de 2008, “Griftopia“. 

“En este punto, si le dices a la gente con suficiente frecuencia que su vecino de al lado está literalmente en la liga de los nazis, o de los terroristas, o de lo que sea -por supuesto Fox fue pionero en esto, volviendo a la Guerra de Irak, cuando se nos dijo a los liberales que éramos partidarios del terrorismo-, tarde o temprano, habrá violencia.

 La incapacidad de la sociedad para ponerse de acuerdo sobre el conjunto de hechos que conforman la realidad significa que los medios ya han fracasado. Significa que simplemente no estamos llegando a la gente. [En este ambiente] nunca podremos resolver las cosas de manera civil”.                   

25/5/18

Las páginas de desinformación y propaganda ganan dinero aprovechándose de Google y otras redes de publicidad 'online'

"Luis Domínguez Villadiego, quien a los 24 años y sin formación periodística dirige la web Digital Sevilla, se jacta de que su página es el único medio andaluz que se atreve a hablar mal sobre la presidenta autonómica Susana Díaz. Así le llama Villadiego a titulares como “La Mr. Potato andaluza: de Jennifer a Susana Díaz”, “El extraordinario parecido de Susana Díaz y ‘la mala’ de Juego de Tronos” o “Tres cosas que tienen en común Díaz y Kim Jong-un”, todos publicados por su web, que lleva por lema "sin eufemismos".

Para Villadiego, informático autodidacta, esos titulares son ejemplos de un “lenguaje nuevo” que triunfa en Internet. En menos de dos años de existencia, su web ha superado en tráfico a medios fundados por veteranos periodistas sevillanos gracias a sus titulares sensacionalistas y ataques virulentos a la presidenta Díaz, especialmente intensos en su truncada campaña por el liderazgo del PSOE hace un año.

En febrero Villadiego alcanzó su récord de audiencia, con 496.000 usuarios únicos, superando en casi 50.000 a la web del periódico Diario de Sevilla, uno de los medios líderes de la provincia, según el medidor de audiencias comScore. Digital Sevilla ha logrado de promedio 160.000 usuarios únicos en España en los últimos doce meses.

“Algo estaremos haciendo bien cuando llegamos a toda esa gente, siendo ‘cuatro mataos’”, explica el joven durante una entrevista en una cafetería de su pueblo, Castilleja de la Cuesta, en el área metropolitana de Sevilla. Dice que trabaja desde casa con la ayuda de una decena de colaboradores voluntarios, casi todos estudiantes de periodismo sin remuneración. 

Su éxito, como el de otras páginas de corte similar que han ganado audiencia recientemente, se debe en parte al poderoso altavoz de las redes sociales pero también al lucrativo negocio de la publicidad automática por Internet, que recompensa un tipo de contenido que muchos académicos y políticos creen que está dañando la conversación pública.

Muchas páginas online de contenido sensacionalista, falso o promotor del odio se financian gracias a que participan en plataformas de publicidad automática de Google y otras compañías menores. Cuantos más visitantes lleguen a la web de Villadiego (y vean los anuncios), mayores serán los beneficios. 

En la entrevista con EL PAÍS Villadiego afirma que algunos meses de bajo tráfico no llega a los 1.000 euros. Sin embargo, personas que conocen a Villadiego aseguran que dice ganar entre 5.000 y 7.000 euros al mes solo con la gestión de Digital Sevilla.

Este tipo de publicidad, conocida como programática, reporta ingresos notables a los autores de blogs de temas tan diversos como bodas, salud o seguros, cuyo atractivo para los anunciantes reside en el interés por llegar a esos lectores de nicho. Un bloguero, el madrileño Dean Romero, dice ganar entre 2.000 y 5.000 euros al mes con una serie de blogs temáticos, entre ellos Dinosaurioss.com, de contenido divulgativo. "Hay gente que ha abandonado su trabajo de asalariado para ganarse la vida con estos ingresos pasivos", dice Romero.

 Pero este modelo de negocio ha generado el incentivo perverso de lucrarse con desinformación. Ocho de las principales páginas españolas de contenido partidista, sesgado o bulos se lucran gracias a la red de publicidad de Google, la Google Display Network, según un examen de EL PAÍS. Son Periodista Digital, OK Diario, Esdiario, Gaceta, Caso Aislado, La Tribuna de Cartagena, Mediterráneo Digital y Digital Sevilla. Se encuentran entre los puestos de popularidad 60 y 5.001 del país, según el medidor de audiencias SimilarWeb.

Estas páginas son muy diferentes en cuanto a sus recursos y contenidos: unas tienen redacciones y a veces publican exclusivas; otras son productos de amateurs que se limitan a reciclar el contenido de grandes medios modificando sólo los titulares. Algunas publican contenido xenófobo o machista; otras, demagogia y bulos.

Por ejemplo, ya en enero varias empresas retiraron sus campañas publicitarias de Mediterráneo digital, que se preguntó en un artículo "por qué las feministas son más feas que las mujeres normales". Caso Aislado funciona de forma similar a los medios que han aupado a la Liga en Italia, con titulares que exageran el problema migratorio como "inmigrantes ilegales usan documentación falsa para obtener trasplantes de órganos". 

Fuentes de Google dicen a EL PAÍS que han endurecido recientemente sus políticas para expulsar a las webs de contenido inapropiado o violento de la Google Display Network, una red en la que participan más de dos millones de blogueros y editores de contenido. En 2017, Google investigó 11.000 sitios web sospechosos de tergiversar contenido e incluyó en su lista negra a 650.

 Sus condiciones de servicio prohíben páginas que promuevan el odio, sin embargo el examen de EL PAÍS encontró publicidad contratada a través de Google junto a contenido xenófobo o machista. Grandes anunciantes aparecen junto a titulares como "Unas feminazis del 15-M defendían vestidas de etarras la procesión del coño insumiso", de OK Diario.

Después de ser advertida por este diario Google dijo que pondría en su lista negra a aquellos sitios web que incumplan sus términos y condiciones.

Diversos anunciantes contactados por este diario dijeron ignorar que sus anuncios aparecían junto a contenido polémico y aseguraron que someterán su publicidad a una revisión integral. Las empresas compran espacios a través de la plataforma de Google seleccionando categorías de web, lo que supone que deben tener el cuidado de excluir manualmente a las páginas no deseadas, según fuentes del sector.

La directora de la Asociación Española de Anunciantes, Lidia Sanz, explica que es fácil poner en una lista negra a las páginas de violencia o sexo, pero más complicado determinar qué páginas difunden desinformación o bulos. “Sería útil que alguien elabore una lista, porque no podemos ejercer de policías”, dice Sanz.
El sistema de publicidad programática es satisfactorio para Google, que percibe un 32% de los ingresos proveniente del anunciante, mientras que los blogs y webs reciben el 68% restante.

 La empresa pagó el año pasado 12.600 millones de dólares a los editores de su red publicitaria, según fuentes de la compañía.

Facebook implantó en 2014 Audience Network, una red de espacios publicitarios para competir con Google en la que también participa Digital Sevilla. Las webs de desinformación también reciben ingresos de otras redes de publicidad digital como Taboola, OpenX o SunMedia.

Cuando un bulo se viraliza los nuevos tabloides digitales se hacen de oro, según denuncia el profesor de informática de la Universidad de Deusto Alex Rayón, que pide a las plataformas de publicidad un mayor control. “Las noticias falsas son un fenómeno al alza y tiene mucho sentido cuando piensas en la pasta que está en juego”, dice Rayón.

Villadiego comenzó de hecho con informaciones sobre cofradías religiosas o el equipo de fútbol local para luego pasar a publicar contenido sobre cualquier tema divisivo que pudiera convertirse en viral. Como RT, el medio de propaganda internacional del gobierno ruso, Digital Sevilla defiende las acciones de Rusia, incluidas las teorías de la conspiración del Kremlin en Siria, y critica ferozmente a medios de información consolidados. 

Villadiego ha aparecido en las emisiones de RT como "experto" y tiene un acuerdo con la agencia de noticias oficial rusa Sputnik para republicar su contenido. [Dicha agencia publicó en 2016 el bulo inicial de la campaña de desinformación rusa en Cataluña, al afirmar que "una Cataluña independiente reconocerá la independencia de Crimea]. 

Su estilo populista es similar al del médico granadino Jesús Candel, alias Spiriman, que se ha hecho famoso en Andalucía por sus diatribas en redes sociales sobre el sistema de salud andaluz, plagadas de insultos contra la presidenta regional.  

Digital Sevilla publica a menudo artículos en los que difunde las injurias y bulos de Spiriman, como su disparatada acusación de que la presidenta andaluza emplea a más asesores (233) que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump (quien tiene a 1.900 empleados en la Oficina Ejecutiva del Presidente).

“Daño bestial” al periodismo

Villadiego asegura que no se mueve por ánimo de lucro, sino por vocación. Dice que pretende comenzar la carrera de periodismo el año que viene, una oportunidad que, según afirma, no estaba a su alcance financiero cuando abandonó la secundaria y comenzó a trabajar creando webs para negocios de Castilleja de la Cuesta y alrededores.

Aunque algunos periodistas de Sevilla no consideran a Villadiego como competencia, otros alertan de que la mayoría de los lectores no percibe la diferencia entre Digital Sevilla y una web de periodismo sometido a los controles de rigor tradicionales. 

Digital Sevilla tiene una aplicación para teléfono móvil, podcasts, canales en Facebook o Twitter y envío de boletines al correo electrónico. “El daño que páginas como Digital Sevilla le hacen al periodismo es bestial”, dice el presidente de la Asociación de la Prensa de Sevilla, Rafael Rodríguez. “Nuestra batalla es defender la ética, la decencia y la honestidad de esta profesión”.

Villadiego ve a Digital Sevilla como una página libre de las cortapisas de las grandes empresas y las administraciones públicas que se anuncian en los grandes medios. Además de Google, Facebook y otras redes de publicidad online, Villadiego recibe ingresos de publirreportajes pagados por empresas de moda o viajes, entre otras.

A otros les llama la atención que una web con tanto tráfico no haya sido multada por la Agencia de Protección de Datos a pesar de incumplir claramente con las estipulaciones de la ley española. Villadiego no incluye en su web información sobre su identidad o sobre las cookies publicitarias que recaba de los usuarios, señala la consultora especializada en protección de datos Marina Brocca. “Es una web pirata de todas todas”, valora Brocca.

Otro ejemplo del éxito de los portales de propaganda política es Caso Aislado, una web de ultraderecha creada en abril de 2017 por el valenciano Jorge Bayer Sáez. En marzo fue visitado por 3,5 millones de usuarios únicos, según Bayer Sáez. Su web tiene una sección de inmigración en la que publica artículos de sucesos protagonizados por inmigrantes, generando la falsa impresión de que estos son propensos al crimen.

“Cuando lo fundé, reconozco que ni yo mismo esperaba un crecimiento tan rápido, pero dicho crecimiento demuestra que la gente está muy preocupada por esos temas y pese a ello, los principales medios de comunicación siguen ignorándolos o dejándolos en un segundo plano”, dice Bayer Sáez en un correo electrónico. 

Páginas de 'amateurs'

Desde los orígenes del Internet doméstico en España, a finales de los 90, ha habido emprendedores que han creado medios exclusivamente digitales, pero su alcance era menor antes de la aparición de Google y Facebook. Uno de los pioneros fue el exlíder de Alianza Popular y exdirector jefe de la revista Prometeo Antonio Martín Beaumont, quien en 1999 fundó El Semanal Digital (hoy Esdiario). 

Beaumont dice que su web experimentó un crecimiento exponencial en 2016 cuando implementaron una estrategia de redes sociales y posicionamiento en buscadores. “Al principio nos llegaban lectores con cuentagotas”, explica por teléfono recordando sus primeros años. “Nos conocían solo por el boca a boca”.

Mientras que los primeros portales eran creados por periodistas con experiencia, la aparición de amateurs con conocimientos informáticos, es un fenómeno nuevo. Los veteranos son conscientes de la amenaza de estos nuevos rivales. “Si llega un chico joven y monta una web mejor que la mía pues me ganará”, dice Beaumont. “Internet nos iguala a todos. Si interesa, una noticia buena la va a leer todo el mundo”.

En su encuentro con EL PAÍS, Villadiego resalta que Digital Sevilla tiene una gran audiencia más allá de Andalucía. En ocasiones sus artículos han llamado la atención de programas de televisión y radios nacionales. 

Hace unos meses celebró que uno de los artículos de Digital Sevilla fuera reconocido como “mejor titular del año” por el humorista Andreu Buenafuente: “Miles de personas y Karmele Marchante protestan en la Puerta del Sol por el derecho a decidir”, reza el artículo que contiene una foto de la periodista catalana.

Villadiego presume de ello: “Nos lee mucha gente más arriba de Despeñaperros”, afirma. “Es algo que no ha conseguido ningún otro medio andaluz”.       (Fernando Peinado, Daniel Muela, El País, 23/05/18)