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29/4/20

Manual de la ultraderecha para desinformar

"La estrategia de desinformación orquestada por la ultraderecha sobre la crisis del coronavirus va mucho más allá de la difusión de bulos. 

El ultranacionalismo español ha aprovechado la situación excepcional creada por la pandemia de SARS-CoV-2 para desplegar toda una batería de técnicas propias de un manual de manipulación informativa que, en última instancia, busca el beneficio de su propia agenda política. 

Y para ello se sirve de varias tácticas con las que puede atacar desde distintos flancos: al mismo tiempo que intenta desprestigiar con bulos al Gobierno o a representantes de la izquierda, repite mensajes como la necesidad de controles más estrictos en las fronteras para frenar la expansión del virus, que es al mismo tiempo una de sus demandas tradicionales para controlar la inmigración. De hecho, durante el estado de alarma, Vox ha reclamado que se quite la sanidad gratuita a los inmigrantes irregulares.

Los investigadores de la Universidad de Cambridge Jon Roozenbeek y Sander van der Linden han identificado las principales narrativas de desinformación en el Juego de los bulos, una herramienta lúdica para educar contra la manipulación informativa a través de una simulación virtual en la que los participantes intentan imitar a un divulgador de mentiras en redes sociales. La propuesta, basada en la “teoría de la inoculación”, tiene como objetivo —tomando el símil del virus y la vacuna— enseñar a fabricar bulos como antídoto para identificarlos.

La ultraderecha ha usado todas las narrativas descritas en el Juego de los bulos durante la crisis del coronavirus:


1. Imitación de una fuente de información fiable


El primer paso que propone el Juego de los bulos es “disfrazarse de una fuente de noticias creíble”, lo que en la práctica supone disponer de una plataforma para divulgar contenidos, como un blog o un supuesto portal de noticias. Esta narrativa es efectiva porque “la mayoría de las personas prestan poca atención a las fuentes”, sostienen los investigadores.


Es el caso del canal de YouTube Estado de alarma, que el periodista Javier Negre lanzó el pasado 25 de marzo y en el que colaboran comunicadores y políticos vinculados a la extrema derecha —EL PAÍS ha intentado sin éxito contactar con Negre—. “En este canal conocerás la verdad de lo que ocurre realmente en nuestro país, sin censura, sin mordaza”, asegura en su presentación. Sin embargo, la mayor parte de contenidos son opiniones defendidas por la ultraderecha presentadas como noticias y no informaciones basadas en fuentes fiables. 

 E incluso ha dado pábulo a teorías de la conspiración, como la que sitúa el origen del virus en un laboratorio chino, desmentida por las evidencias científicas. La carátula de su primera entrada es toda una declaración de intenciones: una imagen en la que, junto a una ilustración del coronavirus, aparecen el presidente, Pedro Sánchez; el vicepresidente Pablo Iglesias; la ministra de Igualdad, Irene Montero; el portavoz de Unidas Podemos, Pablo Echenique; el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias del Ministerio de Sanidad, Fernando Simón, y el presidente de la Generalitat, Quim Torra. El canal, en un solo mes, ya cuenta con casi 200.000 suscriptores.



2. Exaltación de las emociones


Apelar a sentimientos como el miedo, la ira o la compasión “es una gran herramienta para difundir un mensaje”, aseguran Roozenbeek y Van der Linden. Y añaden: “Los artículos virales a menudo tienen titulares cortos y agudos que evocan este tipo de emociones”.

En este apartado se podrían incluir bulos como la fotografía que mostraba un almacén repleto de ataúdes junto al emblema del PSOE, una ilustración del virus y un texto que rezaba: “Imágenes de la España que nos está dejando Pedro Sánchez. La foto por la que están investigando a decenas de policías y sanitarios”. La foto intentaba dar a entender que en los ataúdes reposaban los restos de personas muertas en España por la covid-19 y que los responsables de esas muertes eran dirigentes socialistas, cuando en realidad eran los de inmigrantes fallecidos en un naufragio frente a la isla italiana de Lampedusa, en 2013.


Pero no solo las mentiras desinforman. Las continuas alusiones al “Gobierno asesino” en las redes sociales son una muestra de este intento de exaltar los sentimientos de la opinión pública. También la iniciativa propuesta a través de Instagram de dar un “zapatillazo” al presidente del Ejecutivo, que consistía en fotografiarse mientras se lanzaba un zapato contra la televisión en un momento en el que apareciera Pedro Sánchez y que exalta el sentimiento de la ira o del enfado.

3. Polarización


“Encontrar quejas existentes y explotarlas” puede crear fricciones y hacer pensar a la opinión pública que una “historia es mucho más importante de lo que realmente es”, señala el Juego de los bulos, que sugiere a los participantes aprovechar la gran distancia que separa a la “izquierda y la derecha”.


La ultraderecha en España ha aprovechado el malestar que pueden causar los supuestos privilegios de los políticos frente al resto de ciudadanos. Es el caso del bulo sobre el respirador que habría recibido en su domicilio Manuela Carmena, difundido por el tuitero Alvise Pérez (seudónimo de Luis Pérez, exasesor del dirigente de Ciudadanos Toni Cantó), que publicó una foto en la que se veía frente a la casa de la exalcaldesa de Madrid una furgoneta de la empresa VitalAire, que distribuye oxígeno a personas con enfermedades respiratorias crónicas —EL PAÍS ha intentado, sin éxito, contactar con Alvise Pérez—. “Evita acudir a un hospital público y hacer cola como el resto de los españoles”, afirmó en Twitter, una información desmentida, no solo por Carmena, sino por la propia compañía.

4. Teorías de la conspiración


El Juego de los bulos propone aprovechar “el deseo de las personas por conocer la verdad para arrastrarlos a tu grupo de seguidores”. Y para ello no es necesario inventar teorías de la conspiración, sino aprovechar las que ya existen.


Precisamente en torno al origen del nuevo coronavirus hay al menos una decena de teorías de la conspiración que niegan, en general, que el SARS-CoV-2 haya pasado de un animal al ser humano y apuestan por que ha nacido en algún laboratorio, ya sea de China, Estados Unidos o incluso Canadá, pese a que no existe ningún tipo de prueba al respecto. 

Es el discurso que apoyan los dirigentes de Vox cuando aluden al “virus chino”, con el que subrayan que este país está detrás de la nueva pandemia —más allá de las implicaciones racistas de usar tal denominación, que estigmatiza a una población—. El dirigente del partido ultranacionalista Javier Ortega Smith, que enfermó de covid-19, se refirió en Twitter al SARS-Cov-2 como los “malditos virus chinos” y aseguró que sus “anticuerpos españoles” lucharían contra ellos “hasta derrotarlos”. 

El tuit ya ha sido borrado. También Macarena Olona, diputada del mismo partido, hizo las siguientes declaraciones el pasado 13 de abril durante una entrevista en Los Desayunos de TVE: “China nos ha traído dos cosas: en primer lugar, la peste del siglo XXI, y en segundo lugar, el caldo de cultivo propicio para que los postulados comunistas que no han sido votados por los españoles mayoritariamente se impongan finalmente en nuestro país”.

5. Descrédito


¿Cuál es la mejor estrategia cuando el difusor de bulos es cazado en sus mentiras? “Golpear de vuelta”, “no retirarse” y crear “una campaña de desprestigio total”, sostiene el Juego de los bulos.


Es la técnica que ha empleado la ultraderecha para atacar a las plataformas dedicadas a verificar informaciones, como Maldita.es y Newtral. Javier Negre, creador del citado canal de YouTube Estado de alarma, difundió el bulo que sostenía que estos dos medios decidían qué censurar en WhatsApp”. El periodista aprovechó que WhatsApp había anunciado que los mensajes virales solo iban a poder reenviarse a un grupo, precisamente para luchar contra la difusión masiva de bulos, para tergiversar la información. Puesto que Facebook es la propietaria de WhatsApp y tiene contratados a Newtral y Maldita.es como verificadores, concluyó erróneamente que estos medios iban a censurar los mensajes en la plataforma.

6. ‘Troleo’


Enviar a los troles, cuentas que publican mensajes provocadores en las redes sociales con el fin de molestar o desviar la atención, es muy eficaz para desgastar al enemigo, consideran los investigadores británicos. “Participar en una discusión con un trol significa perder tiempo y energía preciosos. ¡Pero eso es exactamente lo que quieren!”, añaden.

Los ejemplos se cuentan por decenas de miles. Basta con mirar las interacciones con miembros del Gobierno, representantes de la izquierda, del mundo de la cultura y periodistas para certificar que esta narrativa de desinformación se practica a diario. Como prueba, consulten algunas de las interacciones que recibirá este reportaje en Twitter.

La Fiscalía investiga si se esconde un grupo criminal detrás de la campaña de bulos contra el Gobierno sobre el coronavirus. 

Exista o no, lo cierto es que la ultraderecha, encabezada por Vox, ha aprovechado el caldo de cultivo del coronavirus para explotar todas las estrategias desinformación y manipulación que contribuyan a expandir su programa político, que aboga por el cierre de fronteras, denigra el feminismo, defiende el llamado pin parental para vetar la educación sexual en las escuelas y ha retomado las críticas contra la activista Greta Thunberg para afirmar que el cambio climático, ante las muertes causadas por la pandemia, ya no interesa."                     (Patricia R. Blanco, El País, 28/04/20)

18/9/18

Funcionamiento de un sistema propagandístico. Lo que aquí sigue es la descripción de la propaganda a través de los 11 principios, es decir, mecanismos, que codificó en su día Goebbels

"Crispar a un muerto

La cultura política española es muy permeable a la propaganda desde 1978 –antes, en el interín 1939-75, ni te digo; lo que quizás supone algún tipo de explicación, a su vez, a esta familiaridad local con la propaganda–. Por lo que sea, la propaganda suple a las políticas, o las camufla, o dificulta su lectura. 

El sello de un sistema propagandístico es la crispación social, la imposibilidad de hablar fuera de los ejes propagandísticos gubernamentales sin que se te dé para el pelo, o se te comprenda. La propaganda es, en fin, una maquinaría que dificulta la comprensión lectora de todo el mundo. Hay diversas maneras de identificar la propaganda. 

Chomsky, por ejemplo, propone mecanismos para identificarla y explicar su funcionamiento a su paso por los medios. El cognitivismo –Lakoff, por ejemplo– ofrece una descripción de la creación y recepción de propaganda a través del lenguaje. La ubica en la figura de la metáfora, y explica que crea itinerarios neuronales en sus usuarios. 

Lo que aquí sigue es la descripción de la propaganda a través de los 11 principios, es decir, mecanismos, que codificó en su día Goebbels. No se asusten, se utilizan cotidianamente en la emisión de propaganda en democracia –lo que explica que la propaganda política no es un chollo, sino que huele mal–, y el marketing, en cierta medida, ha recurrido a ellos como herramienta. En un sistema netamente propagandístico van a toda castaña, por lo que hace tiempo pensé que hacer un articulete, explicando cómo se utilizan, cómo se tienen en cuenta diariamente.

 Este articulete consiste, así, en explicar cada principio y ofrecer, por el mismo precio, un ejemplo emitido desde el aznarato –el gran jalón propagandistico reciente en el Estado–, desde el procesismo –un sistema netamente propagandístico–, y desde el PP y C's actuales, dos partidos que, en diferente grado –C's, diría, más próximo a los futuribles populistas–, optan por la propaganda como algo fundamental y cargado de futuro. Ya me/se dirán si les cuadra. 

La cosa empieza, pero ya, y con el Principio 1, un clásico: sobre el enemigo único.

Principio 1, o de simplificación y del enemigo único

Consiste en adoptar un símbolo único, y en individualizar al adversario en un único enemigo. Es un mecanismo tan sencillo como el del botijo. Pero también es sorprendente y funciona. Durante el aznarato, el símbolo fue la bandera y, el enemigo, ETA. En el procesismo, los símbolos no están unificados. 

Lo que no deja de ser un fallo. Hay banderas –varias–, y lacitos. El enemigo, a su vez –otro ejemplo de que la cosa ha ido variando; es decir, ha carecido de una planificación meditada–, ha ido evolucionando. En un principio era España, luego pasó a ser el franquismo. Tras el acceso de Sánchez al Gobierno, que envió al garete la ecuación Rajoy = Franquismo, es la Monarquía. 

Sí, puede molar que sea la Monarquía, pero no olviden que, cuando se habla de un sistema propagandístico, importa un pepino el enemigo. No es real. Es una función. Comúnmente, para otra cosa. En el caso del PP-C's actuales, el símbolo sigue siendo la bandera y el enemigo, el nacionalismo. Lo que posiciona el nacionalismo emisor fuera del trade-mark nacionalismo.

Principio 2, o del método de contagio

Está íntimamente relacionado con el principio anterior. Si tenemos un enemigo, el siguiente paso es meter dentro de esa individualidad a todos los enemigos. Con ello, se economiza y se gana agilidad y rapidez en la emisión de propaganda. En el aznarato, cualquier posicionamiento antigubernamental 'oxigenaba a ETA'. Es decir, pasaba a entrar dentro del concepto ETA. Hala. 

En 2004, por ejemplo, y siempre bajo el prisma propagandístico, ETA estaba oxigenada por ERC, PSOE, PNV... Vamos, por varios millones de ciudadanos, así a lo tonto. En el procesismo, engrosan el franquismo –es decir, una idea de Unidad Nacional esp, de democracia, de modos, de subconsciente colectivo, etc.–, todo aquel partido, grupo o individuo que no apoye las propuestas del Govern. 

 Parece una tontería, pero es lo que impide a ERC enviar a paseo el asunto. De hacerlo, sería arrojada a las tinieblas exteriores del franquismo, en las que viven y se les da para el pelo a los partidos que, efectivamente, se relacionan con modelos de Unidad Nacional anteriores, pero es también donde, vía propaganda, se ubican partidos, grupos, periodistas –pocos– y ciudadanos –muchos– que no acaban de ver en un sistema propagandístico una revolución democrática o, ni tan siquiera, el programa anunciado. 

Para el PP-C's actuales es difícil encontrar aún un enemigo global y con una sola palabra. Sí, la cosa cat puede suponer un enemigo, un aglutinante en el resto de territorios. Pero es difícilmente extrapolable a otros territorios. Sí, es un lío encontrar enemigos comunes y peligrosos en territorios diferentes. 

Un indicio de futuro: en una reuni para encontrar el nombre eléctrico del enemigo común, durante el pasado congreso del Frente Nacional francés, en el que participaron delegados polacos y húngaros y, glups, Steve Bannon, el gran ideólogo de la campaña de Trump, se halló una palabra sexy para unificar ese enemigo común, disperso e indefinible, que en democracia no puede ser una etnia.
 Ahí va, es esta: nómada, palabro dentro del cual, con poco esfuerzo, puede entrar el inmigrante, el gitano, alguien sensible de tener pasaporte israelí, el erasmus rojelio, el precario, el sin-techo, o la persona con poco arraigo a la nación que le tocó al nacer, tal y como la describe el nacionalismo. Sí, son unos genios.

Principio 3, o de la transposición

A lo bruto, es un método de autodefensa de los sistemas propagandísticos. Básicamente, consiste en cargar sobre el adversario los propios errores o defectos. Ante una mala noticia o información, crea otra más bestia. Eso es lo que, verbigracia, hacía el aznarato ante, por ejemplo, una nueva información sobre corrupción. 

Si no puedes negar las malas noticias, inventa otras para distraer. Eran, por lo general, contra-noticias relacionadas con atentados, o con la amenaza constante a la democracia por parte de ETA. Molaba, en ese sentido, empezar las respuestas a informaciones negativas e inapelables con declaraciones que se iniciaban con el constante 'me parece mezquino que', tan nuestro. Se sabe así que se opta por la transposición cuando en las respuestas aparece un 'mezquino' o 'miserable'. 

El procesismo lo utiliza para, a continuación, recordar el hecho de que hay presos. Eres 'mezquino' y 'miserable', por tanto, por fijarte en otras cosas y no en eso. PP y C's no están finos y cachas para trasposicionar. Exempla: Casado no ha podido señalar a nadie como 'miserable' o 'mezquino' por lo de su máster. Ha optado por el principio de silenciación. Mola y también necesita medios acólitos. Pero no les hago spoiler.

Principio 4, o de la exageración y desfiguración

La cosa va de convertir algo anecdótico en algo categórico, si no en una amenaza grave. En el aznarato era algo continuado. 

La invasión de Perejil Island y su reconquista con un fuerte viento en contra, lo que impidió a la tropa hacer pipí encarada al viento, se convirtió en un evento en mitad de la nada, que recordó que el Estado estaba siendo amenazado continuamente, pero que disponía de un Gobierno fuerte y de rápidas decisiones. 

En el procesismo, el último fenómeno de exageración y desfiguración tal vez haya sido el de los lacitos, convertido en batalla democrática cotidiana. En C's, el arranque de lacitos, convertido en batalla etc. El PP no está para guasas/no emite algo serio al respecto/por ahora no puede recrearse en los detalles.

Principio 5, o de la vulgarización

Muy importante. Ancla el propagandismo en la derecha, y la dificultad en las izquierdas. No necesariamente, por supuesto, pero sí estadísticamente. Este principio sostiene que la propaganda debe ser popular y adaptada al tipo de receptor menos inteligente y formado al que va dirigida. Se tiene en cuenta que ese receptor tiene comprensión limitada y olvida con facilidad.

 La propaganda, así, no debe tener matices, debe ser reiterativa, sencilla, divertida, eléctrica, apasionante. Es lo contrario a la formación ciudadana, a la didáctica, a la explicación pedagógica, a la argumentación, o a la información. Este principio explica eso que une a España: las tertulias políticas, así como su alejamiento del género informativo. No son, vamos, información. Son vulgarización. 

Literalmente. Si emites propaganda, debes tener canales dispuestos a estos tipos de programas o, al menos, de algún tipo de cuota en ellos.

Principio 6, o de orquestación

Muy importante. Alude a que la propaganda son cuatro ideas reiteradas, si bien ordenadas. Es aquello de que “si una mentira se repite lo suficiente, acaba por convertirse en verdad”. Es la reiteración absoluta y apabullante.

 El aznarato lo hizo con el concepto “Constitución”, que permitió, por ejemplo, saltarse la Constitución –que es lo que ha pasado, posiblemente, con su título territorial–. La reiteración del procesismo ha ido por etapas. En 2012-14 giraba en torno al palabro referéndum, en 2014 en torno al palabro consulta, en 2015-16 en torno a las iniciales DUI, en 2017, en torno a la palabra referéndum otra vez. 

Ahora oscila entre las construcciones presos-políticos, referéndum y diálogo. Por el Principio 1, sólo puede quedar una, se tendrán que aclarar rapidito. En PP-C´s parece que empieza a reiterar la idea de que el PSOE se ha entregado al separatismo, etc.

Principio 7, o de renovación

Alude a la poca atención del consumidor de propaganda, al que no se le puede dejar solo mucho tiempo, o se interesará, por ejemplo, por información no tamizada por propaganda, por las acusaciones e información de los opositores a la propaganda. La propaganda debe ser, por tanto, continua y fresca. Steve Bannon es el autor, se dice, de la frase. “Hay que freírlos a noticias, para que no puedan levantar la cabeza”. 

Lo que es importante y explica algo nuevo. Las noticias propagandísticas. Es decir, las fake-news, que no pueden dejar de emitirse, o el invento se va a paseo. Ejemplos de fakes. Aznarato: el caso del Yak-42. Podría haberse pelado al Gobierno, pero, gracias al uso de noticias falsas, la crisis se aplazó hasta que dejaron de ser Gobierno. Es decir, hasta que dejaron de dominar los medios que emitían las fake-news

Procesismo: en general, suelen ser –en el momento actual– noticias falsas relacionadas con el ámbito internacional. Una de las últimas es divertida. El coordinador de política internacional de Torra emitió un tuit, debidamente reproducido como tuit o como info por medios afines, en el que se afirmaba que Puigde había sido invitado por el presidente de un Cantón suizo a la fiesta nacional del cantón. No fue así. 

Fue invitado por un partido del Jurà. PP y C's, en este momento, diría, no pueden practicar el principio de renovación y el de fake-news –no al menos de manera contundente– más allá de las propias declaraciones de sus líderes. Lo que en contrapartida es un filón en una cultura en la que la declaración de un líder a prensa no se verifica/así nos luce el pelo.

Principio 8, o de la verosimilitud

Muy contemporáneo. Alude a la construcción de argumentos a partir del mayor número de fuentes y medios posibles y, por lo común, a partir de informaciones fragmentarias. Se relaciona con el anterior principio, el de renovación. 

Gracias al principio de verosimilitud, se equiparan, por lo tanto, fuentes de diverso nivel y jerarquía. Da igual, así, si se trata de noticias o de tuits. En todo caso, corroboran las grandes ideas propagandísticas, por otros medios, a partir de pequeños detalles que confirman los grandes detalles.

 Es un coladero de fake-news. Consisten, por ejemplo, en voces cualificadas –tertulianos, influencers–, o no –tuiteros–, que tienen una prima de una amiga de una vecina a la cual se le obliga a estudiar en catalán, o en castellano, dependiendo de quién emita la verosimilitud.

Principio 9, o de la silenciación

Literalmente eso. En caso de ausencia de argumentos propagandísticos, o de marrón informativo, cerrar la boca de la cara. Es muy utilizado en un sistema propagandístico. Por aquí abajo, con mucha profusión, hasta el punto de que los gobiernos netamente propagandísticos niegan entrevistas –es decir, silencian de otro modo– a medios y periodistas alejados de su mismidad. Les paso un par de ejemplos biográficos. 

Aznarato: jamás conseguí una entrevista con el staff  PP. Bueno, sí, Esperanza Aguirre me dio una. Pero contestó lo que quiso. Es decir, también silenció. Procesismo: ni una entrevista con ningún staff gubernamental en 7 años. Esta semana, por cierto, estuve a punto de conseguir la primera. Pero en el último momento el individuo a estudiar optó por la silenciación. La silenciación –de personas, de temas– explica por qué es tan importante por aquí abajo la prensa extranjera. 

Ejemplos recientes de silenciación en PP-C's: el silencio de medios ante el asunto máster de Casado, y ante el asunto de la desaparición de un doctorando y otros jalones curriculares en el CV de Rivera, en la actualidad, licenciado pelado. Sí, para silenciar se debe disponer de medios afines. Por un tubo.
 
Principio 10, o de la transfusión

Alude al hecho de que la propaganda no nace sola. No se puede crear en el aire. Facilita su creación, así, una buena cimentación, un substrato preexistente. Por lo común, en los sistemas propagandísticos es el nacionalismo anterior, al que no se alude, al que se expurga, por tanto de componentes yuyus, pero necesario para edificar grandes construcciones propagandísticas, mediante su transfusión en vena. 

El aznarato ocultó así, en sus elaboraciones democráticas y constitucionalistas, el nacionalismo español derechista, sumamente inquietante, del que se extrajo, sin citarlos, mitos, odios, prejuicios. 

 El procesismo institucional, y en ocasiones el popular, bajo sus productos propagandísticos democráticos, cuenta con la complicidad de estratos nacionalistas anteriores, supremacistas, derechistas, formulados desde el XIX. El PP-C's actuales, por lo que veo, no difiere de las aportaciones del aznarato en ese sentido.

Principio 11, o de la unanimidad

Mi favorito. Alude al fin último de la propaganda que, me temo, es el de hacer creer al máximo volumen de personas el hecho de que piensan como todo el mundo, que son normales, que lo que piensan es puro sentido común.

 Aznarato: en el Urdaci System, con cada atentado, se clausuraba la programación y, en su lugar, se emitía una programación en directo, en la que diversos ciudadanos, políticos y periodistas explicaban sus puntos de vista gubernamentales como no-política, como sentido común, como la normalidad. Es decir, se dibujaba la subnormalidad del diferente. Procesismo: en cada 11S, se clausura la información en TV3. 

EL canal no habla de la manifestación, sino que es parte de la manifestación. Manifestantes, políticos, periodistas explican sus puntos de vista gubernamentales como no-políticos, como sentido común, como la normalidad. El principio de unanimidad, en cualquier sociedad sometida a propaganda, impide que nos hablemos.

 Es más, impide que nos miremos, que nos observemos, que nos escuchemos, pues cualquier emisión realizada desde fuera de un sentido común resulta incomprensible, salvo como aberración. Más hoy, cuando los sistemas propagandísticos tienden a definir lo suyo como democracia, y lo demás como su negación. Hablar desde fuera de un sistema común –en mi caso, snif, dos– es en verdad un atentado contra la democracia, entendida la democracia como sentido común. No lo es.

 Es difícil de combatir el principio de unanimidad. Cuando existe, es que han fallado los medios de comunicación, y es imposible el diálogo entre la ciudadanía. Lo único que se me ocurre es que la ciudadanía se hable fuera de los medios –difícil, pero no imposible–. Si opta por ello, suerte. No hay otra."                   (Guillem Martínez, CTXT, 17/09/18)

19/10/15

Los diez principios de la propaganda nazi de Goebbels que utilizan los nacionalistas catalanes

"En el artículo anterior ('Las tres estrategias de manipulación mediática de Artur Mas') expliqué las técnicas manipuladoras de la maquina separatista. Conté tres estrategias del decálogo del pensador Chomsky, que eran las que coincidían con Goebbels, pero advertí de que existían muchas más coindicencias con el alemán que con el estadounidense Chomsky, (...)

Desempolvo lo que estudié en la Universidad. (...)

el mejor propagandista que ha tenido el nacionalismo en toda la Historia de la Humanidad. (...)

• Principio de enemigo único. Adoptar una única idea; individualizar al adversario en un único enemigo. [España, ahora dicen Estado español para conquistar al 52% de los catalanes]

• Principio de método de contagio. Reunir diversos adversarios en una sola categoría o individuo; los adversarios han de constituirse en suma individualizada. [PSOE y PP lo mismo es]

• Principio de la transposición. Cargar sobre el adversario los propios errores o defectos, respondiendo al ataque con el ataque. [España es corrupción]

• Principio de la exageración. Convertir cualquier anécdota, por pequeña que sea, en una amenaza grave. [El 25% de castellano en la escuela, si lo piden los padres, es un ataque al catalán]

• Principio de la vulgarización. Toda propaganda debe ser popular, adaptando su nivel al menos inteligente de los individuos a los que va dirigida. Cuanto más grande sea la masa a convencer, más pequeño ha de ser el esfuerzo mental a realizar [Cataluña será la Holanda del Mediterráneo]

• Principio de orquestación. La propaganda debe limitarse a un número pequeño de ideas y a repetirlas incansablemente, presentadas una y otra vez desde diferentes perspectivas, pero siempre convergiendo sobre el mismo concepto. [Primero, Dret a Decidir. Luego, Soberanía. Ahora, independencia]

• Principio de la verosimilitud. Que el President tenga que declarar ante el TSJC el día del 75 aniversario del fusilamiento de Lluis Companys no es una casualidad, sino una agresión a la dignidad de Cataluña.

• Principio de silenciación. Que los días después al 27S ningún editorial de la prensa extranjera haya pedido al Gobierno de Madrid que se siente a negociar la independencia no tiene ninguna importancia. Los medios públicos o privados de Junts per el Sí, lo silencian.

• Principio de la trasfusión. Por regla general, la propaganda opera siempre a partir de un sustrato preexistente, ya sea una mitología nacional o un complejo de odios y prejuicios tradicionales; se trata de difundir argumentos que puedan arraigar en actitudes primitivas. [‘¿República? ¿Monarquía? ¡Catalunya!]

• Principio de la unanimidad. Llegar a convencer a mucha gente de que piensa “como todo el mundo”, creando impresión de unanimidad. Similar al alma y la voluntad del pueblo: el volkgeist [La noche electoral, con un 47% de 'síes', Mas dijo que había vencido la voluntad de Cataluña]

Para los afectados de la ESO: Goebbels era Jefe de Prensa y Propaganda del III Reich (que nadie se me enfade ni me acuse de lo que no he dicho: no he dicho que los nacionalistas también sean socialistas, porque no lo son. Afortunadamente, Cataluña no es Alemania).
La suerte que tenemos en Cataluña es que los separatistas no son violentos. 

Es decir, nadie puede tacharles de nazis, porque hacerlo sería una barbaridad, pero eso no es óbice para que afirme que los famosos once principios propagandistas de Goebbels sean aplicables tanto en dictaduras (III Reich) como en las democracias. Sé que la comparación es vomitiva, pero real, para el 'buen' separatista.

Si cuentan los puntos verán que son diez, pero los principios de Goebbels eran once. ¿Cuál me he dejado? El séptimo: el Principio de renovación: hay que emitir informaciones y argumentos nuevos. Sin embargo, el discurso 'separata' tiene el mismo soniquete. 

Es la famosa frase de que "Si una mentira se repite lo suficiente, acaba por convertirse en verdad". El mejor ejemplo es el señuelo de esos 16.000 millones de euros que cada año "España nos roba". Es la "Roma ladrona" de la Liga Norte italiana."             (Roberto Giménez Gracia  , Crónica Global, 15/10/2015

26/11/12

Las diez estrategias de manipulación mediática


"Actualmente estamos atravesando una de las crisis económicas más duras que jamás se ha conocido a lo largo de la historia del mundo desarrollado. Sin embargo, este tipo de crisis no son un concepto nuevo: siempre han habido crisis y siempre se han intentado aportar soluciones para resolverla. ¿Son las soluciones actuales innovadoras y efectivas o responden al deseo oculto de generar una situación desafortunada concreta?

Os cuento esto porque Noam Chomsky, filósofo, escritor y uno de los lingüistas más brillantes y reconocidos de la humanidad, y cuyos trabajos se han estudiado en universidades de todo el mundo, planteó en una ocasión cuáles eran las diez estrategias de manipulación mediática, las cuáles resumo y comparto con los lectores para analizar entre todos si éstas nos suenan a alguna situación actual conocida:

Las diez estrategias de manipulación mediática

1. La estrategia de la distracción, que consiste en desviar la atención del público de los problemas importantes y de los cambios decididos por las élites políticas y económicas.
2. Crear problemas y después ofrecer soluciones, como permitir una crisis económica para hacer aceptar como un mal necesario el retroceso de los derechos sociales y el desmantelamiento de los servicios públicos.

3. La estrategia de la gradualidad. Los cambios se aplican poco a poco porque de ser aplicados de una sola vez provocarían una revuelta social.

4. La estrategia de diferir o “el mal necesario”. Si se presenta una decisión impopular como dolorosa pero necesaria, la aceptación del público respecto a la misma mejora.

5. Dirigirse al público como criaturas de poca edad: “Si uno se dirige a una persona como si ella tuviese la edad de 12 años o menos, entonces, en razón de la sugestionabilidad, ella tenderá, con cierta probabilidad, a una respuesta o reacción también desprovista de un sentido crítico como la de una persona de 12 años o menos de edad”.

6. Utilizar el aspecto emocional mucho más que la reflexión, lo cuál es una técnica clásica para causar un cortocircuito en el análisis racional de las personas.

7. Mantener al público en la ignorancia y la mediocridad: “La calidad de la educación dada a las clases sociales inferiores debe ser la más pobre y mediocre posible, de forma que la distancia de la ignorancia que planea entre las clases inferiores y las clases sociales superiores sea y permanezca imposibles de alcanzar para las clases inferiores”.

8. Estimular al público a ser complaciente con la mediocridad. Así, se promueve al público a creer que ser estúpido, ignorante, vulgar o inculto está de moda.

9. Reforzar la auto-culpabilidad, de forma que el individuo crea que solamente él es el culpable de su propia desgracia.

10. Conocer a los individuos mejor de lo que ellos mismos se conocen, con el objetivo de ejercer un mayor control y un gran poder sobre estos, mayor que el de los individuos sobre ellos mismos.

¿Os resulta conocido? Estas diez premisas bien podrían ser el manual paso a paso que están siguiendo nuestros políticos para enfrentarse a la crisis económica. Sin embargo, todo esto se está aplicando siguiendo el punto tres, es decir, paso a paso, de forma que no nos demos cuenta, aborregando a la sociedad poco a poco con los problemas económicos como telón de fondo. ¿Reaccionaremos a tiempo o ya es demasiado tarde?

La situación actual es decadente, el Estado del Bienestar es ya casi una utopía y el drama del desempleo se extiende por todos los confines. Mientras tanto, unos cuantos privilegiados, entre ellos la casta política, se mantienen inmunes al empobrecimiento de la sociedad. Ante esta situación, la pregunta que todos deberíamos hacernos es: ¿es esta situación inevitable o responde a un guión perfectamente definido y con los actores claramente diferenciados?"              (El blog salmón, 20/10/2012)