José Antich, director de ‘La Vanguardia’
"El actual director de ‘La Vanguardia’ podría haber llegado a incrementar
su nómina mensual a finales de los años 80 hasta en un 50% gracias a
esas ‘atenciones’, que ‘eran especialmente suculentas coincidiendo con
las campañas electorales’, según recoge la revista ‘Mongolia’.
(...) Sin embargo, las relaciones incestuosas de los políticos no solo se producen con los empresarios, sino que, con frecuencia, también alcanzan a los periodistas.
El meteórico ascenso de Antich
Uno de los casos más singulares es el de José Antich. El actual director de La Vanguardia
ha tenido una trayectoria digna de análisis, que le ha llevado hasta
las más altas cotas del poder en Cataluña. Nacido en La Seo de Urgel
(Lérida) en 1955, empezó su andadura profesional en 1977 como redactor
de la agencia Efe en Barcelona.
Fue miembro de la redacción fundacional
de El Periódico en 1978, donde se dedicó a la crónica política catalana. En 1982 formó parte del equipo inicial de la edición catalana de El País, donde fue corresponsal político.
En 1994, poco después de publicar El Virrey, una generosa biografía política del entonces presidente de la Generalidad Jordi Pujol -realizada a su dictado-, es fichado por La Vanguardia,
como redactor jefe del área de política catalana.
En 1998, asume la
coordinación de toda el área política del diario. Y en marzo de 2000,
culmina su meteórico ascenso y es nombrado director de la cabecera de
referencia del grupo Godó.
El giro secesionista de La Vanguardia
Muchos son los analistas que aseguran que el presidente de la
Generalidad, Artur Mas, no se habría atrevido a lanzar el órdago
secesionista sin contar con el apoyo del grupo mediático presidido por el Conde de Godó, y más concretamente de La Vanguardia, contando con el visto bueno de su director.
Si nadie se extrañó por el giro independentista de La Vanguardia ordenado en los últimos meses por Antich -casado con la periodista independentista Marta Lasalas-, un análisis de su trayectoria y de sus relaciones con el poder sí podría hacer parecer más sorprendente esta decisión.
Aznar forzó el nombramiento de Antich
Según recoge un reportaje publicado en el número de febrero de la revista Mongolia,
las relaciones de Antich con el PP han sido más intensas de lo que
algunos intuyen, hasta el punto de que habría sido el propio ex
presidente del Gobierno José María Aznar el que habría escogido a Antich
como director de La Vanguardia, imponiéndoselo al propio Conde de Godó.
El editor lo negó de forma explícita y poco convincente en la crónica que recoge su nombramiento, el 21 de marzo de 2000, nueve días después de que el PP ganase las elecciones generales
con mayoría absoluta. “[El nombramiento] no es fruto de un resultado
electoral, ni tampoco de negociaciones con terceros, sino una decisión
largamente meditada”, señaló entonces Javier Godó.
Confidente de Pujol
Durante sus años en El País, Antich había conseguido
desarrollar sus relaciones con el poder hasta niveles extraordinarios,
ganándose la confianza de Pujol. Mientras el diario de referencia del
grupo Prisa cercaba al presidente autonómico por el caso Banca Catalana, Antich fomentaba sus relaciones con Lluís Prenafeta -mano derecha de Pujol y actualmente imputado en el caso Pretoria-, que tan rentables le han sido posteriormente.
‘A través de Antich, Pujol lanzó durante años mensajes
a España, a Cataluña y sus propios consejeros, a los que reprendía,
elogiaba o castigaba a través de las páginas que, paradójicamente, los
militantes nacionalistas abominaban como punta de lanza jacobina’,
asegura la revista editada por Gonzalo Boye.
Al servicio del mejor postor
Tras el pacto del Majestic, el acuerdo de gobernabilidad entre el PP y CiU para la legislatura 1996-2000, Antich consiguió acercarse a Aznar. Lo hizo a través de Jorge Fernández Díaz, entonces mano derecha de Mariano Rajoy en Cataluña. Una relación que, según Mongolia, venía de lejos y tenía jugosas contrapartidas:
‘A finales de la década de 1980, cuando Jorge Fernández Díaz dirigía el PP en Cataluña, Antich, que cubría la información del partido para El País, recibía periódicamente sobres con gratificaciones, a menudo en efectivo, según han explicado con gran detalle fuentes conocedoras de las tripas contables de la formación. Estas ‘atenciones’, subrayan las mismas fuentes, eran especialmente suculentas coincidiendo con las campañas electorales.
Fernández Díaz ordenaba que se le entregara un sobre repleto de billetes, que en ocasiones podía llegar a sumar el equivalente a media mensualidad de El País. En el dispositivo, germen de lo que ahora ha estallado para el conjunto del PP en el caso Bárcenas, participaban varias personas, entre la contabilidad interna, el ensobrado y el reparto’.
El misterioso periodista “Pepe” del caso Pallerols
La revista también relata que en aquella época Antich solía recibir ‘misteriosas llamadas’ en la redacción de El País,
‘tras las cuales dejaba todo lo que estaba haciendo y, ante la atónita
mirada de sus compañeros, realizaba, cual bróker con información
privilegiada, llamadas ordenando a gritos la compra o la venta de acciones de determinada compañía cotizada’.
Por otra parte, Antich forjó una excelente relación con el líder de
UDC, Josep Antoni Duran i Lleida, que mantiene en la actualidad. En
algunas conversaciones intervenidas por la policía a dos dirigentes de
UDC implicados en el caso Pallerols aparecen referencias a un periodista al que llaman “Pepe”, y al que la Fundació Empresa Catalunya Europa Amèrica (FECEA) -vinculada a UDC y ya liquidada- se encargaba de “pagarle
la declaración de la renta, los viajes, la seguridad de la casa, el
aire acondicionado y las cortinas”. El acuerdo alcanzado para cerrar el
caso no permitirá profundizar en la investigación de estos detalles.
Antich, en la cuerda floja
Entre la red de aliados que Antich fue tejiendo se cuentan personas como Ramon Pedrós, ex jefe de prensa de Pujol; Arcadi Calzada, el polémico ex presidente de Caixa Girona y peso pesado en CDC;
Jaume Giró, responsable de comunicación de La Caixa, su enlace con el
presidente de la poderosa entidad financiera, Isidre Fainé; y Antonio
Pemán, ex gerente de El País en Barcelona y miembro del Consejo de Gobierno de la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales (CCMA).
En La Vanguardia se ha rodeado de dos escuderos que han constituido su blindaje:
por una parte el vicedirector del diario, Alfredo Abián, que es quien
gestiona el día a día de la redacción; y por otra, uno de los directores
adjuntos, Álex Rodríguez, casado con una hija del Conde de Godó.
Sin embargo, el futuro del que fuera confidente de Aznar y Pujol
podría estar en peligro, a pesar de ser un especialista en mantener
equilibrios inverosímiles. Tanto el Conde de Godó como el consejo de
administración de su grupo de comunicación -donde destacados miembros
del PP todavía mantienen una cierta influencia- parecen decididos a enfriar la olla a presión independentista que ellos mismos han ayudado a calentar de la mano de Antich, si antes no estalla." (lavozdebarcelona, 04/02/2013)
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