Siete años después, aquel veredicto sigue intacto pese a las embestidas de algunos medios de comunicación y de dirigentes marginales del PP que intentan resucitar uno de los bulos conspirativos más dañinos para la democracia, según el cual ETA pudo estar detrás de los atentados y hay policías, jueces y políticos que encubren a los terroristas que lo hicieron.
Una infamia fabricada para negar aquello que se demostró con decenas de pruebas: que islamistas radicales residentes en España perpetraron el peor atentado que ha sufrido nunca el país, con 191 muertos y 1.841 heridos.
El grupo de la infamia lleva siete años buscando a ETA en el atentado de los trenes, utilizando para ello las peores prácticas periodísticas pero sin hallar ni medio indicio. Siete años sugiriendo la culpa del Gobierno de Zapatero por un atentado ocurrido en el final del mandato de Aznar. Siete años arruinando con insidias la vida de policías que investigaron a las órdenes de un Gobierno del PP hasta dar con los culpables.
Siete años insultando a jueces que se atrevieron a condenar a los que mataron a 191 personas. Siete años de vilezas que las víctimas -algunas de ellas engañadas todavía hoy por los cerebros de este cansino bulo- no merecen.
"Al menos hasta el día en que dejé el ministerio, no había una sola pista que permitiera adjudicar la autoría del 11-M a ETA" (Ángel Acebes, 17 de mayo de 2004).
Todas las pistas sobre ETA que surgieron después fueron dispuestas por maestros de la mentira al servicio de una conspiración. (...)Cada año por estas fechas, los cerebros del bulo tóxico del 11-M regresan con nuevas teorías conspirativas. Cada año, la teoría es más importante que la del año anterior pues supone, según los elucubradores, la clave definitiva para despejar el enigma. Y cada año se disuelve esa clave definitiva como si se tratara de lo que realmente es, una falsedad fabricada con humo.
En el más grotesco de los espectáculos, estos cerebros del humo utilizan cada año el 11 de marzo y sus alrededores para levantar su chiringuito de bulos y exhibirlo al público.
Y cada año, los homenajes para no olvidar a los muertos, acompañar a sus familiares y mejorar la existencia de las víctimas que sobrevivieron al atentado se tiñen de polémica y desunión por culpa de los descerebrados que todavía piensan que una burda manipulación vale más que la verdad." (El País, 11/03/2011, p. 19)
"Pilar Manjón: "Déjennos con nuestro dolor. Dejen en paz a nuestros muertos".
También se queja de que la fiscalía no haya hecho nada para evitar los insultos contra ella que recibe por Internet -"tu hijo está bien muerto", le llegaron a decir en foros de la web- y se refiere a los "próceres de la patria que dicen que cuando ellos gobiernen se sabrá la verdad del 11-M" o a un tertuliano que aseguró en un programa de televisión que "le producía pena ver a las víctimas defendiendo a los asesinos". "El 11-M es un caso cerrado. La verdad se conoció en un juicio serio y justo", zanja.
Pero su principal protesta se dirige hacia el Ayuntamiento de Madrid. El alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, junto con los portavoces de los principales partidos, inaugura en ese mismo momento un monumento a las víctimas en la estación de El Pozo sin contar con la asociación.
"Esa institución solo ha puesto trabas al proyecto", dice. "Cuando planteamos que se colocara allí nos dijeron que cualquier día tendrían que poner otro monumentito para las putas de Montera. Quien nos dijo eso era Manuel Cobo [Vicealcalde de Madrid]". Fuentes municipales han desmentido que Cobo respondiera en esos términos a Manjón. (...)
Esta misma tarde miembros de la asociación se desplazarán hasta El Pozo para realizar "la verdadera inauguración". No habrá políticos. Sólo estarán ellos. Y su dolor." (El País, 12/03/2011, p. 18/9)
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